Trump jura lealtad… a sí mismo: Una ceremonia para la historia

El exmandatario toma posesión simbólica como 'presidente del universo', mientras asegura que todo el mundo lo extraña profundamente.

En un evento que nadie pidió, pero que todos veían venir, Donald Trump protagonizó una "ceremonia de juramentación simbólica" en los jardines de Mar-a-Lago. Según él, esta es su respuesta a un "clamor popular" (de su círculo más cercano y, aparentemente, de su espejo).

La ceremonia estuvo llena de momentos surrealistas. Trump, vestido con un traje dorado que recordaba más a Elvis en Las Vegas que a un exmandatario, prometió "proteger, defender y promover su propia grandeza". Melania, notablemente ausente, envió un mensaje grabado diciendo: "Estoy... ocupada reorganizando mi clóset".

El juramento fue administrado por Rudy Giuliani, quien, después de perder la Biblia que iba a usar, improvisó con un ejemplar desgastado de "El arte de la negociación". Giuliani aseguró que era "igual de sagrado".

Entre los asistentes estuvieron algunos de los personajes más peculiares del mundo político: Marjorie Taylor Greene apareció con un gorro de aluminio "en señal de respeto", y Mike Lindell, el magnate de las almohadas, ofreció cojines personalizados con el rostro de Trump como recuerdos.

En su discurso inaugural, Trump aseguró que su "legado" está más vivo que nunca. "La gente me ama. Joe Biden no tiene rallies con 20 personas, yo tengo rallies... en mi mente, ¡millones de personas!", declaró mientras lanzaba sombreros con la inscripción "Make Trump Forever Again" al público.

Los críticos calificaron el evento como "una mezcla entre un circo y un show de reality TV". Mientras tanto, los aliados más fieles del exmandatario lo describieron como "un renacimiento político... o al menos un gran entretenimiento".

¿Lo mejor de todo? Según fuentes cercanas, Trump ahora planea grabar su propio himno nacional, titulado "Yo soy Estados Unidos", con un remix de música country y hip hop.

Sin duda, este evento marcará un antes y un después en la política estadounidense. O, al menos, en el ego de Trump.

Esta sección contiene notas humorísticas y satíricas que no corresponden a la realidad. Podría no ser apto para menores de 18 años, se recomienda discreción.