Notre Dame: Renace la Gloria de la Catedral Después de Cinco Años de Esfuerzos de Restauración
La catedral icónica de París resplandece nuevamente, con interiores restaurados y medidas avanzadas de seguridad contra incendios.
PARÍS — Tras cinco años de minucioso trabajo de restauración después de un devastador incendio en 2019, la Catedral de Notre Dame ha reabierto sus puertas, mostrando al mundo una obra maestra gótica revitalizada. En una visita previa a la reapertura, el presidente francés Emmanuel Macron recorrió los restaurados interiores, donde periodistas fueron testigos de un impresionante milagro arquitectónico.
Nave: piedra resplandeciente
Ahora, la nave de la catedral está bañada de una luz celestial que resalta el verdadero color de las paredes de piedra caliza Lutetiana, un pálido y luminoso tono que nunca antes se había apreciado de manera tan clara. Este cambio dramático se debe a la limpieza de más de 42,000 metros cuadrados de piedra y las restauraciones de los vitrales, que juntos crean un ambiente grandioso y elevador que no se había visto en siglos.
Altar: un símbolo del fuego
En el altar del presbiterio resalta la Pietà de Nicolas Coustou, que guarda una marca del incendio con plomo fundido entre las manos de Cristo. Este detalle ha sido preservado como un recordatorio sutil pero poderoso de la tragedia que asoló el monumento en 2019.
Órgano: una compleja resurrección
El gran órgano de Notre Dame, uno de los más grandes y reverenciados de Francia, ha sido objeto de una compleja restauración. Con más de 8,000 tubos que van desde el tamaño de un bolígrafo hasta más de 10 metros de altura, se separaron individualmente para ser limpiados y reafinados. Esta tarea, que se extendió por más de dos años, fue realizada íntegramente a oído en el inmenso y silente interior de la catedral.
Capillas: murales redescubiertos
Las 29 capillas que rodean la nave y el coro resplandecen nuevamente con colores y detalles que habían sido cubiertos por la suciedad y el descuido. La restauración desveló murales intrincados, estrellas doradas en los techos y motivos vibrantes, originalmente creados bajo la dirección de Eugène Viollet-le-Duc.
En particular, la Capilla de San Marcel se destaca por su mural brillante de las reliquias del santo, cautivando a los visitantes con colores tan vivos que evocan la Capilla Sixtina de Roma.
Cruce del transepto: un desafío monumental
El cruce del transepto, donde colapsó la aguja original, presentó uno de los mayores retos. Los nuevos bóvedas de piedra caliza Lutetiana replican con precisión notable los originales medievales. Durante la restauración también se desenterraron fragmentos del jubé medieval de Notre Dame, revelando partes de la vibrante historia decorativa del siglo XIII de la catedral.
Tejado, aguja y medidas de seguridad
El tejado restaurado utiliza técnicas medievales de carpintería para recrear el complejo marco de madera conocido como 'el bosque'. La nueva aguja, una réplica de la diseñada en el siglo XIX, se yergue fielmente cubierta de roble y plomo. Coronada por un gallo dorado con reliquias y un pergamino en honor a los que contribuyeron a la restauración, sirve como homenaje al general Jean-Louis Georgelin, quien dirigió el proyecto hasta su fallecimiento.
Aunque a primera vista Notre Dame aparenta ser la misma, la catedral ahora está equipada con sistemas avanzados contra incendios. Cámaras térmicas y un sistema de nebulización fina se integran discretamente en su estructura para prevenir futuros desastres, mientras que los suministros de agua reforzados garantizan una protección sin precedentes.
La reapertura de Notre Dame no es solo un hito en la restauración del arte y la arquitectura, sino también un testimonio del esfuerzo colectivo y la dedicación para preservar un símbolo de patrimonio cultural universal.