El FMI predice un crecimiento económico global moderado y una disminución en la inflación
Las promesas de políticas económicas de Donald Trump generan incertidumbre en las proyecciones económicas globales
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la economía mundial crecerá un poco más rápido durante este año, con una disminución continua de la inflación. No obstante, el panorama presenta ciertas incertidumbres debido a las propuestas de política económica del presidente electo Donald Trump. Entre estas, se incluyen la reducción de impuestos en EE. UU., la imposición de aranceles a productos extranjeros, la flexibilización de regulaciones para empresas y la deportación de millones de inmigrantes que trabajan ilegalmente en el país.
Perspectivas de crecimiento económico
Basado en Washington, el FMI espera que la economía mundial crezca un 3.3% tanto este año como el próximo, una cifra que supera ligeramente el 3.2% registrado en 2024. Sin embargo, este crecimiento, aunque estable, no es particularmente impresionante. Entre 2000 y 2019, el promedio de crecimiento anual de la economía mundial fue de un 3.7%. Los efectos persistentes de importantes choques globales, como la pandemia de COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, continúan influyendo en esta lenta recuperación.
La inflación global, que aumentó drásticamente tras la pandemia debido a interrupciones en las cadenas de suministro y la escasez de productos, se prevé que disminuya del 5.7% en 2024 al 4.2% este año, y luego al 3.5% en 2026. Sin embargo, Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, advierte que las políticas anunciadas por Trump podrían incrementar la inflación a corto plazo.
Impacto de las políticas de Trump
Recortes de impuestos significativos podrían sobrecalentar la economía estadounidense, aumentando la inflación. De igual manera, la imposición de altos aranceles sobre productos extranjeros podría elevar temporalmente los precios y perjudicar a los países exportadores. Además, las deportaciones masivas de inmigrantes podrían llevar a una escasez de trabajadores en sectores como la restauración y la construcción, incrementando costos y afectando el crecimiento económico.
Gourinchas también subraya que mientras los planes de Trump para desregular algunas industrias podrían estimular el crecimiento potencial a mediano plazo al eliminar barreras burocráticas e incentivar la innovación, una desregulación excesiva podría debilitar salvaguardas financieras y aumentar vulnerabilidades, colocando a la economía de EE. UU. en un peligroso ciclo de auge y caída.
Economía estadounidense y contraste internacional
Trump hereda una economía estadounidense fuerte. El FMI prevé un crecimiento de EE. UU. del 2.7% este año, una mejora significativa desde su pronóstico anterior de 2.2% en octubre. La economía estadounidense, la más grande del mundo, demuestra resiliencia frente a las altas tasas de interés impuestas por la Reserva Federal para combatir la inflación. Factores como un mercado de empleo robusto, avances en productividad y un influjo de inmigrantes que alivian la escasez de mano de obra contribuyen a esta fortaleza económica.
En Europa, las economías avanzadas enfrentan un contexto diferente. El FMI anticipa que los 20 países que comparten la moneda euro crecerán colectivamente solo un 1% este año, ligeramente más que el 0.8% en 2024, pero menos del 1.2% previsto en octubre. Factores adversos incluyen un impulso débil, especialmente en el sector manufacturero, baja confianza del consumidor y un persistente impacto negativo en los precios de energía debido a la invasión rusa a Ucrania.
El panorama económico en China
La economía china, segunda más grande del mundo, se prevé que desacelere su crecimiento del 4.8% registrado el año pasado al 4.6% en 2025, y al 4.5% en 2026. Un colapso en su mercado inmobiliario ha erosionado la confianza del consumidor. Si el gobierno no interviene lo suficiente con bajadas de tasas de interés, aumento de gastos o recortes de impuestos, China corre el riesgo de caer en una trampa de estancamiento por deuda y deflación, donde la caída de precios desalienta el gasto de los consumidores.
Estos pronósticos del FMI fueron anunciados un día después de que el Banco Mundial, su organización hermana, predijera un crecimiento global del 2.7% para 2025 y 2026, similar al de años anteriores. La cuestión clave es que este crecimiento no es suficiente para reducir la pobreza en los países de bajos ingresos. Las estimaciones de crecimiento global del FMI suelen ser más altas que las del Banco Mundial debido a que otorgan más peso a los países en desarrollo, que generalmente crecen más rápido.