Friedkin Group completa compra del Everton y es el 10mo propietario estadounidense en la Premier
La mitad de la Liga Premier inglesa está bajo propiedad mayoritaria estadounidense desde el jueves, cuando el Friedkin Group, con sede en Texas, completó su compra del 98,8% del Everton.
La adquisición puso fin a los turbulentos ocho años de Farhad Moshiri al frente del histórico club inglés, que se une al amplio portafolio de inversiones de los Friedkin, el cual incluye a la escuadra italiana Roma. No se reveló el monto del acuerdo, pero la BBC y otros medios británicos lo valoraron en más de 400 millones de libras (500 millones de dólares).
Encabezado por Dan Friedkin, quien tiene un patrimonio neto de 6.400 millones de dólares según Forbes, y por su hijo Ryan, el grupo tiene inversiones en la industria automotriz, del espectáculo, de la hospitalidad y del deporte. Los Friedkin han hecho una fortuna distribuyendo Toyotas en Texas.
“Me enorgullece enormemente dar la bienvenida a uno de los clubes de fútbol más históricos de Inglaterra a nuestra familia global”, dijo Dan Friedkin. “Everton representa un legado orgulloso, y nos sentimos honrados de convertirnos en custodios de esta gran institución”.
Everton ha sido campeón inglés en nueve ocasiones y ha estado presente en la división superior desde 1954, pero no ha ganado un trofeo importante desde 1995 y ha estado luchando contra el descenso en los últimos años.
Los Toffees ocupan el 16to puesto en la liga de 20 equipos, cuando ha transcurrido aproximadamente la mitad de esta temporada.
La liga nacional más lucrativa y popular del mundo ahora tiene 10 equipos con propietarios estadounidenses.
Arsenal, Aston Villa, Bournemouth, Chelsea, Fulham, Crystal Palace, Ipswich, Liverpool y Manchester United son propiedad mayoritaria de estadounidenses. Manchester City tiene inversores minoritarios estadounidenses en Silver Lake.
Leeds y Burnley, que también tienen dueños estadounidenses, descendieron recientemente de la Premier pero están en una posición decente para volver una vez que concluya la campaña. Leeds está segundo y Burnley tercero.
Moshiri, un empresario británico-iraní, vendió su participación en Arsenal para convertirse en el principal accionista de Everton en 2016. Al final de su gestión, tenía una participación del 94% en el club.
Sus ocho años al mando serán recordados por el derroche de cientos de millones de libras (dólares) en jugadores, la contratación de ocho entrenadores permanentes y el hundimiento del Everton en la incertidumbre financiera, lo que llevó al equipo a tener dos descuentos de puntos la temporada pasada, como castigo a los gastos imprudentes.
Las finanzas del club se vieron particularmente afectadas en marzo de 2022 cuando Everton anunció que había suspendido su principal patrocinio con empresas pertenecientes al magnate ruso de los metales Alisher Usmanov, socio comercial de Moshiri, después de que fue sancionado por la Unión Europea a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania.
Moshiri se despide en momentos en que el Everton se apresta a dejar el Goodison Park, su casa durante años, al cierre de esta campaña. Se mudará al moderno Bramley-Moore Dock.
La venta fue “el mejor resultado para el club y su éxito futuro”, dijo Moshiri.
“A pesar de un contexto geopolítico desafiante, se ha logrado una cantidad significativa en los últimos años, incluida la entrega de un nuevo departamento deportivo, la estabilización de nuestras finanzas y la entrega de nuestro icónico nuevo estadio”, dijo. “Ahora entrego a los nuevos propietarios confiado en las perspectivas para el club y que nuestros increíbles aficionados verán el éxito en el campo que tanto merecen”.
Sin embargo, puede haber cierta preocupación entre los seguidores de Everton sobre los Friedkin, quienes nunca han hablado públicamente en los cuatro años desde que compraron la Roma y son impopulares con los seguidores del club italiano después de realizar cambios de gestión controvertidos, incluido el despido de Daniele De Rossi, el querido excapitán del club, a principios de esta temporada.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
