Duelo de alto octanaje en Ciudad del Motor: Josh Allen y Bills visitan a implacables Lions
Los Lions se han encumbrado como el mejor equipo de la Conferencia Nacional, y debatiblemente de toda la NFL, gracias a un ataque indomable —el mejor de la liga—, un récord de la franquicia de 11 triunfos en fila, un temerario Dan Campbell en el puesto de entrenador y una defensa que concede apenas 18 puntos por partido.
Pero nunca han ganado un Super Bowl.
Los Bills ostentan el segundo mejor registro de la Americana. Su quarterback Josh Allen es el favorito en las casas de apuestas para ganar su primer premio de Jugador Más Valioso y está al frente de una ofensiva que con 30,5 puntos por encuentro es la segunda mejor de la liga. Acumulan siete partidos en fila con al menos 30 unidades a su favor y presumen un envidiable balance.
Pero tampoco han ganado un Super Bowl, jamás.
Claramente, Detroit (12-1) y Buffalo (10-3) tienen mucho en común. Y si alguno de ellos pretende cambiar una larga historia repleta de decepciones para llevar el primer trofeo Lombardi a sus vitrinas, primero tiene que superar el extraordinario desafío que plantea el encuentro del domingo por la tarde en la capital del automóvil antes de pensar en un posible duelo entre ambos el segundo domingo de febrero.
Para Buffalo, sus problemas son evidentes y ninguno de ellos tiene que ver con Allen y su ofensiva. El equipo tiene registro de 0-3 esta temporada cuando concede más de 400 yardas totales y 10-0 cuando logra mantenerse debajo de esa cifra.
Pero la tarea no está del todo trazada para el entrenador Sean McDermott. Cuando no ha sido la defensa contra la carrera la que se doblega, como fue el caso de la derrota ante Baltimore (271 yardas terrestres), ha sido el perímetro -- 330 yardas ante Houston y 320 ante los Rams. El fútbol americano de invierno requiere, invariablemente, de defensiva. Y medirse ante Detroit, también.
Los Lions, por su parte, tampoco han demostrado muchas debilidades. Incluso en su única derrota, en la semana dos ante Tampa Bay, rebasaron las 460 yardas. Han encontrado la manera de ganar un partido en el que Jared Goff lanzó cinco intercepciones, y también han hallado el camino al triunfo cuando su defensiva concede las 500 yardas (semana 4 ante Seattle).
Una de sus mayores fortalezas, sin embargo, puede ser también su mayor debilidad. Las agresivas decisiones de Campbell ya le costaron caro a Detroit en la final de la NFC hace un año en San Francisco.
Ante una ofensiva como la de Buffalo que puede mantenerse paso a paso con cualquiera, lo último que uno quiere es poner más veces el balón en las manos de Allen.
Dos equipos que alguna vez se fusionaron para dar origen a los Phil-Pit Steagles durante la temporada de 1943 debido a la falta de personal por la Segunda Guerra Mundial se encuentran nuevamente en un emparrillado con dos plantillas repletas de talento y la mirada fija en el premio mayor.
Una racha de nueve victorias, la condición de Saquon Barkley como líder corredor de la NFL y la segunda mejor defensiva de toda la liga tienen a los Eagles en una posición privilegiada para ganar el título de la División Este de la NFC por segunda ocasión en tres años. Sólo necesitan un triunfo el domingo.
Al igual en tres de las últimas cuatro semanas, esa victoria vendría ante un equipo con marca ganadora.
Pittsburgh, por su parte, ha disipado todas las dudas que lo colocaron en el limbo de los pronósticos al inicio de la campaña gracias a la resurrección del quarterback Russell Wilson, una defensiva siempre intensa que encabeza a la liga en robos de balón (28) y un ataque comandado por el coordinador de primer año Arthur Smith que ha encontrado la manera de involucrar a todas sus piezas.
Todos estos factores tienen a los Steelers en la antesala de la postemporada por 12da ocasión en 18 temporadas bajo la tutela del entrenador en jefe Mike Tomlin. Para Pittsburgh, sin embargo, los retos empiezan el domingo en un lugar en el que no ha ganado desde 1965.
El calendario lo coloca con partidos consecutivos ante serios aspirantes como Filadelfia, Baltimore y Kansas City en semanas consecutivas.
Si bien son dos equipos completos —y complementarios, el encuentro del domingo por la tarde se reduce a la capacidad de Pittsburgh de frenar a Barkley y a un ataque terrestre que encabeza a la NFL con 190,4 yardas por encuentro. Para los Eagles es imperativo echar a andar la aplanadora. El segundo punto en la agenda es limitar los errores ante un equipo que tiene tres robos de balón en cada uno de sus últimos cuatro cotejos y que ha conseguido la cifra siete veces en la temporada.
A la ofensiva, la situación luce tanto o más complicada para los Steelers, considerando la muy probable ausencia del estelar y volátil receptor George Pickens (55 recepciones y 850 yardas). Una ofensiva que es 10ma en la liga en puntos no tiene el lujo de perder a jugadores de alto calibre como Pickens, menos cuando enfrente está un equipo que no ha concedido más de 23 puntos en sus últimos nueve compromisos.
El jueves, Joshua Karty conectó tres goles de campo en el último cuarto y los Rams de Los Ángeles (8-6) hilvanaron su tercera victoria al derrotar 12-6 a los 49ers de San Francisco bajo una intensa lluvia en la primera mitad. Por San Francisco, el quarterback Brock Purdy completó apenas 14 de 31 para 142 yardas y una intercepción.
La acción continúa el domingo con los siguientes partidos: Cowboys (5-8) en Carolina (3-10); Kansas City (12-1) en Cleveland (3-10); Dolphins (6-7) en Houston (8-5); Jets (3-10) en Jacksonville (3-10); Commanders (8-5) en Nueva Orleans (5-8); Ravens (8-5) en NY Giants (2-11); Bengals (5-8) en Tennessee (3-10); Patriots (3-10) en Arizona (6-7); Colts (6-7) en Denver (8-5); Buccaneers (7-6) en LA Chargers (8-5); y Packers (9-4) en Seattle (8-5).
La jornada concluye el lunes por la noche con una doble cartelera. A primera hora, los Bears (4-9) visitan a Minnesota (11-2). Chicago se ubica en el fondo de la NFL con apenas 290 yardas totales por encuentro. La defensiva de los Vikings es la segunda de toda la liga con 27 robos de balón.
Media hora después, Las Vegas (2-11) recibe a los Falcons (6-7). El quarterback de Atlanta Kirk Cousins ha lanzado ocho intercepciones, sin pase de touchdown, en sus últimos cuatro partidos. Los Raiders sólo han rebasado los 20 puntos en dos ocasiones durante su racha actual de nueve derrotas.
Conferencia Americana
Kansas City: Ya aseguró su noveno título consecutivo de la División Oeste.
Buffalo: Ya tiene en sus manos su quinta corona en fila de la División Este.
Houston: Garantiza el título divisional por segundo año consecutivo con un triunfo aunado a una derrota de Indianápolis.
Pittsburgh: Sella su boleto a postemporada con un triunfo ante Filadelfia o, en su defecto, derrotas combinadas de Miami e Indianápolis.
Conferencia Nacional:
Detroit: Ya aseguró un lugar en playoffs
Filadelfia: Ya tiene un boleto para la postemporada, pero será campeón de la División Este con un triunfo combinado con una derrota de Washington.
Minnesota: Asegura su pase a playoffs con un triunfo o derrotas de Rams o Seahawks.
Green Bay: Avanza a playoffs con un triunfo, y una combinación de otros resultados.