Mahomes y Chiefs buscan contundencia y un nuevo título divisional ante Herbert y Chargers
Patrick Mahomes y los Chiefs ya tienen reservado el boleto a la postemporada, su registro de 11-1 es el mejor de la NFL y parecen en posición privilegiada para conseguir algo nunca antes visto, un tercer título de Super Bowl consecutivo.
Pero hay algo en los actuales campeones que no termina de convencer.
Tal vez sea el hecho de que nueve de sus 11 triunfos esta temporada hayan sido por siete puntos o menos. Quizá que seis de sus victorias se hayan concretado en la última, o penúltima, jugada del encuentro. O puede ser que luego de ocho títulos divisionales, finalmente comienza a disiparse esa sensación de dominio.
“No estamos satisfechos con nuestro estado actual, a pesar de que estamos ganando partidos”, dijo Mahomes a principios de la semana. “Nuestro objetivo en estos últimos juegos es demostrar el equipo que en verdad somos de cara a los playoffs y jugar de esa manera en los playoffs”.
Al final del día, la única estadística realmente importante en la NFL es la de victorias, y los Chiefs tienen más que nadie. Y con unos Chargers en puerta y el título del Oeste de la AFC en juego, Kansas City no va a encontrar mejor oportunidad de demostrar que, después de todo, siguen siendo el bicampeón reinante.
Un paso a la vez. Primero deben reencontrar su esencia ante un rival divisional que tiene cinco triunfos en sus últimos seis encuentros, a la mejor defensiva en puntos admitidos de toda la NFL y ya le presentó firme oposición a los Chiefs en la derrota de 17-10 de la semana 4.
Los Chargers ya demostraron que pueden competir con Kansas City, pero eso no ha sido suficiente, tomando en cuenta que han caído en sus últimos seis enfrentamientos ante los Chiefs. Ahora, con el momento a su favor, un quarterback en Justin Herbert que tiene 10 partidos en fila sin una intercepción, y un rival que transpira cierta sensación de vulnerabilidad, finalmente están en posición de sacudirse el dominio.
Tres victorias consecutivas tienen a Seattle en la cumbre de su división. En el Oeste de la NFC, sin embargo, las cosas pueden cambiar de un momento a otro. Sólo basta preguntarle a su rival del domingo, los Cardinals.
Dos derrotas en fila obligaron a Arizona a ceder el control del sector más competido, por no decir mediocre, de la liga. Pero un segundo enfrentamiento ante los Seahawks en un lapso de tres semanas les ofrece la oportunidad de vengar el revés de 16-6 a manos de Seattle y recobrar la punta.
Hay mucho en juego el domingo en Glendale, Arizona, tomando en cuenta que es prácticamente un hecho que la división enviará a un solo equipo a la postemporada.
Los Seahawks, actualmente en su segunda racha de tres victorias en esta campaña, han derrotado a los Cardinals en siete de sus últimos ocho enfrentamientos. La clave del éxito de Seattle esta temporada es más que evidente: Una defensiva que admite apenas 14,4 puntos por juego en cada una de sus siete victorias a cambio de 32,4 unidades en promedio en sus cinco reveses.
Esas marcadas fluctuaciones no son exclusivas de los Seahawks. De hecho, la ofensiva de los Cardinals anota 28,3 puntos por partido sus seis victorias, en contraste con las 16 en promedio en sus seis derrotas de esta temporada. Es justo decir que ninguno de estos dos equipos ha encontrado un punto de equilibrio.
Inconsistencia e impredictibilidad. La carta de presentación del Oeste de la NFC. Pero no por estos dos equipos son menos peligrosos. Tres de las derrotas de Arizona han sido por siete puntos o menos, y todas ellas ante rivales con al menos 10 victorias esta campaña (Buffalo, Detroit y Minnesota), lo que demuestra que son capaces de competir.
La jornada inició la noche del jueves con Jake Bates conectando un gol de campo de 35 yardas sin tiempo en el reloj para darle a los Lions (12-1) un triunfo en casa 34-31 sobre los Packers (9-4). Detroit impuso una nueva marca de la franquicia con su 12da victoria de forma consecutiva. Josh Jacobs anotó tres touchdowns por Green Bay.
La semana continúa el domingo con los siguientes partidos: Jets (3-9) en Miami (5-7); Falcons (6-6) en Minnesota (10-2); Saints (4-8) en NY Giants (2-10); Panthers (3-9) en Filadelfia (10-2); Browns (3-9) en Pittsburgh (9-3); Raiders (2-10) en Tampa Bay (6-6); Jaguars (2-10) en Tennessee (3-9); Bills (10-2) en LA Rams (6-6); y Bears (4-8) en San Francisco (5-7).
La jornada concluye el lunes por la noche con la visita de los Bengals (4-8) a Dallas (5-7). El quarterback de Cincinnati Joe Burrow es uno siete pasadores en la historia con al menos 30 envíos de touchdown y cinco o menos intercepciones en sus primeros 12 partidos de una temporada, los otros seis llegaron a estas alturas de la campaña con al menos nueve triunfos. Dallas es el segundo peor equipo en efectividad en la zona roja a la ofensiva, y la peor defensiva de la liga en las últimas 20 yardas.
Broncos (8-5), Colts (6-7), Patriots (3-10), Commanders (8-5), Ravens (8-5) y Texans (8-5) tienen semana de descanso.
Conferencia Americana
Buffalo ya aseguró su quinto título consecutivo de la División Este.
Kansas City ya tiene un lugar seguro en la postemporada y un triunfo el domingo le garantizaría su novena corona divisional en fila.
Conferencia Nacional
Detroit: Avanza a los playoffs con un triunfo el jueves ante Green Bay.
Minnesota: Garantizaría un lugar en postemporada con un triunfo y una combinación de resultados, todos involucran una derrota de Arizona.
Filadelfia: Necesita de un triunfo y una combinación de otros dos resultados para sellar un lugar en playoffs.
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El periodista de Associated Press Dave Skretta contribuyó a este despacho desde Kansas City.