En su visita a Angola, Biden afirma que EEUU apuesta todo por África para contrarrestar a China
LUANDA, Angola (AP) — Hablando del “pecado original de nuestra nación”, el presidente Joe Biden visitó el martes un museo de la esclavitud en Angola y examinó unos grilletes y un látigo, pero también se refirió al futuro de África, afirmando que los africanos serán una de cada cuatro personas en 2050 y que el destino del mundo está en sus manos.
La visita de Biden, la primera de un presidente estadounidense a Angola, tiene por objeto promover compromisos por valor de miles de millones de dólares con la nación subsahariana, en lo que calificó como la mayor inversión ferroviaria de Estados Unidos en el extranjero.
“Estados Unidos apuesta por África”, dijo Biden el martes al presidente angoleño, João Lourenço, quien calificó la visita de Biden de punto de inflexión clave en las relaciones entre Estados Unidos y Angola, que se remontan a la Guerra Fría.
Pero incluso cuando el viaje pretendía contrarrestar la influencia de China en el continente africano, de más de 1.400 millones de habitantes, mostrando un compromiso estadounidense de 3.000 millones de dólares para la remodelación ferroviaria del Corredor de Lobito, que une Zambia, Congo y Angola, China anunció su propio movimiento.
El corredor a través del sur de África pretende facilitar el envío de materias primas para la exportación y fomentar la presencia estadounidense en una región rica en minerales críticos utilizados en baterías para vehículos eléctricos, dispositivos electrónicos y tecnologías de energía limpia.
China ya ha realizado fuertes inversiones en la extracción y procesamiento de minerales africanos, y el martes anunció que prohibía las exportaciones a Estados Unidos de galio, germanio, antimonio y otros materiales de alta tecnología. Se produjo un día después de que Estados Unidos ampliara su lista de empresas tecnológicas chinas sujetas a controles.
Durante años, Estados Unidos ha establecido relaciones en África a través del comercio, la seguridad y la ayuda humanitaria. La mejora del ferrocarril de 1.300 kilómetros (800 millas) es diferente, con matices de la estrategia china de infraestructuras Belt and Road en África y otras partes del mundo.
Biden visitará la ciudad costera de Lobito el miércoles para ver la salida al Océano Atlántico del corredor. El proyecto también ha obtenido financiación de la Unión Europea, el Grupo de los Siete principales países industrializados, un consorcio privado dirigido por Occidente y bancos africanos.
No estaba claro qué parte de los compromisos estadounidenses se había cumplido y cuánto dependerá del gobierno de Trump.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que la finalización del corredor “va a llevar años”. Eso significa que gran parte de ella puede recaer en Donald Trump, que tomará posesión el 20 de enero.
Cuando se le preguntó sobre si el proyecto podría seguir adelante sin el apoyo de Trump, Kirby dijo que el gobierno de Biden espera “que ellos también vean el valor”.
Kirby también insistió en que el corredor era algo más que simplemente tratar de superar a Pekín, diciendo que “no estamos pidiendo a los países que elijan entre nosotros y Rusia y China”.
Un angoleño, Ladislau Ngola, de 19 años, calificó la visita de Biden de “muy importante para nuestro país, ya que el Corredor de Lobito creará muchos puestos de trabajo para los jóvenes”. Julião Oliveira dijo que “África en general” también se beneficiaría.
En las lluviosas calles de la capital, Luanda, había una fuerte presencia militar, pero pocos civiles, un cambio sorprendente con respecto a la llegada de Biden el lunes, cuando los espectadores le aclamaban a lo largo de su recorrido.
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El periodista de la AP John Karlos en Luanda, Angola, contribuyó
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
