¿Por qué California tarda semanas en contar votos mientras estados como Florida son más rápidos?
WASHINGTON (AP) — Una semana después del día de las elecciones, las riendas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos dependen de poco más de una docena de contiendas electorales en las que aún no se han determinado los ganadores.
Nueve estados tienen al menos una contienda de la Cámara sin decidir, algunas de las cuales están tan reñidas que se dirigen a un recuento.
Luego está California. Aproximadamente la mitad de las contiendas de la cámara baja aún por decidir están en el estado, que solo ha contado alrededor de tres cuartos de sus votos a nivel estatal.
Esto no es inusual ni inesperado, ya que el estado más poblado del país es sistemáticamente uno de los más lentos en comunicar todos sus resultados electorales. Si se compara con un estado como Florida, el tercero más grande, que terminó de contar sus votos cuatro días después del día de las elecciones.
Lo mismo ocurrió hace cuatro años, cuando Florida comunicó los resultados de casi el 99% de los votos emitidos pocas horas después del cierre de las urnas. En California, casi un tercio de las papeletas seguían sin escrutarse después de la noche electoral, y el estado actualizó el recuento casi a diario hasta el 3 de diciembre, un mes después de la jornada electoral.
Estas diferencias en la forma en que los estados realizan el recuento –y el tiempo que lleva– existen porque la Constitución establece principios generales para la elección de un gobierno nacional, pero deja los detalles en manos de los estados. Las decisiones tomadas por los legisladores estatales y los funcionarios electorales al resolver esos detalles afectan a todos los aspectos, desde cómo los votantes emiten su voto hasta la rapidez con la que se realiza la tabulación y la publicación de los resultados, cómo se mantienen seguras las elecciones y cómo los funcionarios mantienen la confianza de los votantes en el proceso.
La diferencia entre el momento en que California y Florida pueden finalizar su recuento es consecuencia de que los funcionarios electorales de ambos estados han optado por hacer hincapié en cuestiones distintas y establecer prioridades diferentes. A continuación, se exponen las diferencias:
Los legisladores de California diseñaron sus elecciones para mejorar la accesibilidad y aumentar la participación. Ya sea recibiendo automáticamente una papeleta en casa, teniendo hasta el día de las elecciones para entregarla o disponiendo de varios días para solucionar cualquier problema que pueda surgir con su papeleta, los californianos disponen de mucho tiempo y oportunidades para votar. Ello se produce a expensas de conocer el recuento final de votos poco después del cierre de las urnas.
“Nuestra prioridad es tratar de maximizar la participación de los votantes registrados activamente”, dijo el miembro demócrata de la Asamblea Marc Berman, autor del proyecto de ley de 2021 que cambió permanentemente el estado a elecciones totalmente por correo. “Lo que eso significa es que las cosas son un poco más lentas. Pero en una sociedad que quiere gratificación inmediata, creo que nuestra democracia vale la pena tomarse un poco de tiempo para hacerlo bien y crear un sistema en el que todos puedan participar”.
California, que durante mucho tiempo ha tenido una cultura de voto por correo, empezó a avanzar hacia las elecciones exclusivamente por correo la década pasada. Los sistemas exclusivamente por correo casi siempre prolongan el recuento. Los votos por correo requieren pasos de verificación adicionales –cada uno debe ser abierto individualmente, validado y procesado– por lo que pueden tardar más en tabularse que los votos emitidos en persona que luego se introducen en un escáner en un colegio electoral de barrio.
California aprobó en 2016 un proyecto de ley que permite a los condados optar por las elecciones totalmente por correo antes de instituirlo en todo el estado de forma temporal en 2020 y consagrarlo en la ley a tiempo para las elecciones de 2022.
Los estudios revelaron que los primeros estados en instituir las elecciones exclusivamente por correo –Oregón y Washington– registraron una mayor participación. Los votos por correo también aumentan la probabilidad de que un votante emita un voto completo, según Melissa Michelson, politóloga y decana del Menlo College de California, que ha escrito sobre la movilización de los votantes.
En los últimos años, los miles de votantes de California que depositan sus votos por correo el día de las elecciones han creado un cuello de botella en la noche electoral. En las últimas cinco elecciones generales, California ha tabulado una media del 38% de sus votos después del día de las elecciones. Hace dos años, en las elecciones de mitad de mandato de 2022, la mitad de los votos del estado se contabilizaron después del día de las elecciones.
Los recuentos más lentos han venido acompañados de plazos más tardíos para el voto por correo. En 2015, California implementó su primer plazo de sellado postal, lo que significa que el estado puede contar las papeletas de voto por correo que llegan después del día de las elecciones, siempre y cuando el Servicio Postal reciba la papeleta antes del día de las elecciones. Berman dijo que el plazo de sellado postal permite al estado tratar el correo como si fuera una urna para evitar castigar a los votantes que emiten sus votos correctamente, pero se ven afectados por los retrasos postales.
Inicialmente, la ley decía que las papeletas que llegaran en los tres días anteriores a las elecciones se considerarían emitidas a tiempo. Este año, las papeletas pueden llegar hasta una semana después de la jornada electoral, por lo que California no sabrá cuántas papeletas se han emitido hasta el 12 de noviembre. Este plazo significa que California contará las papeletas al menos hasta esa semana, ya que las papeletas que lleguen hasta ese momento podrían seguir siendo válidas y añadirse al recuento.
El sistema electoral de Florida está orientado hacia una tabulación rápida y eficiente. Tras las desastrosas elecciones presidenciales de 2000, en las que la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió una disputa sobre el recuento y George W. Bush fue declarado vencedor en el estado frente a Al Gore, el estado tomó medidas para estandarizar sus sistemas electorales y limpiar su escrutinio, o el proceso de confirmar los votos emitidos y contados.
El representante republicano Bill Posey, que como senador estatal fue el promotor de la Ley de Reforma Electoral de Florida de 2001, dijo que los dos objetivos de la ley –contar todos los votos legales y garantizar que los votantes confíen en que sus votos han sido contados– se lograron al exigir escáneres ópticos de papeletas en todos los distritos electorales. Este cambio “tan significativo” supone que ya no habrá papeletas electorales mal perforadas (los llamados “hanging chads”) en Florida. Los escáneres leen y agregan los resultados de las papeletas y devuelven inmediatamente las que contienen errores.
Los plazos de Florida se fijan para evitar que las papeletas lleguen más tarde de la hora en que los funcionarios accionan las máquinas tabuladoras. El estado tiene una fecha límite de recepción de los votos por correo, lo que significa que los votos que no lleguen antes de las 7 de la tarde (hora local) del día de las elecciones no se contabilizan, independientemente de cuándo se hayan enviado por correo.
Michael T. Morley, profesor de derecho electoral en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Florida, señaló que los funcionarios electorales de Florida pueden empezar a procesar las papeletas, pero no contarlas, antes del cierre de las urnas. Esto ayuda a acelerar el proceso, especialmente en comparación con los estados que no permiten a los funcionarios procesar los votos por correo antes del día de las elecciones.
“Pueden determinar la validez de las papeletas, confirmar que deben contarse y pasarlas por las máquinas”, dijo Morley. “Pero no pueden pulsar el botón de recuento”.
Florida toma medidas para evitar un prolongado tira y afloja sobre papeletas potencialmente problemáticas. En los distritos electorales, los escáneres ópticos detectan algunos problemas, como la selección de demasiados candidatos por parte de un votante, que pueden solucionarse in situ. Además, cualquier votante que haya devuelto una papeleta de voto por correo con una firma que no coincida o que falte tiene hasta las 5 de la tarde, dos días después de las elecciones, para presentar una declaración jurada que lo solucione. California da a los votantes hasta cuatro semanas después de las elecciones para resolver tales inconsistencias.
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Esta historia forma parte de Explaining Election 2024, una serie de The Associated Press concebida para ayudar a comprender la democracia estadounidense.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.