Elecciones judiciales en Bolivia, en vilo por fallos contradictorios y pugnas políticas

LA PAZ, Bolivia (AP) — Las elecciones judiciales en Bolivia, previstas para diciembre, están en vilo tras los reclamos de varios aspirantes que quedaron fuera de las listas y tres fallos judiciales contradictorios que podrían detener la renovación de jueces de altos tribunales, un proceso que acumula un retraso de más de un año, en medio de las pugnas en el oficialismo.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) se reunió el miércoles para analizar qué medidas tomar ante esta crisis después de que en menos de 24 horas, tribunales de tres regiones — La Paz, Beni y Pando— emitieron fallos contradictorios: dos que ordenan la suspensión del proceso electoral por supuestas irregularidades y uno que insiste en mantenerlo.

Los actuales magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Constitucional, Tribunal Agroambiental y del Consejo de la Magistratura —que deberían ser reemplazados en las elecciones de diciembre— están prorrogados en sus cargos desde enero. Una de las causas es la falta de consenso en el Legislativo.

En Bolivia, los jueces se eligen por voto popular tras un proceso que inicia en la Asamblea Nacional. Allí, se requiere una mayoría de dos tercios para aprobar una comisión que selecciona a los candidatos que finalmente aparecerán en la papeleta electoral.

Uno de los principales obstáculos ha sido la imposibilidad del Legislativo para alcanzar esa mayoría debido a las pugnas internas entre las dos facciones del partido gobernante que, al dividirse, perdió la mayoría legislativa con la que llegó tras las elecciones que dieron la victoria a Luis Arce.

Tras meses de negociaciones en la Asamblea, el proceso pudo iniciar en julio gracias a un acuerdo entre las distintas fuerzas políticas —el oficialismo y algunos partidos de oposición— pero sin la facción del partido de gobierno que lidera el expresidente Evo Morales.

Ha habido un “manoseo político” en el proceso de elecciones judiciales, dijo a The Associated Press el analista William Bascopé. “Todo esto termina en una disputa interna entre los partidarios de Evo, que están desesperados porque los actuales magistrados salgan y los partidarios de Arce que de alguna forma les beneficia que continúen”, agregó.

Fueron precisamente algunos de los jueces prorrogados que dieron de baja un fallo previo que abría la posibilidad a la reelección indefinida, coartando las pretensiones de Morales de volver a postularse a la presidencia de Bolivia.

En enero el exmandatario y sus partidarios exigieron que se organicen las elecciones judiciales con manifestaciones que bloquearon la región central de Cochabamba, en el centro del país.

Adicional al manoseo político que ha dificultado el proceso, los dos fallos judiciales que ordenan suspender la elección de magistrados prevista para diciembre, abre la posibilidad de una nueva prórroga. Ambos fallos ocurren en la fase final del proceso, cuando los vocales del TSE ya habían incluso hecho público cómo se verían las boletas de votación con los candidatos a magistrados que podrían quedar fuera si el proceso vuelve a su inicio.

El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi Quispe dijo que el proceso electoral "tiene los tiempos justos” y que, con los fallos interpuestos por dos postulantes que no clasificaron, se tendría que elegir nuevamente a los aspirantes a dos de los cuatro tribunales que deben ser renovados.

Eso significa que el proceso volvería al inicio, en el Legislativo y las elecciones previstas para el 1 de diciembre no se podrían realizar.

“Los actuales magistrados ya han cumplido su mandato constitucional de seis años", dijo el analista constitucionalista, dijo Bascopé, por lo tanto, una prórroga adicional sería inconstitucional, añadió.

El Defensor del Pueblo Pedro Callisaya y el ministro de Justicia, César Siles, se pronunciaron el miércoles, el primero para exigir al Tribunal Constitucional que adopte medidas para garantizar que las elecciones se mantengan el 1 de diciembre; el segundo, para exhortar a los magistrados que den por finalizado el “embrollo jurídico”.

El expresidente Evo Morales, quien enfrenta una investigación penal por trata de personas y estupro, continúa liderando protestas en el centro del país. Sus partidarios han bloqueado por tercer día consecutivo carreteras clave que conectan el oriente con el occidente del país, en un intento de presionar por el cambio de los magistrados actuales.

Varias organizaciones internacionales han cuestionado la independencia del poder judicial en Bolivia y ha pedido reformas urgentes.

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