Los datos contradicen afirmaciones de Trump de que migrantes acaparan "empleos negros" o "hispanos"
WASHINGTON (AP) — El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, promete las mayores deportaciones de la historia en Estados Unidos si es elegido, un plan que ha defendido en parte bajo la idea de que los inmigrantes que están en el país de forma legal e ilegal están robando lo que describe como “empleos negros” y “empleos hispanos”.
Sin embargo, los datos del gobierno muestran que el empleo inmigrante contribuye al crecimiento económico y presta oportunidades de ascenso para los trabajadores nacidos en el país. Además, una deportación masiva les costaría a los contribuyentes hasta un billón de dólares y podría suponer una brusca subida en el coste de la vida, incluidos alimentos y vivienda, según los economistas.
A continuación, un vistazo a la inmigración y el mercado laboral de Estados Unidos, y lo que podría suponer el plan de Trump para la economía estadounidense.
Trump, que suele lanzar mensajes contra los inmigrantes, ha mencionado durante su campaña a inmigrantes que según dice se están quedando “empleos negros” y “empleos hispanos”.
En un mitin reciente en Reading, Pensilvania, Trump dijo que “tienen ustedes una invasión de gente en nuestro país”.
“Van a atacar, y ya lo están haciendo, empleos de población negra, los empleos de población hispana, y están atacando empleos sindicados también”, dijo Trump. “De modo que cuando vean la frontera, no es sólo la delincuencia. También se están quedando sus empleos”.
Las palabras de Trump sobre los empleos han sido ampliamente condenadas por líderes negros y demócratas, que las describen como una forma racista e insultante de insinuar que los estadounidenses negros e hispanos ocupan empleos poco cualificados.
Janiyah Thomas, director de Team Trump Black Media, dijo a The Associated Press que los demócratas “siguen priorizando los intereses de los inmigrantes ilegales por encima de nuestros propios estadounidenses negros que nacieron en este país”, y que los avances en empleo durante el mandato de Biden en el mercado laboral se debían principalmente a la inmigración irregular.
Según los últimos datos del Sondeo de Población Actual de la Oficina de Estadísticas Laborales, para 2023 los trabajadores negros nacidos en el país estaban empleados de forma mayoritaria en operaciones financieras y gerencia, así como en puestos de ventas y apoyo en oficinas, mientras que los trabajadores latinos nacidos en el país trabajaban con más frecuencia en gerencia, apoyo en oficinas, ventas y servicios.
Los trabajadores negros nacidos en el extranjero tendían a trabajar más en transportes y puestos de auxiliar de salud, mientras que los trabajadores hispanos nacidos fuera de Estados Unidos trabajaban con más frecuencia en construcción y limpieza de recintos y edificios.
En 2023, los migrantes internacionales, principalmente de América Latina, supusieron más de dos tercios del crecimiento de la población en Estados Unidos, y en lo que va de década han supuesto casi tres cuartos del crecimiento estadounidense.
Tras alcanzar un máximo récord en diciembre de 2023, el número de migrantes que cruza la frontera se ha desplomado.
Los asesores de Trump reiteran la afirmación de que los inmigrantes arrebatan oportunidades de empleo a los estadounidenses nacidos en el país. A menudo citan un reporte producido por Steven Camarota, director de investigación del Center for Immigration Studies, un centro de estudios de tendencia conservadora que aspira a reducir el flujo de inmigración en Estados Unidos. El reporte combina datos de empleo de inmigrantes con permiso de residencia y de otros en situación irregular para reforzar la afirmación de que los extranjeros impulsan de forma desproporcionada el crecimiento del empleo en Estados Unidos y obtienen la mayoría de sus beneficios.
El informe de Camarota dice que en mayo de 2024 había 971.000 estadounidenses nacidos en el país con trabajo más que en mayo de 2019, antes de la pandemia, mientras que el número de inmigrantes empleados se incrementó en 3,2 millones.
Es cierto que los migrantes internacionales se han convertido en un impulso principal del crecimiento de población en esta década, lo que aumenta su porcentaje de la población general porque nacen menos niños en Estados Unidos que en el pasado. Esos son datos del la Oficina del Censo de Estados Unidos y el Sondeo de Comunidades de Estados Unidos, un estudio anual.
Los economistas que estudian el impacto del trabajo inmigrante en la economía dicen que la gente que está en Estados Unidos sin permiso de residencia no está quitando empleos a los ciudadanos de origen, porque los trabajos que asumen son en la mayoría de los casos puestos que los trabajadores locales no quieren ejercer, en sectores como agricultura y procesamiento de comida.
Giovanni Peri, economista laboral en la Universidad de California, campus de Davis, hizo una investigación sobre el impacto de la llegada de inmigrantes cubanos a Miami en 1980 (el llamado Éxodo de Mariel) sobre el empleo entre trabajadores negros. El estudio concluyó que los salarios de los trabajadores negros e hispanos de Miami subieron por encima de los de otras ciudades que no recibieron un gran número de trabajadores inmigrantes.
Peri dijo a AP que la presencia de nuevos trabajadores inmigrantes a menudo mejora las perspectivas de empleo de los trabajadores locales, que con frecuencia tienen competencias y conocimientos de idiomas distintos a los de los nuevos inmigrantes.
Además, no hay un número fijo de empleos en Estados Unidos, y los inmigrantes tienden a contribuir a que sobrevivan empresas que ya existen, abriendo nuevas oportunidades para los trabajadores nacidos en el país. Además, en este momento hay más empleos disponibles que trabajadores disponibles para ocuparlos. Los ciudadanos nacidos en Estados Unidos tienen escaso interés en puestos arduos como la producción de alimentos y la agricultura.
“Tenemos muchos más puestos vacantes que trabajadores en esta clase de empleo manual, de hecho necesitamos muchos más para ocupar estos puestos”, dijo Peri.
Stan Marek, que tiene unos 1.000 empleados en su firma de construcción de Houston, Marek Brothers Holdings LLC, dijo que lo ha visto de primera mano.
Cuando se le preguntó si los inmigrantes que están en Estados Unidos sin permiso de residencia están arrebatando empleos a los trabajadores nacidos en el país, dijo “Absolutamente no, sin duda”.
“Muchos de mis trabajadores se están retirando y sus hijos no van a trabajar en construcción y en oficios”, explicó Marek. Añadió que Estados Unidos necesita un sistema de identificación que aborde las preocupaciones de seguridad nacional para que los que están en el país de forma ilegal puedan trabajar.
“No hay suficientes obreros aquí”, añadió.
Los datos también muestran que cuando no hay trabajadores suficientes para ocupar esos puestos, las empresas los automatizan con inversiones en maquinaria y tecnología, en lugar de buscar trabajadores nativos.
El economista de la Universidad de Darmouth Ethan Lewis dijo que "hay mucha investigación sobre el impacto de la inmigración en el mercado laboral en Estados Unidos, de la que la mayoría concluye que el impacto sobre los trabajadores menos cualificados es bastante pequeño, y en todo caso, los inmigrantes pueden crear empleos para trabajadores nacidos en Estados Unidos, más que 'quitárselos'”.
Trump ha dicho que se centraría en detener a migrantes utilizando a la Guardia Nacional, cuyos efectivos pueden activarse por orden de un gobernador.
Peri dijo que un programa de deportación le costaría a Estados Unidos un billón de dólares y supondría pérdidas enormes para la economía estadounidense. El coste de los alimentos y otros productos básicos se dispararía.
“Son contribuyentes enormes de nuestra economía y no tendríamos frutas y verduras, no tendríamos nuestros jardines”, dijo, si la campaña de deportación se concreta.
Como la fuerza laboral formada por personas que están en Estados Unidos de forma ilegal supone en torno al 4% del PIB estadounidense anual, estimó que una deportación masiva supondría unas pérdidas de aproximadamente un billón de dólares.
“Es un coste que es espectacular en cuando a pérdida de ingresos, pérdida de producción, y habrá un coste logístico de organizar esto”, dijo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo este mes en una entrevista en un podcast con David Axelrod que los trabajadores inmigrantes “son una importante fuente de crecimiento de la fuerza de trabajo”.
“Ayuda a la economía a crecer sin privar a otra gente de empleos”, explicó. “No es un juego de suma cero en ningún caso”.