Qué significa la felicidad

Qué significa la felicidad

La felicidad es un estado que puede tener muchos significados; hemos buscado la felicidad por tanto tiempo; creo que todos, incluida yo, buscamos ser felices. Ahora ser feliz es algo bastante relativo, porque lo que a mí me hace feliz o lo que yo busco para ser feliz, puede ser sumamente diferente a las ideas de felicidad que otra persona puede tener.

Ahora, ¿la felicidad qué es? Es un sentimiento, es un estado temporal, es una decisión, es una forma de vida. Lo cierto es que es algo que todos buscamos y que necesitamos para sentirnos completos.

La felicidad trae implícita la idea de sentirnos bien; ahora que me hace sentir bien, será el hecho de poder haberme comprado el coche o el último celular que está de moda. Poder tener dinero para viajar y presumir mis viajes por las redes sociales; o será tener como pareja al galán que todas quieren. Sí, claramente, todo esto me hará sentir feliz, pero esta felicidad no es más que producto de la hormona dopamina que genera nuestro cuerpo. Al obtener esa especie de recompensa que nos otorga esta hormona, esa ilusión o esa novedad que te da recibir algo que no tenías, seguramente te hará feliz, pero esta felicidad no durará más que un instante, porque así como llega, así de rápido se va.

Esta hormona dopamina nos lleva a buscar en el placer momentáneo sentir alivio por un instante; nos complace y nos hace sentir menos estrés, menos ansiedad y a veces menos dolor, pero lamentablemente esto no es permanente, como ya lo dije, solo dura un instante, pues cuando se te pasa el efecto de adormecimiento vuelves a sentirte incompleto, como si te faltara algo y vas a empezar a intentar llenar ese vacío buscando en el consumismo aquello que te otorgue esa felicidad aunque sea momentánea. Es así como se generan las adicciones, cuando necesitas tanto algo para poder aliviar tu dolor, para descansar por un momento de aquello que te aflige, aunque sea por un instante.

Tu cerebro se acostumbra a esa recompensa inmediata, a ese estado de adormecimiento, pero la triste realidad es que por más que busques esa felicidad nunca es suficiente, nunca te llenas por completo y vas a estar permanentemente en busca de ella a través de una recompensa inmediata.

En el consumismo vemos esta realidad de felicidad momentánea; buscamos tener y tener cosas. Es aquí donde aparecen las necesidades creadas por la variada publicidad que se hace a través de la mercadotecnia, digo creada, porque es así, ya que se crean estas necesidades que no son más que una estrategia de venta, las cuales buscan a aquellas personas sedientas por recibir esa felicidad momentánea que generan las compras impulsivas y el consumismo innecesario. Quien no ha caído en esta trampa, que tire la primera piedra. Creo que todos en algún momento nos dejamos tentar por la oferta, la rebaja, el descuento que es solo por hoy y nos hemos sumergido en ese mundo de tener cosas y comprar sin siquiera saber si vamos a usar ese vestido o esa cartera en alguna ocasión. La cosa es tenerlo a cómo dé lugar y no desperdiciar la oportunidad de la mencionada oferta. O simplemente nos compramos el artículo de moda, porque nos hace sentir bien en ese momento de estrés o de tristeza, y es como si nos aliviara por un instante y nos distrajera para no sentir, ni vivir la incomodidad de tener que lidiar con nuestra realidad y con nuestros sentimientos...

Estamos convencidos muchas veces de que seremos felices cuando adquiramos ciertas cosas, como por ejemplo la casa soñada, el automóvil último modelo, el novio rico o el viaje soñado. Luchamos por obtener todo esto. Vivimos empecinados para obtener todo esto que en nuestra mente creemos que nos llevará a la ansiada felicidad. Estamos pendientes de lo que nos falta, de lo que necesitamos, de lo que no hemos logrado; se nos olvida mirar lo que sí tenemos, lo que sí logramos y lo que sí nos genera verdadera paz y felicidad. Con esto me refiero a por ejemplo tener salud, pues muchas veces no valoramos esta situación. Si bien mi madre siempre me dijo que la mayor riqueza del pobre es la salud y claramente tenía razón, porque estar enfermo y limitado a ser ciertas cosas, porque tu salud no te lo permite, esto sí es decepcionante... Entonces, tener salud para nosotros mismos y nuestros seres queridos podría considerarse una de las cosas por las cuales deberíamos ser más que felices.

Tener una casa donde llegar a descansar después de una jornada laboral y que te reciba tu gata desde el techo maullando como loca de felicidad, porque tú estás llegando al hogar, es impagable. Pues haber llegado al hogar ese día cuando había una probabilidad de que no lo hicieras, ya que el destino nadie lo sabe ni lo conoce, es una alegría y una felicidad que a veces no vemos ni valoramos.

El afecto y el amor que nos otorgan las personas que amamos, nuestros padres, hijos, amigos y pareja, es algo que tampoco se puede comprar, que a veces no apreciamos, y es una felicidad que se mantiene en el tiempo, que no se desvanece, pues allí está siempre a nuestro alrededor.

En resumen, si cada uno apreciara que la felicidad se compone de todo aquello que agradecemos, de aquello que tenemos y que a veces no vemos; se compone de la decisión de ser felices cada día, apreciando las pequeñas cosas que están a nuestro alrededor.

Cada uno elige valorar y apreciar aquello que nos llena, que nos hace bien, aquello que nos da paz. Porque definitivamente, las cosas que a veces vemos como necesidades creadas por el consumismo o por nuestro ego, no son más que espejismos, que se desvanecen en un instante momentáneo de felicidad, pero la verdadera felicidad la da el hecho de apreciar lo que tenemos y lo que hemos logrado con nuestro esfuerzo y perseverancia y lo que sí hemos podido mantener en nuestras vidas de forma permanente, como una familia, un trabajo que me gusta, una vida sana y consciente y verdaderos amigos.

Cada uno puede ser feliz si así lo decide, pues la felicidad a mi parecer no es más que una decisión de apreciar y valorar lo que la vida nos entrega día a día. ¿Tú qué opinas?