Orbán minimiza comentario de asistente de que Hungría no habría luchado contra una invasión rusa
BUDAPEST (AP) — Hungría siempre se ha defendido y siempre se defenderá de los ataques extranjeros, dijo el viernes el primer ministro Viktor Orbán luego que uno de sus colaboradores más cercanos generó polémica al sugerir que Hungría no habría luchado contra una invasión rusa como lo ha hecho Ucrania.
En declaraciones a la radio estatal, Orbán intentó restar importancia a los comentarios de su director político, Balázs Orbán, que provocaron indignación entre muchos en Hungría y causaron exhortos de dimisión.
En un podcast el miércoles, Balázs Orbán, que no tiene parentesco con el primer ministro, dijo que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy había tomado una decisión “irresponsable” al optar por defender militarmente a su país después que Moscú lanzara su invasión a gran escala en febrero de 2022. Hungría, dijo, ha aprendido que las “valiosas vidas húngaras” deben tratarse con precaución en lugar de “ofrecerlas” para su defensa.
El primer ministro Orbán calificó el comentario como “una declaración ambigua, que en este contexto es un error”.
Destacó que Hungría “siempre se ha defendido, se defenderá hoy y seguirá defendiéndose en el futuro por todos los medios posibles”.
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Hungría, miembro de la OTAN, ha adoptado una postura adversaria hacia su vecino y ha tratado de bloquear, retrasar o diluir los esfuerzos de la Unión Europea para brindar apoyo financiero y militar a Kiev y aprobar sanciones a Moscú sobre su guerra.
Tales esfuerzos han generado acusaciones de muchos mandatario europeos de que Hungría está actuando para dividir la UE y promover los intereses rusos.
Las declaraciones de Balázs Orbán enojaron a muchos en Hungría, quienes las consideraron una sugerencia de que los combatientes húngaros en un levantamiento antisoviético en 1956 habían cometido un error al resistir la ocupación soviética. Ese levantamiento finalmente fue aplastado por el Ejército Rojo, con la muerte de unos 3.000 civiles y la destrucción de gran parte de la capital, Budapest.