El miedo al fracaso

El miedo al fracaso

No hay algo que aterre más a una persona que la idea de fracasar; no solo es el sentimiento del fracaso en sí mismo, sino también el miedo que da sentirse rechazado. Estos sentimientos son los que nos paralizan y muchas veces no nos dejan avanzar en la vida.

A veces nos quedamos con una idea, un proyecto que podría resultar de manera muy exitosa, pero el miedo no nos deja dar los pasos para concretarlo. Te pones a pensar en todo aquello que no podría resultar, aquello que podría salir mal y te colocas en todos los escenarios más catastróficos posibles, sin barajar la idea de que también podría salir bien. Es que estamos más acostumbrados a pensar en negativo que en positivo; será que es más fácil pensar en que esto no va a resultar que pensar en las probabilidades de éxito. Y es así como una buena idea o proyecto se va al tacho de la basura, solo porque no nos atrevemos a enfrentar esta posibilidad de derrota.

Otra forma de no avanzar es cuando no hacemos las cosas por miedo al rechazo; no nos atrevemos, por ejemplo, a pedir un aumento de sueldo cuando sabemos que lo merecemos, o no nos atrevemos a cambiarnos de trabajo por miedo a la inseguridad que esto conlleva... No nos atrevemos a salir con la persona que nos gusta y ni siquiera intentamos invitarle a una cita porque está latente ese miedo a ser rechazados. Pues ciertamente, cada vez que nos han rechazado en la vida, no lo supimos canalizar y esto fue disminuyendo nuestra autoestima y haciéndonos algo más inseguros, motivo por el cual, ante una nueva oportunidad, no nos atrevemos y nos quedamos en nuestra zona de confort sin salir de allí, ya que es más fácil conformarse que intentar dar ese paso para llegar a la meta.

Si solo las personas pudieran ver la gran oportunidad que hay frente a un fracaso o frente a un rechazo de adquirir nuevas experiencias y oportunidades para así trascender hacia un nivel superior, donde hay crecimiento y evolución personal, seguramente lo intentarían más... El rechazar estos sentimientos que nos paralizan solo hace que no logremos salir de nuestra comodidad y que nos vayamos estancando como personas. Es necesario enfrentar los miedos, es necesario enfrentar el temor a lo incierto, porque al hacerlo no solo vamos a generar experiencia, sino también nos iremos haciendo personas más resilientes, que adquirirán las habilidades para enfrentar cada desafío que la vida les vaya poniendo por más duro que sea, logrando así un gran desarrollo personal.

Necesitamos cambiar nuestra percepción y mentalidad frente a aquello que nos da temor, hay que ver estas posibilidades como un desafío, como una oportunidad de crecimiento, tenemos que dejar atrás estas creencias limitantes que hemos llevado en nuestra mente por las experiencias pasadas, ya que no toda acción está destinada al fracaso y si aquello que buscabas no resulta, tampoco debe ser observado como fracaso, sino que como un acierto de éxito,  ya que el atrevernos también debe considerarse como una acción positiva y de logro que a la larga nos va a generar herramientas para intentar una y otra vez aquello que anhelamos, pues si ya vivimos una situación similar donde las cosas no resultaron como hubiéramos querido, sabremos enfrentarnos después a otros sucesos con menos frustración, menos dolor, porque ya habremos vivido dicha experiencia, por lo que no se nos hará tan difícil de asimilar y será más fácil salir de ese trance que es el desacierto, sintiéndonos más fuertes y más sabios, pues en el error siempre está la oportunidad de crecimiento.

En resumen, cada fracaso nos lleva al camino del acierto. Es una forma de ensayar la partida para llegar a la meta y es de esta manera que debemos percibirlo.

Con cada fracaso probablemente te vas a sentir mal, pero también vas a aprender alguna cosa y vas a sacar la mejor de las experiencias, que te hará más sabio, para después no cometer los mismos errores. La experiencia es la base del éxito, por lo tanto, no temas en intentar una y otra vez aquello que anhelas.

Y por último, no veas el fracaso como una decepción sino como una motivación, porque cada vez que intentas algo es un motivo de celebración, porque te atreviste, lo hiciste enfrentando el miedo, el temor de que esto no resulte; sin embargo, diste un paso más allá, mientras otros se quedan sentados esperando que se les pase la vida; en cambio,  tú fuiste más allá de tus miedos y lograste enfrentarlos, y esto es el verdadero éxito en la vida. ¿Tú qué piensas?