Secretario general de la ONU dice que la actual situación mundial es “insostenible”
NACIONES UNIDAS (AP) — El secretario general de la ONU advirtió el martes ante líderes mundiales que la impunidad, la desigualdad y la incertidumbre llevan a la civilización moderna hacia “un barril de pólvora que corre el riesgo de envolver al mundo”, en el más reciente de un número cada vez mayor de llamados hechos en los últimos años por António Guterres, que afirma que la situación mundial se vuelve intolerable e insostenible.
“No podemos seguir así”, dijo el secretario general en una alarmante discurso sobre el estado del mundo al inicio de la reunión de alto nivel de las 193 naciones miembro de Naciones Unidas.
Indicó que el mundo se encuentra en “una era de transformación épica” y enfrenta desafíos nunca antes vistos, con la profundización en las divisiones geopolíticas, el calentamiento global y guerras que sacuden Oriente Medio, Ucrania, Sudán y otras partes, sin que se sepa cómo terminarán.
“Nos acercamos a lo inimaginable —un barril de pólvora que corre el riesgo de envolver al mundo”, dijo Guterres a presidentes, primeros ministros y ministros en el enorme salón de la Asamblea General.
Sin embargo, no llegó a afirmar que no existen esperanzas. “Los desafíos que enfrentamos”, dijo, “pueden resolverse”.
La reunión de los líderes mundiales inició bajo la sombra de las crecientes divisiones, guerras de gran magnitud en Gaza, Ucrania y Sudán, y la amenaza de un conflicto aún mayor en toda la zona de Oriente Medio. Eso, dijo Guterres, no se ve favorecido por lo que describió como una creciente impunidad en todo el mundo — por parte de los líderes y de muchas otras personas.
“No puedo recordar una época de mayor peligro que está”, dijo el rey Abdula II de Jordania.
Guterres calificó a la situación en Gaza como “una pesadilla incesante que amenaza con arrastrar con ella a toda la región”. Dijo que la escalada de ataques aéreos a través de la frontera entre Israel y Líbano ha puesto a este último “en el límite”. En Ucrania, dijo, no hay señales del fin de la guerra que siguió a la invasión rusa de febrero de 2022. En Sudán, señaló, “una brutal lucha de poder ha desatado una violencia espantosa que ha incluido violaciones y agresiones sexuales generalizadas” y “se desarrolla una catástrofe humanitaria mientras se expande la hambruna”.
El jefe de Naciones Unidas también señaló los “terribles niveles de violencia y sufrimiento humano” desde Myanmar y el Congo hasta Haití, Yemen y más allá, así como la creciente amenaza terrorista en la región africana de Sahel. Dijo que la Cumbre del Futuro, que precedió al inicio de la reunión mundial del martes y que tendrá una duración de casi una semana, fue un primer paso. “Pero aún tenemos mucho camino que recorrer”.
En la cumbre de dos días, las naciones del mundo adoptaron un “Pacto para el Futuro” que establece un programa de 42 páginas para comenzar a abordar los desafíos que van desde abordar el cambio climático y la pobreza hasta poner barreras de protección a la inteligencia artificial y reformar a la ONU y otras instituciones globales establecidas después de la Segunda Guerra Mundial para satisfacer las necesidades de amenazas del siglo XXI.
Guterres dijo que, para enfrentar los desafíos de un mundo “en una vorágine”, es necesario enfrentar a los tres elementos que impulsan la “insostenibilidad”: la incertidumbre de los riesgos no manejados, la desigualdad que subyace a las injusticias y rencores, y la impunidad que socava las leyes internacionales y los principios fundamentales de la ONU.
“Hoy, un creciente número de gobiernos y otros actores se sienten con derecho a una tarjeta de ‘salir de la cárcel’”, dijo, en referencia al juego de mesa clásico Monopoly.
En su último discurso ante sus homólogos, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que reconocía los desafíos de Gaza, Ucrania, Sudán y otros puntos neurálgicos mundiales, pero que no pierde la esperanza.
“Siempre habrá fuerzas que separen a nuestros países… un deseo de retirarse del mundo e ir por cuenta propia”, dijo. “Nuestra tarea es asegurarnos de que las fuerzas que nos unen sean más fuertes que las que nos separan.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país fue el primero en hablar, en una tradición que se remonta a los primeros días de la ONU, criticó los ataques de Israel en Gaza y Líbano diciendo: “El derecho a la autodefensa se convirtió en un derecho a la venganza, que evita llegar a un acuerdo para la liberación de los rehenes y retrasa un cese al fuego”.
Lula lamentó el aumento en el gasto militar mundial por noveno año consecutivo, hasta alcanzar 2,4 billones de dólares. “Esos recursos pudieron haberse usado para combatir el hambre y afrontar los desafíos climáticos”, dijo.
También hablaron el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el rey Abdula de Jordania y el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian.
El líder iraní acusó el lunes a Israel de buscar una guerra más amplia en Oriente Medio y de poner “trampas” para conducir a su país hacia un conflicto generalizado. Señaló las letales explosiones de bípers, radios de intercomunicación y otros dispositivos electrónicos en Líbano, ocurridas la semana pasada, de las que culpó a Israel, así como del asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh en Teherán, el 31 de julio, horas después de la toma de posesión de Pezeshkian.
“No queremos pelear”, dijo el presidente iraní. “Es Israel el que quiere arrastrar a todos a una guerra y desestabilizar la región”. Irán apoya a Hamás en Gaza y a los miembros de Hezbollah en Líbano.
El presidente del Comité Internacional de Rescate, David Miliband, recordó que en la conferencia de San Francisco en 1945, cuando se estableció la ONU, el entonces presidente estadounidense Harry Truman se comprometió con los delegados a rechazar la premisa de que “el poder hace el derecho” y convertirlo en “el derecho hace el poder”, que fue consagrado en los estatutos de la ONU.
“Casi 80 años después, hemos visto las terribles consecuencias de invertir esa ecuación”, dijo Miliband. “En contextos como Gaza, Sudán y Ucrania, el poder es el que hace el derecho”.
Al enfrentar cada vez más necesidades humanitarias, conflictos no vigilados, un cambio climático sin mitigar y una creciente pobreza extrema, Miliband desafió a los líderes mundiales preguntando: “¿Cómo fortalecerían los principios de los estatutos de la ONU para los próximos 80 años?”
La reunión anual de la asamblea, que termina el 30 de septiembre, se produjo después de la Cumbre del Futuro, de dos días de duración, en la que se adoptó un programa cuya intención es unir a las cada vez más divididas naciones del mundo para hacer frente a los desafíos del siglo XXI, desde los conflictos y el cambio climático hasta la inteligencia artificial y los derechos de las mujeres.
En el “Pacto para el futuro”, de 42 páginas, se desafía a los líderes de las 193 naciones miembro de la ONU a convertir las promesas en acciones reales que marquen una diferencia en las vidas de los más de 8.000 millones de habitantes del mundo.
“Estamos aquí para rescatar el multilateralismo del borde del abismo”, dijo Guterres.
Al adoptar el pacto, los líderes abrieron la puerta, dijo. “Ahora, es nuestro destino común recorrerlo. Esto exige no sólo un acuerdo, sino también acción”.
En la reunión mundial de la ONU del año pasado, Ucrania y su presidente, Volodymyr Zelenskyy, ocuparon el centro del escenario. Sin embargo, conforme se aproxima el primer aniversario del mortífero ataque de Hamás en el sur de Israel, realizado el 7 de octubre, es seguro que la atención se centre en la guerra en Gaza, y en la creciente violencia en la frontera entre Israel y Líbano, que actualmente amenaza con extenderse a todo Oriente Medio.
El presidente palestino Mahmud Abás hablará la mañana del jueves, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo hará ese mismo día por la tarde.
Zelenskyy será dos veces el centro de la atención. Hablará la tarde del martes en una reunión de alto nivel del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocada por Estados Unidos, Francia, Japón, Malta, Corea del Sur y Reino Unido, en la que se espera la asistencia de sus ministros de Exteriores. También hablará ante la Asamblea General la mañana del miércoles.