Por qué se termina una relación de pareja
Existen tantas formas de terminar una relación y muchos ¿por qué? Sin embargo, lo más valiente sería despedirse personalmente con un abrazo y agradeciendo los buenos momentos. Pero no siempre pasa esto; a veces al terminar una relación quedan muchas interrogantes, muchas preguntas no resueltas, cosas inconclusas que quedaron dando vuelta, que pueden que te persigan por un largo tiempo.
Lo cierto es que una relación se termina cuando diste todo de ti y no fue valorado, y también cuando, por más que intentaste comunicarte con el otro, dándole a conocer tus necesidades afectivas y requerimientos, pero estos no fueron escuchados. Cuando la comunicación se fue haciendo cada día más escasa, el entendimiento y la empatía se fueron perdiendo. También puede ser cuando te diste cuenta que las cosas estaban estancadas, no había planes ni proyectos a futuro, parecía que se habían quedado donde empezaron, no había avances ni crecimiento en la relación y esto impedía que el vínculo se fortaleciera, es más, parecía ir retrocediendo.
Otra razón para un rompimiento es cuando ambos desean cosas distintas. Hay que tomar decisiones y, en ellas, tú no estás en la vida del otro. Los caminos se tornan diferentes y aunque duela hay que decir adiós.
A veces el miedo a lo que sigue también nos paraliza: te ves a la orilla de un puente y debes decidir si deseas cruzarlo o no. Esto sucede cuando ya la etapa del enamoramiento pasó y ahora debes tomar la decisión de si deseas amar o no a esa persona, pues ya la has conocido lo suficiente como para saber y entender quién es ella; es allí cuando debes ser capaz de enfrentar tus sentimientos y decidir si deseas avanzar junto a esta persona o no a un siguiente nivel. Reflexionar en lo que esta persona aporta a tu vida y si te ves a futuro a su lado. Si es así, debes comprometerte a trabajar en la relación y en contribuir a que el vínculo se fortalezca cada día más. Muchos solo desean lo bonito y lo placentero de la relación, pero cuando vienen las dificultades y los desacuerdos, prefieren dar un paso al costado en vez de buscar soluciones; allí es cuando la relación se termina.
Una relación se termina, cuando no se le cuida, no se le dedica el tiempo de calidad necesario y de verdadera intimidad, cuando se evitan las conversaciones difíciles, cuando se postergan las cosas y cuando no se sabe bien lo que se desea y se busca para una relación.
Una relación se termina cuando se pierde la reciprocidad, cuando gira todo alrededor del otro, cuando dejamos de mirar a nuestra pareja y nos enfocamos solo en nuestros problemas y necesidades. No tenemos tiempo para ser detallistas con el otro; olvidamos que una relación es de a dos, que lo que cada uno entrega también es algo que necesita recibir. Una relación no puede ser llevada por solo una parte, la cual decide cuándo, cómo y dónde se llevará la relación. Cuando la pareja del otro no tiene voz ni voto, ahí termina la relación.
Para terminar, solo nos queda aceptar y abrazar nuestra nueva situación de soltería, reconociendo lo bueno y lo malo de la relación, sacando la mejor experiencia de ello.
Pero para poder caminar hacia un mejor futuro, ya que siempre hay algo mejor abordándonos, solo debemos tomar el valor de soltar lo pasado para que pueda venir a nosotros lo que el futuro tiene preparado para cada uno. Sin embargo, debemos vivir nuestro duelo de la siguiente manera y en etapas:
EL DOLOR
Siempre estará presente, te sentirás mal al principio y esto es normal; por ello no niegues tus emociones. Vívelas, escúchate, llora, déjate fluir, deja que estos sentimientos salgan hacia afuera. Acepta el dolor, ya que esto te dará la oportunidad de transitarlo de una mejor manera. El tiempo hará que las heridas vayan sanando. Negar tus sentimientos de dolor puede ser que aumente el tiempo de la recuperación.
EL APRENDIZAJE
Acá deberás evaluar lo bueno y lo malo de la relación; ve la razón de por qué terminaron, evalúa que pudiste aprender de ello y así con dicha experiencia no volverás a cometer los mismos errores.
LA CURACIÓN
Que no se hayan dado las cosas no es una pérdida de tiempo, sino que es una experiencia de vida que te prepara para un nivel superior. Entenderás que esa relación no sobrevivió porque no era el tiempo ni la persona correcta para ti. Verás que esto fue solo un ensayo para llegar a tener la relación que tú necesitas y mereces. Abraza los recuerdos bellos y lo malo solo déjalo atrás.