Bandos rivales chocan mientras avanza marcha liderada por expresidente Evo Morales en Bolivia
LA PAZ, Bolivia (AP) — Una barriada en las afueras de la vecina ciudad de El Alto fue escenario de fuertes choques el domingo entre seguidores del presidente Luis Arce y simpatizantes de Evo Morales a medida que una marcha antigubernamental encabezada por el exmandatario avanza hacia La Paz.
Los vecinos intentaron desalojar a seguidores del gobierno que se habían congregado en un sector para impedir el avance de la marcha, pero fueron repelidos por residentes que dijeron que la disputa entre los dos bandos —que se enfrascaron lanzando piedras, petardos y hasta pequeñas cargas de dinamita— les perjudicaba en las ventas de la feria dominical. Algunos vecinos manifestaron su malestar con el gobierno por alza en costo de la vida. La policía utilizó gases lacrimógenos para repeler los choques.
Morales lidera desde hace varios días una caminata de 190 kilómetros con miles de sus seguidores que denominó “Marcha para salvar Bolivia” con la que busca protestar por la crisis económica del país y exigir más que todo su habilitación como líder y candidato presidencial del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), lo que lo mantiene en abierta disputa con Arce. Ambos pelean el control del aparato partidario de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
La columna liderada por Morales pernoctaba de momento a unos kilómetros del barrio de Ventilla donde se produjeron los choques. Los grupos afines al gobierno advirtieron que no permitirán el avance, aunque los simpatizantes del expresidente tienen previsto ingresar a la La Paz el lunes.
El Tribunal Constitucional emitió un fallo hace casi un año que inhabilita a Morales a volver a postular tras haber gobernado Bolivia por 14 años (2006-2019), mientras que el Tribunal Supremo Electoral no reconoce un congreso partidario en el que los afines a Morales lo ratificaron como su jefe y líder. Otro grupo oficialista desconoce a Morales y reconoce el mando de Arce. El exmandatario culpa a Arce de manipular la justicia para inhabilitarlo.
Hasta el domingo los intentos de un diálogo entre ambas facciones fracasaron. “Si Arce quiere dialogar que venga hasta la marcha, que no espere sentado”, dijo Morales.
Arce acusó públicamente a Morales hace una semana de pretender convulsionar el país para forzar su renuncia por “apetitos personales” y lo desafió a arreglar sus diferencias en un encuentro cara a cara.
Analistas dicen que la confrontación entre ambos lideres ha sumido al partido gobernante en su peor crisis y pone en riesgo la hegemonía de ese partido que lleva gobernando 18 años. En 2019, Morales debió renunciar después de las denuncias de fraude que surgieron en las elecciones de ese año en las que buscaba una tercera reelección. Tras el interinato de la senadora opositora Jeanine Áñez de centro derecha, el MAS ganó las elecciones y regresó al poder con Arce, otrora ministro de Economía de Morales por una década.