Juicio a docenas de hombres por violación subraya desafíos de víctimas de abuso sexual en Francia
AVIÑÓN, Francia (AP) — El juicio a docenas de hombres acusados de violar a una mujer inconsciente cuyo marido la drogó repetidamente durante casi una década ha puesto de relieve las dificultades que pueden enfrentar las víctimas de violencia sexual en Francia.
Dominique Pelicot, de 71 años, y sus 50 coacusados enfrentan hasta 20 años de prisión si son declarados culpables en un juicio que ha conmocionado al mundo y sacudido a la población francesa.
Pelicot reconoció entre lágrimas en el tribunal que es culpable de las acusaciones en su contra y dijo que todos sus coacusados entendieron exactamente lo que estaban haciendo cuando los invitó a su casa en Provenza entre 2011 y 2020 para tener relaciones sexuales con su inconsciente e involuntaria esposa, quien se divorció de él luego de enterarse lo que le había hecho.
A pesar de las pruebas que incluyen fotografías y videos meticulosamente archivados que Pelicot tomó sobre las supuestas violaciones, algunos de los abogados de los acusados han examinado la vida privada y los motivos de Gisèle Pelicot, incluso cuestionando si realmente estaba inconsciente durante algunos de los encuentros. Aunque deben defender a sus clientes lo mejor que puedan, las tácticas de los abogados han indignado a los defensores de víctimas de abusos sexuales, quienes dicen que los abogados demuestran que culpar a las víctimas sigue siendo una constante en Francia.
“Este juicio es el juicio de nuestra sociedad”, sostuvo esta semana Nathan Paris, de 27 años, que trabaja en un refugio juvenil, frente al tribunal de Aviñón. Paris, víctima de violencia sexual, ha viajado desde Marsella en varias ocasiones desde que comenzó el juicio.
“La población francesa ha evolucionado... y siento que la justicia no ha evolucionado durante ese tiempo”, subrayó al señalar que seguirá regresando hasta que termine el juicio.
Las edades de los coacusados oscilan entre los 26 y los 74 años y representan una muestra representativa de hombres franceses: Hay un bombero, un periodista, un enfermero, un guardia penitenciario y un trabajador de la construcción. Algunos están jubilados, otros están desempleados y muchos tienen sus propias familias. Uno sabía que tenía VIH cuando violó a Gisèle Pelicot en seis ocasiones y decidió no usar condón, según la policía. La mujer no contrajo el VIH, aunque se descubrió que padecía otras enfermedades de transmisión sexual, testificó un experto médico.
Magali Lafourcade, jueza y secretaria general de la Comisión Consultiva Nacional de Derechos Humanos que no participa en el juicio, dijo que la lucha contra la violencia sexual en Francia ha mejorado ligeramente desde el inicio del movimiento #MeToo, que ha derribado a algunos de los actores y directores de cine más conocidos de Francia, entre otras personalidades. Las mujeres siempre han hablado, pero ahora sus voces se escuchan más, afirmó.
“Durante mucho tiempo consideramos que la violación y el asesinato de mujeres por parte de hombres era algo que pertenecía a la esfera privada —pensábamos que no debíamos interferir en la vida privada de las personas”, indicó Lafourcade.
Grupos cívicos han ejercido presión constantemente en los últimos años para que jueces, políticos y medios de comunicación entiendan que la violencia sexual no es sólo un asunto privado, sino también social, político y financiero, destacó Lafourcade.
El presidente francés Emmanuel Macron ha prometido dar prioridad a la igualdad de género y combatir la violencia contra las mujeres. Pero las políticas públicas de Francia todavía están rezagadas y se necesitan más recursos y esfuerzos para ir tras los agresores sexuales, señalaron expertos a The Associated Press.