Aryna Sabalenka doma a Navarro y al público. Enfrentará a Jessica Pegula en final del US Open
NUEVA YORK (AP) — Cuando de la nada todo se emparejó en el segundo set de la semifinal de Aryna Sabalenka en el Abierto de Estados Unidos, y el aliento de los espectadores en el estadio Arthur Ashe subió decibelios a favor de su rival estadounidense, la subcampeona de 2023 recordó lo ocurrido hace un año en el mismo escenario.
“Yo pensaba: ‘Bueno, Aryna, tienes que mantenerse concentrada, enfócate en ti misma’”, relató Sabalenka. “Y sí, estuve pensando mucho”.
Bajo las luces del Ashe en una noche fresca, Sabalenka se colocó en su segunda final consecutiva del US Open al ganar los últimos siete puntos para doblegar el jueves a Emma Navarro por 6-3, 7-6 (2) con su estilo habitual de tenis arriesgado.
Su rival en la final será otra estadounidense: Jessica Pegula. La sexta cabeza de serie se recuperó tras ceder el primer set y sufrir un quiebre temprano en el segundo para vencer 1-6, 6-4, 6-2 a Karolina Muchova y alcanzar su primera final de Grand Slam.
Pegula, de 30 años, ha ganado 15 de sus últimos 16 partidos.
El partido arrancó muy mal para Pegula: Muchova, la subcampeona del Abierto de Francia de 2023, pero sin preclasificación tras perderse 10 meses debido a una lesión en la muñeca, sacó a relucir toda su versatilidad y creatividad. Con sus slices, delicadez en la red y el saque y volea, la checa cerró el primer set en 28 minutos, ganando 30 de los primeros 44 puntos.
“Salí apagada, pero ella estaba jugando increíblemente. Me hizo ver como una principiante", dijo Pegula. “Casi me echaba a llorar, porque daba pena. Me estaba destruyendo".
Pero en un cerrar y ojos en el segundo set, Muchova pasó de no fallar nada a no poder ejecutar ningún golpe. Y Pegula le vio la vuelta, con el sobrio tenis con el que eliminó a Iga Swiatek — la número uno del mundo y campeona de cinco grandes — en sets corridos el miércoles. Pegula tenía una marca de 6-0 en la ronda de cuartos de final de los Slams antes de esa victoria.
Pegula tardó en enchufarse el jueves, pero cuando lo hizo, y vaya que lo que hizo, fue un torbellino. En resumen, se llevó nueve de 11 juegos, con lo que inclinó el segundo set a su favor y se adelantó 3-0 en el tercero camino al triunfo.
Segunda preclasificada en Flushing Meadows, Sabalenka ganó cada una de las últimas dos ediciones del Abierto de Australia. El año pasado, la bielorrusa de 26 años se quedó cerca de ganar el título en Flushing Meadows, donde cayó ante la local Coco Gauff frente a un público hostil en el Ashe.
Esta vez, Sabalenka tuvo que medirse con otra estadounidense. Pero no permitió que los espectadores se metieran en el partido sino hasta que la situación se tornó apretada en el segundo set.
A sabiendas de que enfrentaría a otra tenista local en esta semifinal, Sabalenka bromeó después de su partido anterior. Dijo que trataría de ganarse el apoyo del público con una especie de soborno.
“¿Pago las bebidas esta noche?”, preguntó
Navarro, la 13ra preclasificada, no se rindió en el segundo parcial, pese a estar en desventaja la mayor parte del tiempo. Logró un quiebre cuando Sabalenka tenía la posibilidad de llevarse el triunfo en 5-4.
“No tenía la intención de tirar la toalla”, dijo Navarro.
Pero en el desempate que vino a continuación, Navarro tomó la ventaja por 2-0 antes de que Sabalenka resolviera, al ganar todos los puntos restantes.
“Le puse ganas al final del segundo set”, indicó Navarro. “Sentía que podía llevarlo a un tercero. No pude lograrlo”.
El US tendrá una campeona inédita en su rama femenina el sábado.
“Estoy lista para enfrentar a la que sea”, dijo Sabalenka. “Aprendí la lección del año pasado y espero realmente hacerlo mejor que entonces”.
Será la revancha de la final del Abierto de Cincinnati el mes pasado, conquistado por Sabalenka — la única mancha de Pegula tras los Juegos Olímpicos.
“Ojalá me pueda desquitar aquí”, indicó Pegula. “Jugar contra Aryna será muy complejo. Acaba de demostrar cuán fuerte es y por qué es la favorita para ganar este torneo”.
Luego de haber derrotado a Navarro, los espectadores ovacionaron a Sabalenka por su más reciente obra de excelencia en una cancha dura, la cuarta final seguida en un grande disputado en esa superficie
“Bueno, gente, ahora me aplauden", dijo una risueña Sabalenka. “Ya es algo tarde para eso”.