Lions, Packers, Vikings y Bears: el Norte de la Nacional se ha vuelto desafiante
Una semana antes de que el gobernador de Minnesota Tim Waltz fuera elegido por la candidata presidencial demócrata Kamala Harris como su compañero de fórmula, visitó el campamento de prácticas de los Vikings y pronosticó que su equipo conseguirá 11 victorias.
Así, dejó claro su optimismo de cara a dos contiendas que acapararán la atención de Estados Unidos a finales de este año.
Está por verse si su pronóstico sobre los Vikings fue demasiado complaciente. Pero como exentrenador de fútbol americano en una secundaria, emitió otro comentario difícil de debatir, independientemente de las preferencias políticas o deportivas.
“El Norte de la Conferencia Nacional es la división clave”, enfatizó.
Con 38 victorias combinadas, incluyendo los playoffs, esta división fue segunda en la liga, sólo detrás del Norte de la Conferencia Americana (44) la temporada anterior. Y debe seguir siendo de las mejores entre las ocho de la NFL en 2024.
De manera inusitada, los Lions de Detroit tienen un título que defender. Y buscan reivindicarse tras la amargura que les dejó el haber dilapidado una ventaja en la final de la Conferencia Nacional para verse impedidos de avanzar a lo que hubiera sido su primer Super Bowl.
Los Packers de Green Bay encontraron su mejor funcionamiento en la recta final de la campaña, ganaron un partido de playoffs como visitantes y, una vez más, parecen haber atinado en su programa de desarrollo de quarterback.
Así, parecen listos para el éxito en los años por venir con Jordan Love al frente del ataque.
Los Vikings suelen ser mencionados como candidatos a colistas en la división, luego que su quarterback novato J.J. McCarthy debió someterse a una cirugía de rodilla que puso fin a su campaña antes de que empezara siquiera.
Pero hace apenas dos años ganaron el título divisional. Y tienen al receptor estelar Justin Jefferson en su mejor momento.
Los Bears de Chicago tuvieron la primera selección en el draft de la NFL y reclutaron al quarterback Caleb Williams, quien tendrá a su disposición a un grupo amplio de receptores, como D.J. Moore, el recién llegado Keenan Allen y el novato Rome Odunze. Buscará así aprovechar la energía repentina que rodea a una franquicia que no ha disputado un solo partido de playoffs en 14 años.
Los Lions no sólo ganaron la división por primera vez en 30 años, sino que tuvieron una ventaja de 17 puntos ante San Francisco en el tercer cuarto de la final de la Nacional. Su sueño de Super Bowl se murió en la recta final.
Pero el entrenador Dan Campbell y sus discípulos están decididos a demostrar que lo del año pasado no fue sólo una historia motivacional pasajera.
Detroit ha reformado una vulnerable defensiva secundaria y ha consolidado un ataque que fue el tercero con más yardas en la NFL y el quinto con más puntos la temporada pasada, al alcanzar extensiones contractuales con el quarterback Jared Goff, el receptor Amon-Ra St. Brown y el tackle defensivo Penei Sewell.
“No hay complacencia ni sensación de que tenemos derecho a algo”, dijo Campbell. "Simplemente volvemos al trabajo.
Los Packers lucen en una buena posición para aparecer en lo que sería su primer Super Bowl en 14 años, por la forma en que Love lanzó en la segunda mitad de la campaña anterior y en los playoffs.
Cuentan con un nuevo coordinador defensivo, Jeff Hafley, lo que es un motivo de optimismo sobre una mejoría. Pero su adición más importante en el receso fue el corredor Josh Jacobs.
Elegido All-Pro en 2022, lideró la liga con 1.653 yardas por tierra hace dos campañas.
Los Vikings dieron indicios de un cambio en el plan estratégico que lanzaron el gerente general Kwesi Adofo-Mensah y el entrenador Kevin O'Connell hace dos años, cuando se negaron a igualar el contrato ofrecido por Atlanta al quarterback Kirk Cousins y reclutaron a McCarthy con la décima selección general.
La lesión de McCarthy fue un duro golpe en el ánimo de los aficionados. Ahora, todo depende de Sam Darnold.
Lions, Packers, Vikings y Bears.