La verdad de las dietas
Recuerdo haber estado a dieta mil veces, sobre todo por ahí en mi adolescencia y juventud, porque ¿quién no desea verse mejor y más estilizado? Así vamos haciendo una que otra dieta, que la dieta keto, que la dieta de la NASA, la dieta mediterránea o la vegetariana, etc.
Estas dietas las comenzamos de manera disciplinada y con mucha motivación. Pero al pasar los días empezamos a sentirnos sin ánimo, decaídos, como si algo no anduviera bien. Tenemos hambre de comer el helado o el chocolatito que nos alegraba el día y que ya desde hace rato no probamos. Es como si nos faltara algo para completar nuestra linda existencia. Entonces de a poco empezamos a caer nuevamente en la trampa de la comida rica en placer y pobre en nutrición y volvemos al estado de antes.
Es que una dieta no se puede mantener por mucho tiempo, porque tarde o temprano empezamos a echar de menos esas delicias que acostumbrábamos a comer y si nos pilla con ansiedad, tristeza, desánimo, es más que seguro que vamos a caer y nos vamos a dejar tentar olvidándonos de la dieta, para luego subir más de peso, que cuando comenzamos la dieta.
Bueno, después de tantas dietas, subidas y bajadas de peso, después de experimentar tantas veces el efecto 'rebote' de las dietas, he logrado entender que son un error y muy difíciles de mantener.
Creo que nunca tendremos un cuerpo curvilíneo, atlético y estilizado que quisiéramos, pero sí debemos hacernos responsables de cuidar el que tenemos, amarlo y alimentarlo de manera consiente.
El conocimiento es la base de todo. Tenemos que aprender qué tipos de alimentos se pueden combinar, qué tipo de alimentos podemos ingerir en mayor cantidad como, por ejemplo, las proteínas y qué tipo de alimentos en menor cantidad como los carbohidratos. Pero no podemos dejar de comer cada uno de los grupos de la pirámide alimentaria, porque cada uno contribuye en mayor o menor medida al bienestar de nuestro cuerpo.
Hay que saber en qué momento ingerirlos, las cantidades correctas, de acuerdo también a mi nivel de gasto energético, porque no es lo mismo una persona deportista que pasa todo el día en movimiento que otra que pasa todo el día sentada.
Hay que saber mezclarlos bien, ya que nunca debemos comer más de un carbohidrato en una comida, siempre acompañado de una buena porción de proteínas, alguna grasa buena como los frutos secos o las semillas y obviamente una porción de vegetales; comenzando por comer primero las verduras, luego la proteína y en último lugar el carbohidrato, dicen los expertos.
Pero a veces vivimos tan apurados, presionados y en modo estrés que no nos queda tiempo para meditar en que es lo que le estamos dando nutricionalmente a nuestro cuerpo.
Solo tomamos conciencia de nuestra salud cuando nos enfermamos y el doctor nos dice que tenemos artritis, diabetes u otra enfermedad. Al final, el cuerpo siempre hablará y nos hará percatarnos de lo mal que nos hemos estado alimentando, porque la alimentación tiene y tendrá siempre responsabilidad en cómo nos sentimos y como nos vemos.
Es importante tomar conciencia en que no debemos hacer dieta para bajar de peso, sino que debemos aprender a alimentarnos bien de manera consciente, pensando en que el alimento que hemos ingerido no solo debe saciar nuestra hambre, sino que debe contribuir a alimentarnos y cuidarnos para mantenernos saludables.
Debemos tener rutinas de alimentación y ser disciplinados, pensando que el chocolate, el helado, la bebida y la cerveza son solo para ocasiones, porque tampoco nos vamos a poner tan estrictos y pensar que nunca más nos vamos a tragar una cosita de estas, pero sí debemos saber que serán premios ocasionales por nuestro buen comportamiento. ¿Tú qué opinas? ...