Israel mata a destacado insurgente en sus redadas más letales en Cisjordania desde la guerra en Gaza
TULKAREM, Cisjordania (AP) — El ejército israelí indicó que mató a cinco insurgentes más, incluyendo un comandante local, en la madrugada del jueves en Cisjordania, mientras seguía adelante con la que parece ser la operación militar más letal en los territorios ocupados desde el inicio de la guerra en Gaza.
Israel sostiene que el objetivo de las redadas simultáneas en el norte de Cisjordania —en las que han fallecido un total de 16 personas, casi todos insurgentes, desde el martes por la noche— es evitar atentados. Los palestinos las ven como una ampliación de la guerra entre Israel y Hamás que busca perpetuar el dominio militar ejercido por Israel desde hace décadas.
El grupo insurgente Yihad Islámica confirmó que Mohammed Jaber, conocido como Abu Shujaa, fue asesinado durante una redada en la ciudad de Tulkarem. Se convirtió en un héroe para muchos palestinos a principios de este año cuando, tras ser declarado muerto en un operativo israelí, apareció por sorpresa en el funeral de otros insurgentes, donde fue alzado a hombros por una multitud que lo aclamaba.
Según el ejército, fue abatido el jueves junto con otros cuatro milicianos en un tiroteo con las fuerzas israelíes cuando los cinco se escondían dentro de una mezquita. Abu Shujaa estaba vinculado a numerosos ataques contra israelíes, incluyendo una balacera letal en junio, y estaba planeando más, agregó.
Otro insurgente fue arrestado durante la operación en Tulkarem y un efectivo de la Policía Fronteriza paramilitar israelí sufrió heridas leves, añadió el ejército.
Israel lanzó una operación a gran escala en Cisjordania en la madrugada del miércoles. Hamás reportó que 10 de sus miembros fueron asesinados en distintos lugares y el Ministerio de Salud palestino reportó una 11ma víctima, pero no aclaró si era civil o combatiente.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió el cese inmediato de los mortíferos ataques y pidió al gobierno de Israel que cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y tome medidas para proteger a los civiles.
“Estos peligrosos acontecimientos avivan una situación de antemano explosiva en la Cisjordania ocupada y socavan aún más a la Autoridad Palestina”, dijo en un comunicado de su portavoz Stéphane Dujarric.
La cifra total de 16 muertos en menos de dos días convierten el operativo israelí en el más letal en Cisjordania desde el ataque insurgente encabezado por Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre, que provocó la guerra en la Franja.
Más de 650 palestinos han muerto por fuego israelí en Cisjordania desde el inicio de los combates en Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Salud palestino. La mayoría de los muertos parecen ser insurgentes abatidos en tiroteos durante operativos como el de esta semana, pero entre las víctimas había también manifestantes que arrojaban piedras o transeúntes civiles. Además, la violencia ejercida por los colonos en el territorio también se ha incrementado.
Israel capturó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos quieren esos tres territorios para su futuro Estado.
Los tres millones de palestinos de Cisjordania viven bajo un régimen militar israelí aparentemente indefinido, mientras que la Autoridad Palestina, que está respaldada por Occidente, administra ciudades y pueblos. Más de 500.000 colonos judíos, que tienen nacionalidad israelí, viven en más de 100 asentamientos repartidos por todo el territorio y que la mayor parte de comunidad internacional considera ilegales.
Las redadas israelíes se han centrado en campamentos de refugiados que datan de la guerra árabe-israelí de 1948 que rodeó la creación de Israel, en la que unos 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de lo que hoy es Israel. Muchos de los campamentos son feudos insurgentes.
Hamás reiteró su llamado a los palestinos en Cisjordania a levantarse y apuntó que las redadas forman parte de un plan más amplio para expandir la guerra en Gaza. El grupo pidió a las fuerzas de seguridad leales a la Autoridad Palestina —respaldada por Occidente y que coopera con Israel— que se “unan a la batalla sagrada de nuestro pueblo”.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha condenado también las incursiones israelíes, pero no se espera que sus fuerzas se impliquen.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre, cuando insurgentes encabezados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel y asaltaron bases militares y comunidades agrícolas matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a otras 250 como rehenes. Tras la liberación de la mayoría de los cautivos durante una tregua temporal en noviembre, los insurgentes retienen aún a 108 rehenes, de los que se cree que alrededor de un tercio están muertos.
Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Alrededor del 90% de la población de la Franja se ha visto obligada a abandonar sus hogares, la mayoría en varias ocasiones, y las operaciones terrestres y aéreas israelíes han causado una devastación generalizada.
Estados Unidos, Qatar y Egipto llevan meses tratando de mediar un alto el fuego que permita liberar al resto de los rehenes. Pero las conversaciones se han estancado repetidamente ya que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu promete una “victoria total” sobre Hamás y el grupo insurgente exige un alto el fuego duradero y la retirada total del ejército israelí de la Franja.
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Lidman reportó desde Jerusalén. El periodista de The Associated Press Kareem Chehayeb en Beirut, Líbano, contribuyó a este despacho.