No eches tus perlas a los cerdos

No eches tus perlas a los cerdos

Estuve reflexionando sobre el significado del término que dice "No eches tus perlas a los cerdos". Esta frase algo extraña y fuerte la dijo Jesús y aparece en un versículo bíblico; la había escuchado antes, pero nunca me había detenido a pensar en su real significado, en qué quiso decir Jesús cuando lo dijo.

Esta es una frase en la que después de meditar en ella he entendido que muchas veces gastamos nuestra energía en personas que no valen la pena; a veces necesitamos hacerles entender cosas que están fuera de su alcance. Hay gente que vive en la ignorancia total, encerrados en sí mismos, indiferentes a la forma de ver el mundo de los demás, insensibles totales, llenos de orgullo, ego y envidia que no los deja apreciar la belleza de otros, su esencia, su sensibilidad, su calidez, porque en el fondo saben que no tienen nada que mostrar al mundo, más que su poca empatía y poco carisma. Estas son personas que por lo general no han logrado mucho, entonces cuando una persona logra algo son indiferentes, no son capaces de apreciarlo, critican sin saber lo que esta persona ha tenido que pasar, el camino recorrido para llegar hasta allí, simplemente se han sentado a esperar que las cosas les lleguen a la puerta, o si bien comenzaron algo lo dejaron a mitad de camino, porque no creyeron en ellos.

Otra de mis interpretaciones de este versículo se refiere a no desperdiciar tu vida con los cerdos. No les des más de lo que se merecen. Tus perlas son algo preciado, hermoso y valioso. No se lo des a cualquiera. Por ejemplo, nuestras habilidades, nuestros talentos, nuestro cuerpo, no pueden estar en manos de aquellos que no lo saben apreciar. A las mujeres nos enseña a amarnos y valorarnos tanto como para no desperdiciar nuestro cuerpo entregándoselo a cualquier promiscuo... Pues una perla hermosa no puede ir a parar a manos de quien no te respeta y te cuida. Así como tus talentos y habilidades no las desperdicies en aquellos que no las valoran, aquellos que quieren todo gratis o sacar el mejor provecho, sin darse cuenta del trabajo que te ha costado pulir dichos talentos, estas personas de la noche a la mañana quieren beneficiarse de ello sin siquiera valorar todo lo que tú has hecho para forjar estos talentos, las horas que quizás pasaste sin dormir planificando todo en tu cabeza, el tiempo en que estuviste trabajando mientras ellos se divertían, el miedo y la incertidumbre de que no resultara, entre otras cosas. Sin embargo, estás de pie vencedor aun cuando estas personas nunca confiaron en ti ni te alentaron a seguir tu camino; no supieron valorar tus habilidades, pero después que lo has logrado, todos quieren ser parte del botín.

En resumen, no desperdicies tu vida ni tus talentos.

Tu amabilidad guárdala para quienes lo merecen, tus palabras guárdalas para quienes la aprecian y las escuchan; tu cuerpo entrégaselo a quien tenga devoción por el y lo vea como algo sagrado. Tu amor, tiempo y afecto entrégaselo a aquellos que son recíprocos contigo. Tus sueños no los compartas con los negativos o con los mediocres y, por sobre todo, no dejes que tu esencia se apague. Sigue siendo tú aunque al mundo le moleste. No hay nada más que moleste tanto que la felicidad de alguien por sus metas cumplidas. Y por último, el éxito no depende del dinero que tienes en el banco, ni la casa grande de la playa, tampoco de los viajes que has hecho por el mundo, sino que depende exclusivamente de lo feliz y orgulloso que te puedas sentir tú mismo por quien eres. No necesitas demostrarle nada a nadie, porque tú y solo tú sabes quién eres y lo que has logrado, y por último una frase que hoy escuché que es muy cierta. NO ACEPTES CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS DE AQUELLOS QUE NO HAN CONSTRUIDO NADA.

 

 

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