Colombia quiere frenar el reclutamiento de sus exmilitares como mercenarios en otros países

BOGOTÁ (AP) — El gobierno colombiano quiere tener instrumentos legales que le permitan enfrentar a organizaciones internacionales que reclutan a los ex militares colombianos, curtidos en el prolongado conflicto interno, como mercenarios en otros países.

El canciller del país andino, Luis Gilberto Murillo, presentó el miércoles ante el Congreso un proyecto de ley para que Colombia ratifique una convención internacional contra el reclutamiento, la utilización, financiación y entrenamiento de mercenarios aprobada en 1989 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que hoy el país no es firmante.

“Hoy no existe esta prohibición porque muchas de estas redes llegan a Colombia y de manera ilegal pueden entrenar o ya encuentran gente entrenada que les llevan a firmar unos contratos muy peligros y terminan en ejércitos muy peligrosos en otros países participando en guerras”, explicó Murillo a la prensa sin especificar a cuáles países han ido.

Tras dejar el servicio activo, los militares colombianos son usualmente contratados para prestar servicios de consultoría, seguridad de personas y custodia de sectores petroleros. Se trata de una mano de obra abundante y calificada. El Ministerio de Defensa calcula que anualmente se retiran del servicio más de 10.000 militares con experiencia en combatir narcotraficantes y grupos armados ilegales. Algunos son reclutados a nivel internacional para servir como mercenarios.

Un grupo de 17 exmilitares colombianos permanecen detenidos en Haití por su presunta participación en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, perpetrado en 2021. Sus familias han dicho que fueron contactados para dar seguridad en Haití y luego resultaron implicados en el crimen.

En Haití no han sido condenados y sus familias han denunciado malas condiciones sanitarias en la cárcel y falta del debido proceso. Por el mismo crimen, un capitán retirado del ejército colombiano fue condenado en Estados Unidos por haber liderado a un grupo de mercenarios para asesinar al presidente de la nación caribeña.

La guerra entre Ucrania y Rusia también ha significado un desafío para Colombia, dado que desde 2022 el gobierno ha tenido noticia de más de 50 colombianos que han resultado víctimas del conflicto tras unirse voluntariamente a las fuerzas ucranianas, según la Cancillería.

Murillo también habló, sin referirse a Ucrania, que conocen de casos en que los militares quieren salir de las confrontaciones después de un tiempo de participar en ellas pero que “no han podido porque firmaron estos contratos", sin que Colombia pueda ayudar de manera efectiva ni a los militares en el extranjero ni a las familias de quienes “han caído o están desaparecidos o quieren salir de esta situación”.

De ser aprobada por el Congreso, la convención daría la posibilidad a Colombia de tipificar delitos específicos para quienes sirvan como mercenarios, así como para las organizaciones que los recluten. La convención “exige que la legislación interna de los Estados Parte considere los aspectos legales de la figura del mercenario, lo que permitiría su criminalización, procesamiento y extradición en caso de ser necesario”, indicó la Cancillería.

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