Esposa del presidente de México a los políticos: "Tienen que escuchar más de lo que han escuchado"

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente mexicano, lanzó el martes un llamamiento a los políticos: “El verbo está muy bien, hay que convencer, pero (...) tienen que escuchar más de lo que han escuchado; así de simple".

"No se puede imponer a ningún ciudadano lo que un gobernante desea llevar a cabo; eso no puede ser; no puede ser más”, dijo durante la presentación de su último libro titulado “Feminismo silencioso”, unas reflexiones sobre toda la etapa en la que acompañó a Andrés Manuel López Obrador como jefe de Estado.

“Porque los demás, no estamos pintados, no existimos solo para llenar un auditorio, somos tan personas como quien nos gobierna, somos tan personas como quien nos representa”, afirmó la académica que, cuando su esposo llegó al poder en 2018 quiso abolir la figura de primera dama.

¿A quién dirigía esas palabras? Quizás sólo ella lo sabe pero en primera fila de una carpa situada en el Zócalo de Ciudad de México muchos podían darse por aludidos.

En una de las primeras sillas estaba su esposo, el presidente que durante seis años ha hablado diariamente durante horas y que no se ha caracterizado por el diálogo con sus contrarios. La mañana del mismo martes, una periodista le acusó durante su conferencia matutina de polarizar a la sociedad entre los que le adoran y los que le detestan.

Al lado de López Obrador estaba su sucesora, Claudia Sheinbaum, que asumirá como primera presidenta de México el 1 de octubre. Seguía el alcalde de la capital, la secretaría de Gobernación, el jefe del Ejército, entre otros muchos políticos de este y del futuro gobierno.

Gutiérrez Müller es una periodista y experta en literatura de 55 años que no aceptó los papeles habituales de las esposas de los presidentes porque quería continuar dando clases en la universidad.

A lo largo del sexenio, el apoyo al presidente ha sido constante pero su presencia pública limitada.

La académica cerraba su periodo con una reflexión personal sobre el feminismo en un formato que calificó como una entrevista a sí misma. El tema elegido era un contraste con la controvertida relación de López Obrador con los movimientos feministas: el presidente criticó duramente a las activistas y deslegitimó sus causas, y llegó a calificar a Gutiérrez Müller de “ñoña” en una de sus conferencias matutinas.

El martes reconoció que “la esfera política no es lo mío”, dijo que el silencio es “una forma de protesta”, se deslindó del papel de esposa de un personaje célebre y celebró que su ciclo actual está por terminar.

Posiblemente ajenos a sus palabras, parte del público gritaba: “Es un honor estar con Obrador”.

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