Agúndez y Orozco finalizan en 5to y 9no puesto en la plataforma individual. China hace el 1-2
SAINT-DENIS, Francia (AP) — La mexicana Gabriela Agúndez quedó el martes fuera de las medallas en la plataforma individual, lastrada por una tercera ejecución de apenas 62,40 puntos. Su compatriota Alejandra Orozco, en tanto, se despidió de los escenarios olímpicos con una novena posición.
La campeona olímpica Quan Hongchan ratificó su título de Tokio 2021 con otra dominante actuación, La china incluyó un clavado perfecto en las tarjetas de los seis jueces en su primer salto. Su compatriota Chen Yuxi se quedó la plata, al igual que hace tres años.
China ha subido a lo más alto del podio en las cinco pruebas que se han disputado hasta el momento en la fosa de Saint-Denis y busca los ocho oros en clavados por primera vez en la historia. La norcoreana Mi Rae Kim se colgó el bronce apenas días después de ganar la primera medalla en clavados para su país en los sincronizados.
Agúndez finalizó con 350,40 unidades y a 21,70 de subirse al podio. Terminó la segunda ronda de ejecuciones en la cuarta posición, pero después se vio rebasada por Kim y la canadiense Caeli McKay y nunca más pudo recortar diferencias.
“Me siento contenta, si me hubiera gustado tener un mejor resultado, me hubiera encantado colgarme una medalla, esa tan anhelada medalla de individual con la que he soñado, por la que he trabajado tanto”, declaró.
Orozco, dos veces medallista en la prueba de sincronizados, vino de menos a más en su final y terminó en la octava posición para marcar el final de una de las trayectorias más laureadas para los saltadores mexicanos.
Finalizó con 320,60 puntos a pesar de una ejecución de 57,60 unidades en el último salto de su carrera, donde se dejó superar un poco por los nervios y la nostalgia.
“Ese último clavado no me define”, dice entre risas y con la voz a punto de quebrarse. “La verdad es que estaba viviendo todo a diferencia de hace cuatro ciclos que era una niña que no sabía donde estaba parada. Hoy era todo lo contrario, sabía dónde estaba, sabía que era mi último clavado”.
“De verdad temblé, temblé como nunca”, continuó.
"Dos y media vueltas hacia atrás y uno y medio giros que pusieron fin a la carrera de la medallista más joven en la historia del olimpismo mexicano, que hoy le deja mucho más de lo que ella le dio al deporte.
“Es una historia larga, de mucha resiliencia, de mucho esfuerzo, de mucha terquedad de no tirar la toalla, de no rendirse de salir adelante”, subrayó. "No me voy con las manos vacías, en verdad me voy con mucho cariño, con mucho gozo, el lucharlo hasta el final
Agúndez, en tanto, no está dispuesta a cambiar la página.
“Todavía tengo un sueño por cumplir”, puntualizó.