Premier británico anuncia plan policial para frenar violencia tras ataque en que murieron 3 niñas
LONDRES (AP) — El primer ministro británico Keir Starmer condenó a la “pequeña e irracional minoría” detrás de los disturbios ocurridos en varias ciudades tras el horrendo apuñalamiento en una clase de danza infantil y prometió ponerle fin, al tiempo que el jueves se identificó al sospechoso, de 17 años, en parte, a fin de contrarrestar la desinformación a la que se le culpa de ser una de las causas de los violentos enfrentamientos.
Starmer dijo que la violencia reciente estaba “claramente impulsada por el odio de ultraderecha” y anunció un programa que permite que la policía comparta información más fácilmente entre distintas agencias y que actúe con mayor rapidez para realizar arrestos y evitar el tipo de exabruptos que enviaron a decenas de policías al hospital en las últimas dos noches.
“Esto es coordinado; es deliberado”, dijo. “No es una protesta que se haya salido de control. Es un grupo de individuos absolutamente empeñados en la violencia”.
El anuncio se produjo en un momento en que el adolescente acusado del asesinato de tres niñas y el apuñalamiento de 10 personas más, hacía su primera comparecencia y fuera nombrado en el tribunal, en parte, para refutar la información falsa que ha circulado en las redes sociales sobre su nombre y estatus migratorio.
El juez Andrew Menary dijo que su decisión de permitir que Axel Rudakubana fuera identificado fue excepcional, dada la edad del menor. Pero señaló que el adolescente perderá su derecho al anonimato cuando cumpla 18 años la próxima semana, y seguir ocultando su identidad podría hacer que los rumores se propagaran.
“Seguir evitando la información completa tiene la desventaja de permitir que otros propaguen desinformación en el vacío”, sostuvo Menary en el Tribunal de la Corona de Liverpool.
El ataque del lunes contra niños que asistían a una clase de baile centrada en Taylor Swift conmocionó a un país donde los crímenes con arma blanca son un problema arraigado y persistente, aunque los apuñalamientos masivos son poco habituales.
Activistas de ultraderecha han aprovechado las muertes para avivar el odio contra inmigrantes y musulmanes. La policía señaló que un nombre que circulaba en las redes sociales fue presentado presuntamente como el del sospechoso, aunque éste no es inmigrante y su religión no se ha hecho pública.
Rudakubana, que según la policía nació en Gales, no ha sido acusado de delitos de terrorismo, pero enfrenta tres cargos de asesinato por las muertes de Alice Dasilva Aguiar, de 9 años; Elsie Dot Stancombe, de 7, y Bebe King, de 6 años, en la localidad costera de Southport, en el noroeste de Inglaterra.
También ha sido acusado de 10 cargos de intento de asesinato por los ocho niños y dos adultos que seguían heridos.
Rudakubana no se declaró culpable o inocente y se ordenó que permanezca bajo arresto sin derecho a fianza, aunque Menary señaló que esto podría cambiar una vez que el acusado cumpla 18 años. Su próxima comparecencia ante el tribunal será el 25 de octubre.
Los adultos, de quienes se dijo que estaban en condición crítica, fueron identificados por primera vez como Leanne Lucas, que dirigía la clase de danza y yoga, y John Hayes, que trabajaba cerca del lugar e intervino en el ataque para proteger a los niños. Los niños heridos no pueden ser identificados debido a su edad.
Dos de los menores fueron dados de alta el jueves, según el hospital Infantil Alder Hey. Otros cinco niños permanecían hospitalizados y en estado estable.
La fiscalía no ha mencionado el motivo del crimen, pero reveló que el arma utilizada fue un cuchillo de cocina con la hoja curvada, de acuerdo con una acusación adicional que enfrenta el adolescente.
El acusado, con un chándal gris, sonrió brevemente a los periodistas antes de sentarse en la sala del Tribunal de Magistrados de Liverpool. En su comparecencia posterior, en la Corte de la Corona de Liverpool, se subió la sudadera por encima de la nariz y mantuvo la cabeza baja durante la breve vista. No habló.
En la corte no estaban ni los padres del joven ni familiares de las víctimas.
Manifestantes de ultraderecha impulsados en parte por desinformación en internet, han realizado protestas violentas, en teoría en respuesta al ataque. El martes chocaron con la policía ante una mezquita y al día siguiente provocaron un tumulto cerca de la oficina del primer ministro en Londres.
Starmer culpó, en parte, a las empresas de redes sociales, aunque no anunció ninguna medida para abordar el tema y dijo que se debía lograr un equilibrio entre el valor que ofrecen y la amenaza que plantean.
“El desorden violento, claramente generado en línea, es también un delito. Está ocurriendo en sus instalaciones”, subrayó.
Cientos de manifestantes que coreaban “queremos nuestro país de vuelta” arrojaron botellas y latas de cerveza cerca de la residencia del primer ministro en Downing Street el miércoles por la noche y lanzaron bengalas a una estatua cercana del mandatario de tiempos de guerra Winston Churchill. Se hicieron más de 100 detenciones por delitos como desorden violento y agresión hacia un trabajador de emergencias, según la Policía Metropolitana de Londres.
En la localidad de Hartlepool, en el nordeste de Inglaterra, la gente lanzó botellas y huevos a la policía y prendió fuego a un auto policial. Se reportó otro disturbio más pequeño en Manchester.
Una turba de cientos de personas arrojó ladrillos y botellas a policías antimotines en Southport el martes por la noche, prendió fuego a papeleras y vehículos y saqueó una tienda, horas después de una vigilia pacífica por las víctimas del ataque. Más de 50 policías resultaron heridos.
“Una horda de matones abordó trenes y autobuses, fue a una comunidad que no es la suya, una comunidad que lamenta la tragedia más espantosa, y procedieron a arrojar ladrillos a los policías, que apenas 24 horas antes habían tenido que lidiar con un ataque contra niños en su comunidad”, dijo Starmer.
Starmer señaló que su denominado Programa Nacional contra Desórdenes Violentos permitirá que la policía actúe entre comunidades, como lo hacen las “muchedumbres merodeadoras”. Los policías tendrán tecnología de reconocimiento facial para identificar a los culpables y usarán órdenes de conducta criminal que se imponen contra los “hoologans” del fútbol que les impiden ir a ciertos lugares o relacionarse entre sí.
Starmer no anunció financiación adicional para el programa, pero recordó que indicó, al asumir el cargo el mes pasado, un aumento en la vigilancia comunitaria.
Un grupo defensor de las libertades civiles criticó a Starmer por no abordar las causas del apuñalamiento y el “vandalismo violento y racista”, y condenó los planes para usar el reconocimiento facial, que está prohibido en Europa.