Suspenden a técnica de selección canadiense de fútbol femenino por escándalo con drones
Bev Priestman, la entrenadora de la selección de fútbol femenino de Canadá, fue suspendida y separada de su cargo durante el resto de los Juegos de París, tras un escándalo por el supuesto uso de un dron con fines de espionaje, y el máximo jerarca de la federación nacional indicó que investiga un posible “falla ética sistemática”
Kevin Blue, director ejecutivo y secretario general de la federación canadiense, aseguró el viernes que las jugadoras de la selección femenina no están involucradas en ningún tipo de comportamiento poco ético en París 2024.
El futuro de Priestman con el equipo “queda pendiente al resultado de nuestra investigación sobre este asunto”, señaló Blue.
“Una vez se recabe más información con esa investigación, se tendrá la oportunidad de decidir qué pasos adicionales se tomarán, si lo ameritan”, añadió.
A primera hora del viernes, el director ejecutivo del Comité Olímpico Canadiense David Shoemaker informó a la prensa en París que Priestman probablemente estaba al tanto del uso de los drones para espiar los entrenamiento de Nueva Zelanda en Francia. Priestman desmintió la acusación.
Blue también reveló que se produjo un incidente que involucra a la selección masculina en la Copa América. Mencionó que entiende que no tuvo incidencia en la integridad de un partido, pero no podía brindar más detalles.
A la pregunta sobre si el técnico Jesse Marsch sabía del posible uso de drones en el torneo que se disputó en Estados Unidos, Blue dijo que el entrenador estadounidense se enteró posteriormente y que “denunció” la práctica a su cuerpo técnico. Canadá alcanzó las semifinales de la Copa América, instancia en la que perdió 2-0 ante el eventual campeón Argentina.
Mediante un comunicado emitido el viernes por la madrugada, el comité canadiense informó que el entrenador asistente Andy Spence dirigirá a las campeonas olímpicas vigentes durante lo que falta del certamen.
El escándalo estalló en el campamento canadiense esta semana, luego que dos empleados del equipo fueron enviados de regreso a su país por usar un dron con el supuesto fin de espiar una práctica de Nueva Zelanda.
Priestman negó su participación, pero no asistió al encuentro que las canadienses ganaron el jueves 2-1 sobre las neozelandesas, mientras la FIFA y el Comité Olímpico Internacional investigaban el caso.
El Comité Olímpico de Canadá informó el miércoles que la asistente Jasmine Mander y el analista Joseph Lombardi fueron “enviados a casa de inmediato” y que se había aceptado la decisión de Priestman, de separarse de la dirección técnica durante el primer partido.
Priestman ofreció el miércoles una breve conferencia de prensa, tras dirigir a su equipo durante una práctica de una hora.
“Siento que este programa ha decepcionado al país”, dijo la estratega de 38 años. “Es por eso que di el paso proactivo de hacer lo que considero correcto. Independientemente de los detalles, soy quien debe rendir cuentas al final”.
Priestman había firmado un contrato a finales de enero para dirigir a Canadá hasta el Mundial femenino de 2027.
Se le había contratado originalmente en noviembre de 2020, como reemplazo de Kenneth Heiner-Moller, y había trabajado como interina. Guio a Canadá a la conquista de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2021 en Tokio pero cayó eliminada en la fase de grupos del Mundial del año pasado.
Ha sumado 28 triunfos, 10 empates y nueve derrotas con la selección.