Estallan protestas anticorrupción en la capital de Uganda inspiradas por marchas en Kenia
KAMPALA, Uganda (AP) — Las fuerzas de seguridad ugandesas detuvieron el martes a docenas de personas que intentaron caminar hasta el edificio del parlamento para manifestarse contra la corrupción de alto nivel, en unas protestas que las autoridades tacharon de ilegales.
Había un fuerte despliegue de policías y militares en varios lugares de Kampala, donde se habían reunido pequeños grupos de manifestantes. Algunos activistas fueron tratados con violencia por la policía cuando los agentes les obligaron a subir a camionetas. La policía suele emplear la fuerza para disolver manifestaciones de líderes opositores y otras personas.
Las marchas estaban organizadas por ugandeses que esperaban replicar los esfuerzos de la gente en la vecina Kenia, cuyas protestas callejeras obligaron al presidente a destituir hace poco a casi todo su gobierno tras una oposición generalizada a una controversial reforma fiscal.
Los ugandeses se han visto provocados por crecientes acusaciones de corrupción contra la presidenta del parlamento, Anita Among, que ha rechazado las peticiones de que renuncie. La campaña anticorrupción comenzó con revelaciones sobre un supuesto gasto irregular de su oficina y de personas cercanas.
Among, miembro del partido que gobierna Uganda, ha sido sancionada por Estados Unidos y Reino Unido. Ella ha negado cualquier infracción y sus partidarios dicen que se la señala de forma injusta en un país donde la corrupción es rampante entre los cargos públicos. Ahora es objeto de una investigación oficial sobre el origen de su fortuna y las acusaciones de que malversó recursos parlamentarios.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, un líder autoritario que lleva en el poder desde 1986, dijo el fin de semana que las protestas eran intolerables.
“Hemos defendido la dirección de la senda revolucionaria de Uganda en el pasado y ahora la defenderemos incluso más”, dijo Museveni en un mensaje televisado en el que advirtió a los organizadores de las marchas que estaban “jugando con fuego”.
Hace muchos que se acusa al gobierno de Museveni de proteger a funcionarios corruptos pero influyentes de procesos penales. Tras su reelección para un sexto mandato en 2021, Museveni prometió perseguir la corrupción. Pero muchos ugandeses son poco optimistas.
Aunque los medios locales suelen informar sobre temas de corrupción, los activistas, opositores y otras personas que intentan organizar protestas callejeras se arriesgan a ser detenidos según una ley que les obliga a informar primero a la policía de sus planes.