Brasil ampliará la tala selectiva en los próximos 2 años para combatir destrucción de la Amazonía

Brasil ampliará la tala selectiva en los próximos 2 años para combatir destrucción de la Amazonía
ARCHIVO - Madera de un aserradero junto a la selva tropical cerca de Vila Nova Samuel, Brasil, el 27 de agosto de 2019. (AP Foto/Victor R. Caivano, Archivo)

BRASILIA (AP) — Para combatir la destrucción en curso de la selva tropical de la Amazonía, Brasil anunció el martes un plan para ampliar drásticamente la tala selectiva a una zona del tamaño de Costa Rica en los próximos dos años.

En Brasil, los vastos terrenos forestales se consideran públicos, pero no gozan de protección especial ni se les aplica la ley, por lo que son vulnerables al acaparamiento de tierras y la deforestación ilegal. Los delincuentes suelen apoderarse de las tierras y desbrozarlas con la esperanza de que el gobierno acabe reconociéndolas como propietarias, lo que suele ocurrir.

“El principal objetivo de las concesiones forestales es la conservación de estas zonas”, señaló Renato Rosenberg, director de concesiones forestales del Servicio Forestal de Brasil, durante una conferencia de prensa virtual. “También crean puestos de trabajo e ingresos en partes de la Amazonía que de otro modo tendrían poca actividad económica”.

Las empresas que obtienen concesiones madereras tienen que seguir normas estrictas. Pueden talar hasta seis árboles por hectárea (2,5 acres) durante un periodo de 30 años. Las especies protegidas, como la castaña, y los árboles más viejos que producen semillas, están prohibidos.

La idea es que conceder permiso a las empresas madereras para talar un número limitado de árboles les permita supervisar el bosque, algo que el gobierno brasileño no puede permitirse. Varios estudios demuestran que la deforestación ilegal en las zonas de concesión es mucho menor que fuera de ellas.

La idea es que al otorgar permisos a las empresas madereras para talar un número limitado de árboles les da una participación en la supervisión del bosque, algo que el gobierno brasileño no puede permitirse. Varios estudios demuestran que la deforestación ilegal en las zonas de concesión es mucho menor que fuera de ellas.

Con el tiempo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva planea tratar de este modo hasta 310.000 kilómetros cuadrados (112.000 millas cuadradas) de selva amazónica pública no designada, una superficie del tamaño de Italia.

Un grupo de trabajo está evaluando qué zonas deben designarse como áreas de conservación, territorios indígenas o concesiones forestales.

En la actualidad hay 22 zonas de este tipo en la Amazonía, que abarcan más de 13.000 kilómetros cuadrados (5.000 millas cuadradas). Desde que el país inició sus primeras concesiones madereras, sólo dos empresas se han negado a renovar sus contratos, lo que demuestra que el modelo funciona, según Rosenfeld. Aun así, el programa es mucho más pequeño de lo previsto cuando la legislación brasileña lo estableció en 2006.

El Servicio Forestal de Brasil forma parte del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático. Se creó ese mismo año para promover actividades sostenibles en los bosques públicos por parte de organizaciones privadas.

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La cobertura climática y ambiental de The Associated Press recibe el apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo el contenido.

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