Biden advierte sobre la retórica en un año electoral y dice que "es momento de enfriar las cosas"
WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden advirtió el domingo sobre los riesgos de la violencia política en Estados Unidos tras el aparente intento de asesinato contra el exmandatario Donald Trump el día anterior, e hizo énfasis en que “es momento de enfriar las cosas”.
En un discurso en cadena nacional desde el Despacho Oval a la hora de mayor audiencia, Biden dijo que las pasiones políticas pueden estar elevadas, pero “nunca debemos caer en la violencia”. El presidente reconoció las pasiones que hay en un año electoral, y que él y los republicanos ofrecen visiones políticas distintas, pero les suplicó a los estadounidenses hacer un “nuevo compromiso” para resolver sus diferencias de forma pacífica.
“No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para cualquier tipo de violencia. Nunca. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que se normalice este tipo de violencia”, declaró el mandatario.
Biden habló durante seis minutos en lo que fue su tercer discurso a la nación desde el atentado del sábado, en el que un hombre armado mató a un espectador y causó heridas graves a otros dos. Hizo su advertencia horas después de que el subdirector del FBI, Paul Abbate, dijo que sus agentes han visto mensajes cada vez más violentos en internet desde el incidente del día previo en el mitin de Trump.
El mandatario y su equipo habían estado batallando para determinar cómo calibrar el rumbo hacia adelante tras el ataque del fin de semana contra la persona misma a la que Biden intenta derrotar en los comicios de noviembre.
El presidente destacó que la Convención Nacional Republicana comenzará el lunes en Milwaukee, mientras que él volvería a sus actos de campaña por distintos puntos del país luego de hacer una pausa en su agenda para lidiar con la respuesta inmediata al tiroteo. Biden dijo que “sin duda” los republicanos “criticarán mis antecedentes y ofrecerán su propia visión para este país”, y prometió hacer campaña exponiendo sus propias ideas, pero dijo que esos desacuerdos deben mantenerse pacíficos.
“Podemos lograrlo”, imploró Biden, asegurando que el país se fundó sobre la base de una democracia que le dio a la razón y al contrapeso una oportunidad de prevalecer por encima de la fuerza bruta. “La democracia estadounidense, donde los argumentos se presentan de buena fe. La democracia estadounidense, donde se respeta el estado de derecho. Donde la decencia, la dignidad, el juego limpio no son sólo nociones singulares, son realidades vivas”.
El presidente también advirtió que las tensiones políticas se han visto avivadas por un ambiente mediático fragmentado y aprovechado por los adversarios de Estados Unidos.
“Aquí en Estados Unidos necesitamos salir de nuestros silos, en donde sólo escuchamos a aquellos con los que estamos de acuerdo, donde hay una desinformación desenfrenada, donde los actores extranjeros avivan las llamas de nuestra división para moldear los resultados que convienen a sus intereses, no a los nuestros”, manifestó Biden.
Horas antes el domingo, el mandatario fue informado en la Sala de Manejo de Emergencias de la Casa Blanca sobre la situación y condenó el aparente intento de asesinar a su predecesor, asegurando que “es contrario a todo lo que representamos como una nación”. Dijo que ordenaría una revisión independiente de seguridad sobre cómo pudo haber ocurrido un ataque de este tipo.
Biden dijo también que le pidió al Servicio Secreto que revise todas las medidas de seguridad para la convención republicana. Horas después, Audrey Gibson-Cicchino, coordinadora del Servicio Secreto para la convención, indicó que el ataque del fin de semana contra Trump no provocó ningún cambio en el plan de seguridad de la agencia para el evento, y que los funcionarios “están totalmente preparados”.
El mandatario exhortó al país a “unirse como una nación”, prometió una revisión “rápida y a fondo” de lo sucedido y le pidió al público no “hacer suposiciones” en torno a los móviles o afiliaciones del agresor.
El presidente dijo que él y la primera dama Jill Biden oraban por la familia de Corey Comperatore, un exjefe de bomberos que fue asesinado durante el mitin de Trump el sábado en Butler, Pensilvania.
Biden también señaló que había tenido una “conversación breve pero buena” con Trump en las horas posteriores al tiroteo, y dijo que él estaba “sinceramente agradecido” de que el expresidente “está bien y recuperándose”.
Trump, que ha exhortado a la resiliencia nacional tras los disparos, publicó en su cuenta en redes sociales tras las declaraciones de Biden: “¡Estados Unidos, únete!”.
Biden, que se ha propuesto calificar a Trump de ser una grave amenaza para la democracia y los principios mismos bajo los que fue fundada la nación, hizo una pausa temporal en ese tipo de mensajes políticos. Poco después del ataque del sábado, el equipo de campaña de Biden congeló “todas las comunicaciones salientes” y trabajaba para retirar sus anuncios televisivos.
El mandatario también postergó un viaje programado para el lunes a Texas, donde iba a hablar en el 60mo aniversario de la Ley de los Derechos Civiles en la biblioteca presidencial Lyndon B. Johnson. Una entrevista de NBC News entre Biden y el conductor Lester Holt ahora se llevará a cabo en la Casa Blanca en lugar de Texas, donde originalmente se pensaba realizar.
El equipo de campaña de Biden dijo que, después de que la entrevista con la NBC sea difundida el lunes por la noche, seguirá —junto con el Comité Nacional Demócrata— “marcando el contraste” con Trump durante la convención republicana, a pesar de que se desconoce cuándo se reanudarán los anuncios.
Biden mantiene sus planes de visitar Las Vegas, un recorrido que incluirá un evento de campaña el miércoles. La vicepresidenta Kamala Harris postergó su viaje de campaña del martes a Florida, donde iba a reunirse con mujeres republicanas.
Mientras tanto, Trump llegó el domingo por la noche a Milwaukee para la convención republicana, en la que seguramente Biden y los demócratas serán criticados duramente.