Socorristas hallan decenas de cadáveres en distrito de Ciudad de Gaza tras ataque israelí
DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP) — Trabajadores de protección civil sacaron el viernes cadáveres que estaban bajo edificios derrumbados y de calles cubiertas de escombros, pertenecientes a docenas de palestinos asesinados esta semana por un ataque israelí contra un distrito de Ciudad de Gaza.
El descubrimiento de los cuerpos se produjo después que las tropas israelíes se retiraron de distintas partes de los vecindarios de Tal al-Hawa y Sanaa, tras varios días de bombardeos y combates en la zona. El ejército israelí lanzó una incursión en esos distritos esta semana para combatir a los que, dijo, eran elementos de Hamás que se habían reagrupado.
Las espeluznantes escenas de los muertos subrayaron la espantosa situación que se vive tras nueve meses de guerra en Gaza.
Tras invadir casi todas las áreas urbanas del pequeño territorio palestino desde octubre, las fuerzas armadas israelíes ahora invaden de nuevo diferentes partes mientras Hamás se desplaza y mantiene sus capacidades. Los civiles palestinos se ven obligados a huir una y otra vez para escapar de las ofensivas israelíes, o a permanecer en el lugar y enfrentar la muerte. Las negociaciones sobre el alto el fuego prosiguen, pero sin llegar nunca a él.
Videos que circulan en las redes sociales muestran a trabajadores de protección civil mientras envuelven cadáveres en mantas, entre ellos los de varias mujeres, en las calles cubiertas de escombros de Tal al-Hawa y Sanaa. Una mano se asoma entre el concreto destrozado, donde los trabajadores excavaban en un edificio derrumbado. En otro video se muestran edificios calcinados.
Hasta ahora, se han hallado cerca de 60 cadáveres que comprenden familias completas que aparentemente murieron por disparos de artillería y bombardeos, dijo Mahmoud Bassal, director de protección civil en Gaza. Algunos restos habían sido parcialmente devorados por perros, señaló.
El director del cercano hospital Al-Ahli, Fadel Naem, dijo que por lo menos 40 de los cadáveres hallados en los distritos habían sido llevados al lugar, aunque no tenía una cifra precisa.
El ejército israelí dijo que no podía comentar sobre el hallazgo de los cadáveres.
El ataque de Israel contra dicho distrito comenzó después de que el lunes emitiera una orden de desalojo de la zona. En un comunicado publicado el viernes, el ejército dijo que sus tropas atacaron el complejo de oficinas abandonado de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, donde, afirmó, Hamás había establecido sus operaciones.
La UNRWA abandonó el complejo en octubre, al inicio de la guerra. El ejército dijo el viernes que sus tropas enfrentaron a combatientes de Hamás y de la Yihad Islámica en el complejo, y que descubrieron material para fabricar drones, así como reservas de armas. Publicó fotos de una parte del material descubierto, aunque sus afirmaciones no pudieron ser confirmadas de forma independiente.
El viernes, las tropas israelíes se habían retirado de la mayor parte de la zona, pero los francotiradores y los drones seguían abriendo fuego, dijo Salem Elrayyes, un residente que huyó hace meses al sur, pero que habló con familiares que aún permanecen en el barrio.
Dijo que durante la ofensiva, las tropas israelíes incendiaron muchas casas —incluida la de uno de sus tíos— y efectuaron detenciones a gran escala, llevándose a personas para interrogarlas dentro del complejo de la UNRWA. Al menos 11 de sus familiares fueron detenidos.
Dos de ellos fueron puestos en libertad tras recibir fuertes palizas, mientras que el resto siguen desaparecidos. Su familia está buscando a otros familiares cuyo paradero aún es desconocido. “Algunos pueden estar detenidos y otros pueden haber perdido la comunicación. Otros pueden estar muertos”, dijo Elrayyes.
El jueves, trabajadores de protección civil reportaron el hallazgo de decenas de cadáveres en Shijaiyah, otro distrito de Ciudad de Gaza del que las tropas israelíes se retiraron en los últimos días tras una ofensiva de dos semanas.
La mayoría de la población de Ciudad de Gaza y áreas circundantes en el norte de la Franja de Gaza huyó a principios de la guerra, pero la ONU calcula que alrededor de 300.000 personas permanecen en la zona. Con cada nuevo ataque, las personas suelen huir a otras partes del norte, ya que, hasta ahora, Israel no ha permitido que quienes huyeron al sur vuelvan al norte.
A primera hora del viernes, un bombardeo de Israel alcanzó un almacén de ayuda humanitaria en Muwasi, que forma parte de una zona que fue declarada por Israel como “segura”, y que abarca partes del sur y el centro de Gaza, según informó la Fundación Al-Khair, con sede en el Reino Unido. Imam Qasim Rashid Ahmad, director del grupo en Londres, dijo que uno de sus empleados, un ingeniero, murió en el ataque junto con tres empleados de otros grupos humanitarios que utilizaban el almacén.
El ejército israelí alegó que Husam Mansour, el miembro de la Fundación Al-Khair que fue asesinado, era en realidad un alto cargo de los milicianos de Hamás. Israel dijo que utilizaba su cargo en el grupo humanitario para recaudar fondos para Hamás.
Israel inició su campaña militar en Gaza tras el ataque de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel, en el que murieron alrededor 1.200 personas, la mayoría civiles, y unas 250 fueron tomadas como cautivos.
Desde entonces, las ofensivas por tierra y los bombardeos de Israel han matado a más de 38.300 personas y herido a más de 88.000 en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, que no distingue entre combatientes y civiles. Más de 80% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido expulsados de sus viviendas, y la mayoría están hacinados en miserables campamentos de carpas y pasan hambre.
Mientras tanto, en El Cairo, mediadores estadounidenses, egipcios y qataríes siguieron presionando para reducir las diferencias entre Israel y Hamás en torno a una propuesta de acuerdo para un alto el fuego en tres fases y un plan de liberación de rehenes.
La propuesta, respaldada por Estados Unidos, prevé un alto el fuego inicial con una liberación limitada de rehenes y la retirada de las tropas israelíes de las zonas pobladas de Gaza. Al mismo tiempo, ambas partes negociarán los términos de la segunda fase. La segunda fase supondría la liberación total de los rehenes a cambio de un alto el fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes de Gaza.
Pero sigue habiendo obstáculos.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho que Israel no aceptará ningún acuerdo que le impida reanudar su campaña militar hasta que Hamás sea eliminada. El jueves, indicó que Israel pretende mantener el control del paso fronterizo de Rafah con Egipto, lo que sería contrario a una retirada total de Gaza.
Hamás abandonó su exigencia de que Israel se comprometiera de antemano a alcanzar un alto el fuego permanente. Sin embargo, un funcionario político de Hamás declaró a The Associated Press que el grupo sigue queriendo garantías por escrito de los mediadores de que las negociaciones continuarán hasta que se alcance un alto el fuego permanente.
De lo contrario, “Netanyahu puede detener las negociaciones y reanudar así la agresión” en cualquier momento, afirmó Ahmed Abdul-Hadi, jefe de la oficina política de Hamás en Líbano.
Abdul-Hadi dijo también que Hamás no espera volver a ser el único partido gobernante en Gaza después de la guerra, sino que quiere ver un gobierno palestino de tecnócratas.
“No queremos volver a gobernar Gaza en solitario en la próxima fase”, afirmó. Funcionarios israelíes han indicado que exigirán la destitución de Hamás en las conversaciones para la segunda fase.
Netanyahu está sometido a una presión cada vez mayor tanto a nivel nacional como internacional. Los familiares de los rehenes marchan hacia Jerusalén para exigir un acuerdo y la liberación de sus seres queridos, mientras los políticos israelíes, entre ellos el ministro de Defensa, Yoav Gallant, piden una amplia investigación gubernamental sobre la conducta de los dirigentes israelíes.
Persiste el riesgo de una escalada regional. El ejército israelí dijo el viernes que uno de sus soldados había muerto en el norte de Israel, donde la milicia Hezbollah e Israel siguen cruzando fuego en la frontera.
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Los periodistas de Associated Press Abby Sewell y Sarah El Deeb en Beirut, Sam Metz en Rabat, Marruecos, y Jack Jeffery en Ramala, Cisjordania, contribuyeron a este despacho.