Bolivia informa que no debe indemnizar a empresa india Jindal tras ganar un arbitraje internacional
LA PAZ, Bolivia (AP) —
El gobierno boliviano informó el jueves que un tribunal arbitral ha desestimado que Bolivia pague un indemnización por unos 100 millones de dólares a la siderúrgica india Jindal Steel and Power tras operaciones fallidas para la explotación de un rico yacimiento al este de la nación andina.
“Sin lugar a duda este laudo arbitral es favorable para Bolivia porque la Corte Internacional de Arbitraje a través de la Cámara de Comercio Internacional ha determinado desestimar la indemnización aproximadamente de 100 millones de dólares, es decir que este monto Bolivia no tiene que pagar”, explicó el jueves el procurador César Siles a los medios.
A su vez mencionó que entre las disposiciones de la corte, la empresa Jindal debe "el pago de costos anticipos y arbitrajes a favor de la empresa Mutún de Bolivia por casi 3 millones de dólares”.
Durante el gobierno de Evo Morales (2006-2019) se adjudicó a la empresa india el contrato para explotar e industrializar el hierro boliviano incluyendo la instalación de una acería para lo cual se comprometió a invertir 2,100 millones de dólares en ocho años, sin embargo, no se cumplió el contrato de inversiones. El gobierno declaró el incumplimiento del contrato y cinco años después Jindal abandonó el país.
The Associated Press buscó información de la empresa inda y de la Corte Internacional de Arbitraje pero no tuvo respuesta de inmediato.
En el contrato, que incluía plazos de inversión, se establecía que la empresa india dejaba como garantía depósitos de 36 millones de dólares, que posteriormente fueron cobradas por el gobierno boliviano tras señalar un incumplimiento de contrato.
El gobierno boliviano por su parte asegura que Jindal incumplió con las inversiones comprometidas en el yacimiento rico en hierro llamado Mutún, que se encuentra en la localidad de Puerto Suarez a unos 630 kilómetros al este de La Paz, en la frontera con Brasil.
La empresa india estuvo en el plan de industrialización de Morales (2006-2019) que llegó con gran esperanza para poder industrializar el hierro boliviano.