Un renovado México llega a la Copa América cargado de dudas
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La decisión del entrenador Jaime Lozano, de depurar la nómina de la selección de México, cambió el semblante del equipo para la Copa América en Estados Unidos. Y la transformación ha suscitado un mar de dudas en un equipo que no seduce a su afición.
El prescindir de Guillermo Ochoa, Raúl Jiménez, Hirving Lozano y Jesús Gallardo abrió la puerta a otros jugadores para ocupar los puestos de cuatro seleccionados que fueron inamovibles en los últimos años.
En todo caso, Lozano mantuvo una buena base de los jugadores que fueron al Mundial disputado hace un año y medio, en el que el Tri se despidió tras la fase de grupos, su peor desempeño mundialista desde 1978.
Todos estos movimientos repentinos en la selección mexicana generan varias incógnitas previo a enfrentar a Jamaica, Venezuela y Ecuador en el Grupo B.
Desde que debutó con la selección absoluta, el delantero Santiago Giménez ha estado pidiendo una oportunidad de mostrar que puede ser el nueve titular de la selección: deseo concedido.
El atacante del Feyenood de Holanda se quedó fuera del Mundial de Qatar 2022 — en el último corte — cuando el argentino Gerardo Martino se decantó por la experiencia de Raúl Jiménez, aunque el delantero de la Liga Premier no estaba al 100 por ciento. Además, llevó a Henry Martín como titular y a Rogelio Funes Mori.
Durante el efímero ciclo del argentino Diego Cocca realmente no hubo tiempo para abrir la competencia por el puesto titular. Lozano relegó a Giménez como suplente de Martín en la Liga de Naciones de la CONCACAF en marzo. En las semifinales ante Panamá no lo usó un solo minuto y Giménez incluso pateó una hielera, molesto por no jugar.
Lozano dijo entonces que hablaría con el delantero de 23 años para que entendiera la decisión táctica, pero ahora no quiso más controversias. Con Jiménez y Martín fuera, todo está servido para Giménez
Lució poco en los minutos que recibió ante Uruguay y Brasil, los últimos dos amistosos de México. Pero no fue su culpa. El mediocampo y los volantes le abastecieron muy pocos balones.
Si Lozano quería hacer un cambio generacional verdadero, la respuesta es no. Cuatro relevos no son suficientes y la interpretación es que ha sido un movimiento más de forma que de fondo.
Varias voces han cuestionado que se pudo dar un golpe de timón real llevando a los jugadores de la Sub23. En cambio, se decidió mandarlos a un tradicional torneo juvenil que es una oportunidad de fogueo sin sentido para los más talentosos, dado que esa selección no se clasificó al fútbol de los Juegos Olímpicos.
Jugadores como el central Ramón Juárez, titular en la liguilla y que ayudó al América repetir como campeón de la liga, parecen estar listos para probarse en la absoluta. Lo mismo pasa con Rodrigo Huesca, un lateral derecho que fue titular todo el torneo con Cruz Azul.
Tampoco se citó a Alan Bautista, un volante que fue clave para que Pachuca se consagrase en la Copa de Campeones de la CONCACAF. Asimismo, los delanteros Jordan Carrillo y Ozziel Herrera han dejado constancia de sus virtudes con Santos y Tigres, respectivamente. Carrillo fue el único de ellos que tuvo oportunidad de jugar Copa América, pero se quedó fuera en el último corte.
Una de las decisiones más polémicas tomadas por Lozano en su empeño por darle oportunidad a otros jugadores fue dejar fuera a Hirving Lozano, quien tiene 28 años y llegaría en plenitud al Mundial de 2026.
Sin decir nombres, Lozano explicó que en esta Copa América quiere ver a otros jugadores en situaciones protagónica. Además de Giménez, otro sin duda es Julián Quiñones, el colombiano nacionalizado que competía por el puesto con el “Chucky” Lozano jugando por la banda izquierda.
Quiñones enfrenta su primer gran torneo con el Tri. Los dirigentes y el mismo entrenador esperan que pueda darles más tras verse fuera de forma en la Liga de Naciones.
Si Quiñones recupera parte del nivel que tuvo en el bicampeonato con Atlas o en su primer torneo con el América al final de 2023, México podría tener opciones de avanzar a los cuartos de final.
En América, el jugador de 27 años ha mostrado una gran disposición para realizar presión en toda la cancha y recorrer ese costado izquierdo de arriba a abajo. Además, puede jugar como segundo nueve o hasta por la banda derecha, cualidades que lo hacen ver en el papel como socio ideal de Giménez.