Kiev califica de absurda oferta de tregua de Putin, que le pide salir de zonas reclamadas por Rusia
El presidente ruso Vladímir Putin prometió el viernes ordenar un alto el fuego de “inmediato” en Ucrania e iniciar negociaciones si Kiev empieza a retirar sus tropas de las cuatro regiones anexionadas por el Kremlin en 2022 y renuncia a sus planes de ingresar en la OTAN. Ucrania respondió calificando la propuesta de Putin de “manipuladora” y “absurda”.
Las declaraciones de Putin coincidieron con los preparativos de Suiza para acoger este fin de semana a decenas de líderes mundiales —aunque no de Moscú— para tratar de dar los primeros pasos hacia la paz en Ucrania.
También coincidieron con una reunión de los líderes del G7 en Italia y después que Estados Unidos y Ucrania firmaran esta semana un acuerdo de seguridad de 10 años que los funcionarios rusos, incluido Putin, denunciaron como “nulo e inválido”.
Putin denunció la conferencia de Suiza como “una estratagema más para desviar la atención de todos, revertir la causa y el efecto de la crisis ucraniana (y) encaminar el debate por la vía equivocada”.
Planteó sus exigencias en un discurso pronunciado en el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso y apuntó a lo que llamó una “resolución final” del conflicto en lugar de “congelarlo”, y subrayó que el Kremlin está “dispuesto a iniciar negociaciones sin demora”.
Entre las demandas de paz más amplias que enumeró Putin figuraban el reconocimiento por Ucrania de Crimea como parte de Rusia, el hecho de que el país mantenga su estatus no nuclear, la restricción de su fuerza militar y la protección de los intereses de la población rusoparlante. Todo ello deberá formar parte de “acuerdos internacionales fundamentales”, y deberán levantarse todas las sanciones occidentales contra Rusia, dijo Putin.
“Instamos a pasar esta trágica página de la historia y a empezar a restaurar, paso a paso, la unidad entre Rusia y Ucrania y en Europa en general”, afirmó.
Las declaraciones de Putin, realizadas ante un grupo de sombríos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y algunos legisladores de alto rango, representaron una rara ocasión en que expuso claramente sus condiciones para poner fin a la guerra en Ucrania, pero no incluyeron ninguna nueva exigencia. El Kremlin ya ha dicho en otras ocasiones que Kiev debe reconocer sus conquistas territoriales y abandonar su intento de ingresar en la OTAN.
Pero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania calificó el plan de Putin de “manipulador”, “absurdo” y diseñado para “engañar a la comunidad internacional, socavar los esfuerzos diplomáticos dirigidos a lograr una paz justa y dividir la unidad de la mayoría mundial en torno a los objetivos y principios de la Carta de la ONU”.
Además de buscar su ingreso a la OTAN, Ucrania quiere que las fuerzas rusas salgan de su territorio, incluida la península de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014; que se restaure la integridad territorial de Ucrania; que Rusia rinda cuentas por crímenes de guerra y que el Kremlin pague indemnizaciones a Kiev.
Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Después que las fuerzas ucranianas frustraran una ofensiva rusa hacia la capital, gran parte de los combates se han centrado en el sur y el este, y Moscú se anexionó ilegalmente regiones del este y el sur, aunque no controla plenamente ninguna de ellas.
Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, dijo en las redes sociales que no había nada nuevo por parte de Putin y que el mandatario ruso “sólo expresó el ‘conjunto de agresores estándar’, que ya se ha escuchado muchas veces”.
“No hay ninguna novedad, no hay verdaderas propuestas de paz ni deseo de poner fin a la guerra. Pero hay un deseo de no pagar por esta guerra y de continuarla en nuevos formatos. Todo es una completa farsa”, escribió Podolyak en X.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, declaró en la sede de la OTAN en Bruselas que Putin “ha ocupado ilegalmente territorio ucraniano soberano. No está en posición de dictar a Ucrania lo que debe hacer para lograr la paz”.
Austin añadió que Putin “comenzó esta guerra sin ninguna provocación. Podría terminarla hoy si así lo decidiera”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, añadió que “esta no es una propuesta de paz. Es una propuesta de más agresión, más ocupación, y demuestra de alguna manera que el objetivo de Rusia es controlar Ucrania”.
Putin insistió en que Kiev debía retirarse por completo de las cuatro regiones anexionadas y cederlas esencialmente a Moscú dentro de sus fronteras administrativas. En Zaporiyia, en el sureste, Rusia aún no controla la capital administrativa de la región, que antes de la guerra tenía unos 700.000 habitantes; en la vecina región de Jersón, Moscú se retiró de su mayor ciudad y capital del mismo nombre en noviembre de 2022.
Putin dijo que si “Kiev y las capitales occidentales” rechazan su oferta, “es asunto suyo, su responsabilidad política y moral por continuar el derramamiento de sangre”.
El Kremlin ha manifestado en repetidas ocasiones su disposición a mantener conversaciones de paz con Kiev y ha culpado a Occidente de socavar sus esfuerzos por poner fin al conflicto.
Putin fue más allá el viernes y afirmó que sus tropas nunca tuvieron intención de asaltar la capital de Ucrania, Kiev, aunque se acercaron a la ciudad.
“En esencia, no fue otra cosa que una operación para forzar al régimen ucraniano a la paz. Las tropas estaban allí para empujar a la parte ucraniana a negociar, para intentar encontrar una solución aceptable”, afirmó.
Moscú se retiró de Kiev en marzo de 2022 y lo describió como un gesto de buena voluntad al iniciarse las conversaciones de paz entre ambas partes. Sin embargo, la retirada se dio en medio de una feroz resistencia ucraniana que frenó considerablemente los avances rusos en el campo de batalla.
Putin también afirmó que, ese mismo mes, dijo a un funcionario extranjero que no descartaba retirar las fuerzas de las regiones de Jersón y Zaporiyia y devolver a Ucrania las partes ocupadas, siempre y cuando Kiev permitiera a Rusia tener una “fuerte conexión terrestre” con Crimea.
Indicó que los funcionarios planeaban llevar esa propuesta a Kiev, lo que Moscú “acogió con satisfacción”, ya que en general acogía con satisfacción “los intentos de encontrar una solución pacífica al conflicto”. Pero entonces el Kremlin se anexionó ambas regiones, junto con las provincias de Donetsk y Luhansk, citando los resultados de unos “referéndums” falsos que organizó allí. Al mencionarlos, Putin dijo: “El asunto está cerrado para siempre y ya no se discute”.
En los combates del viernes, las defensas rusas derribaron 87 drones ucranianos, según informó el Ministerio de Defensa en Moscú, la mayoría de ellos lanzados contra la región de Rostov, sede del mando militar del sur de Rusia, pero no se registraron muertos ni daños en una de las mayores descargas de drones ucranianos en lo que va de la guerra.
En la región rusa de Belgorod, en la frontera, parte de un edificio residencial se derrumbó en la ciudad de Shebekino tras un bombardeo ucraniano, dijo el gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov. Tres personas resultaron heridas.
En los últimos meses, el ejército ucraniano se ha encontrado en una situación desesperada, ya que sus tropas se ven superadas en número por las fuerzas rusas y carecen de munición y armamento debido a los retrasos en la prometida ayuda militar occidental.
Rusia ha atacado Ucrania con drones, y más concretamente apuntándole a su sistema de suministro eléctrico. Disparó 14 misiles y 17 drones Shahed durante la noche, informó la fuerza aérea ucraniana. Los sistemas de defensa antiaérea derribaron todos los drones y siete misiles.
Los ataques hirieron a seis personas en la región de Donetsk, donde fueron alcanzados edificios residenciales, según informaron los funcionarios.
Un dron ruso alcanzó un autobús cerca de la localidad de Esman, en la región septentrional de Sumy, hiriendo a tres mujeres. En el autobús viajaban 20 pasajeros, según las autoridades.
También el viernes, Rusia devolvió a Ucrania los cadáveres de 254 de sus soldados, según informó Kiev. Una vez identificados, los cuerpos serán devueltos a sus familiares, de acuerdo con el Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra de Ucrania.
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Colaboraron los periodistas de The Associated Press Jim Heintz en Tallin, Samya Kullab e Illia Novikov en Kiev, Ucrania, Lorne Cook en Bruselas y Barry Hatton en Lisboa, Portugal.