El fervor patriótico alemán del Mundial 2006 seguramente no se repetirá en la Euro

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El fervor patriótico alemán del Mundial 2006 seguramente no se repetirá en la Euro
Aficionados ondean banderas alemanas durante el encuentro amistoso ante Grecia en el Borussia Park en Moenchengladbach, Alemania el viernes 7 de junio del 2024. (AP Foto/Martin Meissner)

BERLÍN (AP) — Cuando Alemania recibió la Copa Mundial 2006, una inesperada oleada de orgullo nacional se desató en el país. Para muchos alemanes esta fue la primera vez que sintieron que podían ondear su bandera sin tener que cargar con su oscuro pasado.

Ahora que Alemania se alista para recibir otro torneo importante de fútbol, con el Campeonato Europeo, esas escenas de fervor patriótico son cada vez más difíciles de imaginar.

Aunque la selección aún podría desencadenar los festejos en Alemania, el país está pasando por un difícil momento político debido al surgimiento de la ultraderecha y que provoca que demostrar su orgullo nacional sea incómodo.

A días del partido inaugural el viernes entre Alemania y Escocia, se observan pocas banderas alemanas colgando en los balcones. Tampoco son visibles los colores nacionales.

“No va a ser como en 2006, porque seguimos después de 18 años y hay conflicto por todas partes”, reconoció Stephan Uersfeld, un columnista deportivo para la televisora NTV. “Conflictos en la sociedad alemana, conflictos dentro de Europa. Este no era el caso en el 2006”.

Alemania es uno de los países en los que la ultraderecha tuvo un gran avance en las elecciones al Parlamento Europeo el domingo. Alternative for Germany o AfD, fue segundo.

En el 2006, el país no estaba tan polarizado. Alemania se refirió al Mundial de ese año como “Sommermärchen” o verano de ensueño.

Fue el primer torneo importante de fútbol que recibió Alemania desde su reunificación. La economía se recuperaba de una depresión en la que el desempleo llegó al 12,6% en 2005 y la canciller Angela Merkel prometía que vendrían mejores tiempos.

“Fue un gran ambiente”, aseguró Uersfeld. “Creo que todo el país se sentía orgulloso de recibir el torneo y de ser grandes anfitriones. No podían creer que a la gente le gustara lo que veía en Alemania. Tenías a la gente viniendo de todo el mundo”.

La ansiedad sobre el ascenso de la AfD, que usa la bandera alemana en sus campañas, al igual que otros grupos extremistas ha desanimado a los alemanes de mostrar símbolos nacionales.

“Nadie quiere que lo confundan con el discurso de la extrema derecha”, señaló Axel Lischke, un ingeniero de sonido en Berlín.

Se autodescribió como un hincha del fútbol, pero no en particular de Alemania. De hecho, estará animando a Escocia en el partido inaugural el viernes.

“Quisiera que la sociedad alemana trate a todos de manera igualitaria”, dijo Lischke, quien dijo que la imagen de una selección nacional multicultural es sólo una visión. Recordó el trato que el retirado internacional alemán Mesut Özil recibió tras el fracaso de la selección en el Mundial de 2018.

Özil, de origen turco, fue señalado como responsable de la eliminación de Alemania en la fase de grupos y fue víctima de ataques racistas.

El entonces presidente de la Federación Alemana de fútbol (DFB), Reinhard Grindel, lamentó no haber brindado más apoyo a Özil.

La DFB rechaza a la ultraderecha y promueve la inclusión y tolerancia. Incluso lanzó una campaña contra el racismo y discriminación.

“Es parte de nuestra labor”, dijo la secretaria general de la DFB Heike Ullrich a The Associated Press. “No puedes decir que el deporte no tiene un papel en la política”.

Antes del inicio de la Euro, un documental que salió en la televisión alemana cuestionó el papel de la selección en la promoción de la integración y multiculturalidad.

El defensor Jonathan Tah y los exinternacionales Shkodran Mustafi y Gerald Asamoah hablaron del racismo que enfrentaron. Pero el programa que transmitió ARD también le preguntó a 1.304 participantes si preferirían más jugadores blancos. Uno de cada cinco dijo que sí.

El seleccionador alemán Julian Nagelsmann y el mediocampista Joshua Kimmich sorprendidos de que si quiera hicieran esa pregunta.

“Cuando consideras que vamos a recibir un Campeonato Europeo en casa es absurdo hacer una pregunta como tal cuando la meta es unir a todo el país”, aseguró Kimmich. “Se trata de lograr cosas grandes juntos. Como equipo queremos que todos en Alemania nos apoyen”.

A qué nivel sucederá será evidente una vez que inicie el torneo.

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El reportero de The Associated Press Geir Moulson contribuyó desde Berlín.

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