Una imperial Swiatek conquista su 3er título seguido de Roland Garros al vencer a Paolini
PARÍS (AP) — Durante unos cuantos minutos, la sensación era que Iga Swiatek estaba algo despistada en la final del Abierto de Francia contra Jasmine Paolini. Swiatek no paraba de cometer errores en los primeros compases el sábado, sufrió un quiebre de servicio en el tercer juego y perdía en la cancha Philippe Chatrier.
¿Era posible una sorpresa? ¿Podía Paolini plantar cara y hasta ganar? Para nada, ni de cerca. Imposible con la manera cómo Swiatek es capaz de someter a sus rivales, especialmente en la arcilla roja.
La número uno del mundo no tardó en recalibrar sus golpes y no le dio respiro a Paolini, llevándose 10 juegos seguidos rumbo a la victoria 6-2, 6-1 que le dio su tercer campeonato consecutivo en Roland Garros y el cuarto en cinco años.
Después de llevarse un susto tremendo en la segunda ronda ante Naomi Osaka, cuando Swiatek salvó un match point, este fue su quinta aplastante victoria seguida. La polaca de 23 años ganó cada set en ese tramo, cediendo apenas 17 juegos.
“Esto fue un torneo muy surreal con su comienzo y la segunda ronda, pero luego pude jugar mejor en cada partido. Estoy muy orgullosa de mí misma, ya que las expectativas son muy altas. También hay mucha presión", señaló Swiatek, con foja de 35-2 de por vida en Roland Garros, incluyendo su vigente racha de 21 triunfos. “Estoy contento por buscarlo y haber sabido respondido a todo visto... y ganarlo”
Swiatek se convirtió en la primera mujer que alza la copa de campeona tres veces seguidas en París desde Justine Henin entre 2005 y 2007.
“Es increíble estar aquí, me encanta y quiero volver todos los años”, señaló Swiatek en la ceremonia de premiación. “Es un torneo muy vibrante”.
Swiatek también se consagró en el Abierto de Francia de 2020 y el US Open de 2022, y quedó con foja de 5-0 en finales de Grand Slam.
“Iga, te tengo que felicitar”, dijo Paolini, una italiana de 28 años, disputó su primera final en un Slam. “Creo que jugar contigo en el desafío más difícil en este deporte”.
La 12da cabeza de serie nunca había superado la segunda ronda en alguno de los cuatro grandes del tenis hasta que avanzó a la cuarto ronda del Abierto de Australia en enero. Paolini disputará la final de dobles femenino el domingo junto a su compatriota Sara Errani frente a Coco Gauff y Katerina Siniakova.
El sábado, los gritos de “¡Vamos Jasmine!” desde las dos hileras en la parte inferior del estadio que estaban pobladas con simpatizantes de Paolini, todos con camisetas con uno de los colores de la bandera de Italia: verde, blanco o rojo.
En el volado de la moneda, Paolini permaneció quita. Swiatek, en tanto, se movía inquieta de un lado a otro.
Después que la polaca se llevó el primer punto del partido, un aficionado gritó en francés: “¡Jasmine, no ha acabado!”
Y, por un breve momento, pareció tener la razón. Es que Swiatek titubeó durante un lapso al desaprovechar una bola de quiebre en el segundo juego, y luego perder el servicio — con una derecha mal ejecutada — para quedar abajo 2-1 al cabo de 13 minutos.
Fue el séptimo error no forzado de Swiatek en la tarde; Paolini apenas había cometido uno.
¿Se fraguaba un batacazo?
Swiatek no tardó en poner las cosas en orden.