Islandia elige como presidenta a la empresaria Halla Tomasdottir
LONDRES (AP) — Halla Tomasdottir, empresaria e inversionista, ha ganado las elecciones presidenciales islandesas, imponiéndose a una larga lista de aspirantes en una votación en la que las tres personas mejor posicionadas eran mujeres, según indicó el domingo la cadena mediática nacional del país.
Tomasdottir fue elegida para el puesto, principalmente ceremonial, con un 34,3% de los votos, por delante de la ex primera ministra Katrin Jakobsdottir, con el 25,2%, y Halla Hrund Logadottir, con el 15,5%, según RUV.
Tomasdottir, de 55 años, centró su campaña en mostrarse como una persona por encima de las divisiones partidistas y que podría ayudar a iniciar debates sobre cuestiones fundamentales como el efecto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, el desarrollo de Islandia como destino turístico y el papel de la inteligencia artificial.
Reemplazará al presidente Gudni Th. Johannesson, que no buscaba la reelección tras dos mandatos de cuatro años. Tomasdottir asumirá el cargo el 1 de agosto.
Islandia, un país insular nórdico en el Atlántico Norte, tiene unos 358.000 habitantes y una larga tradición de elegir a mujeres para cargos importantes. Vigdis Finbogadottir fue la primera presidenta elegida de forma democrática en cualquier país cuando asumió la jefatura de estado islandesa en 1980.
El país también ha tenido dos mujeres como primeras ministras en años recientes, que ofrecieron estabilidad en años accidentados. Johanna Sigurdardottir lideró al gobierno entre 2009 y 2013, después de que la crisis financiera global devastara la economía islandesa. Jakobsdottir se convirtió en primera ministra en 2017 y lideró una amplia coalición que puso fin a un ciclo de crisis que habían provocado tres elecciones en cuatro años. Renunció en abril para presentarse a la presidencia.
Tomasdottir ganó relevancia durante la crisis financiera, cuando fue reconocida como fundadora de Audur Capital, una de las pocas firmas islandesas de inversión que sobrevivió a la crisis. Ahora está en excedencia como directora general de B Team, una organización no gubernamental que fomenta la diversidad en entornos laborales y tiene oficinas en Nueva York y Londres.