Gobierno de Colombia y guerrilla del ELN acuerdan primer punto de la agenda de paz en Caracas

CARACAS (AP) — Las delegaciones del gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional llegaron a un acuerdo en Caracas, donde el sábado suscribieron el documento sobre el primer punto de la agenda de diálogos por la paz, referente a la participación de la sociedad.

Desde la capital venezolana y con la presencia de organismos internacionales como Naciones Unidas, la iglesia y países garantes, las dos comitivas presentaron el acuerdo número 28 sobre el primer punto de la agenda “entendido como un camino y ruta para sacar la violencia de la política en Colombia y solucionar múltiples problemas que vive el país para transitar hacia la paz”, establece el escrito.

La jefa de delegación gubernamental, Vera Grabe, dio a conocer la firma del acuerdo y resaltó que el camino no ha sido fácil ya que implica “bajarnos de esquemas violentos de la manera de pensar, de relacionarnos, de ubicarnos frente a la realidad”, dijo en rueda de prensa.

Añadió que “el eje rector” que les convoca es “la paz como actitud, la paz como opción, la paz como lógica, la paz como proceso de negociación, como superación de las violencias”.

El documento señala que “la paz en Colombia requiere de todas las voces, de todos los pueblos, comunidades, personas, procesos y formas de construir nación” y que “este es ya un consenso para la Mesa de Diálogos y, por ello, en la búsqueda de la mayor participación posible para las transformaciones necesarias, adelantamos un proceso histórico sin precedentes”.

Precisó que la mesa creó un Comité Nacional de Participación que “diseñó e impulsó la realización de 78 pre encuentros” con la inclusión de 8.565 representantes de organizaciones sociales de 30 sectores, 3.217 organizaciones en todas las regiones del país, cárceles y migrantes en América y Europa. “El resultado de este proceso es un Diseño de Participación, un Plan Nacional” y recomendaciones.

Pablo Beltrán, jefe la delegación del ELN, explicó que el documento plantea “cómo va hablar la gente en Colombia … que diga cómo está el país y qué soluciones requiere”, pero además, “que se comprometa con la búsqueda de esas soluciones y que este proceso deje un tejido social que esté por el cambio”.

Los otros puntos de la agenda de los diálogos por la paz incluyen mecanismos para “darle voz a las víctimas”, ponerle fin al conflicto armado y ejecutar los acuerdos, señaló Beltrán.

La mesa de negociación enfrentaba una crisis desde marzo cuando el gobierno avaló un diálogo regional en Nariño, fronterizo con Ecuador, impulsado por autoridades locales en el que participa una facción del ELN denominada “Comuneros del Sur”.

Grabe había señalado que no se podía negociar con dos frentes al mismo tiempo, por lo cual pidió definiciones el presidente Gustavo Petro, mientras que la dirigencia del ELN consideró ese diálogo como un intento del gobierno por presentar a la guerrilla como una organización dividida.

Por ello, Grabe consideró que llegar al acuerdo ha significado priorizar “por encima de otros temas y dificultades” el mandato de la sociedad colombiana por la paz.

El gobierno de Petro restableció los diálogos con el ELN en 2022, como parte de su política de “paz total”, cuestionada por sectores de oposición que creen que alienta a “la impunidad”. Las partes extendieron en febrero de 2024 el cese al fuego bilateral por 180 días.

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