Jesuítas de Chile expulsan a fundador de la ONG Techo tras investigación interna por abuso a menores
SANTIAGO (AP) — La Compañía de Jesús de Chile informó el viernes que expulsó y prohibió “todo contacto pastoral" con menores de edad por 10 años a un conocido sacerdote, fundador de la ONG Techo, denunciado en 2022 por un caso de abusos sexuales contra varias mujeres de entre 14 y 23 años.
“El Padre General de la Compañía de Jesús, tras haber estudiado los antecedentes recopilados, ha decretado la expulsión de Felipe Berríos de la Compañía de Jesús”, señaló la organización religiosa en un comunicado, como resultado de una investigación interna de la institución. Lo consideró "culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento”.
Chile es uno de los países latinoamericanos más salpicados por denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica y, de acuerdo a las últimas cifras de la fiscalía, contaba con más de 60 investigaciones judiciales relacionadas con la institución.
AP consultó a la fiscalía de Chile por el caso de Berríos, que confirmó que hay un proceso judicial abierto.
La Compañía de Jesús también le prohibió "el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años”, constaba en el comunicado.
Berríos, una figura reconocida en Chile por su trabajo como fundador de la ONG Techo, que busca contrarrestar la extrema pobreza con la construcción de viviendas populares, fue denunciado el 28 de abril de 2022 por varias mujeres por cometer actos de connotación sexual. Poco después, en mayo del mismo año, fue suspendido de sus funciones como sacerdote.
Según la organización jesuita, las denuncias dieron lugar a una investigación canónica que finalmente “confirmó la verosimilitud de hechos de índole sexual, denunciados por siete mujeres, que tenían entre 14 y 23 años cuando ocurrieron". Una octava víctima se sumó a las denuncias posteriormente, ya cuando se desarrollaba el proceso.
La congregación católica también pidió hoy “perdón” a las “víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado” y resaltó que “hechos como estos jamás deberían ocurrir”.
“Confirmamos nuestro compromiso por seguir trabajando incansablemente por el cuidado de toda persona para que los abusos no tengan cabida al interior de nuestras instituciones”, agregó.