Fotógrafo de AP cubre la crisis migratoria en la frontera sur de EEUU con sensibilidad y compasión
SAN DIEGO (AP) — Gregory Bull empezó a cubrir la frontera entre Estados Unidos y México en 1994, cuando era fotógrafo del periódico Brownsville Herald en Texas. Desde entonces, ha cubierto la frontera en ambos lados para The Associated Press, primero asentado en México y más tarde en el lado californiano, en San Diego.
El lunes, junto con los fotógrafos de la AP Eric Gay, Fernando Llano, Marco Ugarte y Eduardo Verdugo, así como con los fotógrafos independientes Christian Chávez, Félix Márquez e Iván Valencia, Bull ganó el Premio Pulitzer en Fotografía de Reportaje por las imágenes que captaron la desgarradora crisis mundial de migración en el continente americano, una tragedia cada vez más grande que no suele cubrirse a nivel humano. Los fotógrafos mostraron cada paso del viaje de los migrantes, y Bull se enfocó en la frontera.
Esto es lo que dijo sobre la creación de esta extraordinaria imagen:
Mientras la orden de salud pública que permitía a Estados Unidos expulsar expeditamente a los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México y que fue implementada durante la pandemia de COVID-19 expiraba en 2023, muchas personas que buscaban solicitar asilo se vieron atrapadas entre las dos vallas fronterizas que separan Tijuana, México, de San Diego, California. Cientos de personas esperaban ansiosas, sin saber cuánto tiempo iban a vivir en esta zona, que no era Estados Unidos, pero tampoco México. Muchos gastaron todo el dinero que tenían para llegar a ese punto de su viaje. No tenían forma de saber cuánto tiempo más tendrían que aguantar.
La fotografía fue tomada luego de que una persona que había escuchado sobre gente atrapada en el limbo llegó al sitio con mantas y otros artículos para donarlos. Mientras pasaba las cosas, se corrió la voz entre los migrantes y se vio desbordada por la gente, y le faltaron artículos para donar. Las personas empezaron a estirar los brazos a través de los barrotes del muro fronterizo una vez que se daban cuenta de que no había suficiente para todos.
La gente estaba frenética, pero educadamente siguió pidiendo artículos. Mi esperanza, en el momento que tomé esta fotografía, era que tal vez pudiera transmitir esa sensación de frenético desorden y urgencia que estábamos viendo a lo largo de toda la frontera.
No existe una receta secreta real para este tipo de imágenes. Hace falta algo de paciencia, y una interconexión con la gente de ambos lados de la frontera. Creo que imágenes como esta a menudo se ven como si el fotógrafo se hubiera metido agresivamente allí. Pero se trata más bien de conectar con la gente, de esperar el momento oportuno, alcanzar un nivel de confianza que te permita desaparecer, esconderte a plena vista y esperar a que aparezcan los elementos necesarios para transmitir esa sensación de urgencia. Técnicamente, sólo necesitas tener suficiente profundidad de campo y un ángulo de visión lo suficientemente amplio para tener un “escenario” más grande.
Los barrotes del muro fronterizo proporcionan un patrón vertical seguro, así que fue cuestión de buscar diagonales para romper ese patrón. Tuve tomas similares antes, pero creo que la mano de la mujer de la derecha fue lo que por fin empezó a dar sentido a la imagen. Pero, elementos de diseño aparte, creo que este cuadro funciona sobre todo por la expresión de desesperación en el rostro de la mujer del centro. Para mí, su rostro encarnaba la emoción general con la que lidiaba la mayoría de la gente.