EEUU no cree que Putin ordenó muerte de Navalny
WASHINGTON (AP) — La inteligencia estadounidense ha determinado que el presidente ruso Vladímir Putin probablemente no ordenó directamente la muerte del encarcelado líder opositor Alexei Navalny, según un funcionario involucrado en dicha evaluación.
Si bien las autoridades estadounidenses creen que en última instancia Putin es el responsable de la muerte de Navalny, quien fue sometido a brutales condiciones de confinamiento, las agencias de inteligencia “no han hallado pruebas fehacientes” de que Putin estaba al tanto del momento exacto de la muerte de Navalny — justo antes de la reelección del presidente ruso — o de que la haya ordenado directamente, según el funcionario.
El funcionario habló a condición de anonimato al no estar autorizado para hablar públicamente de temas sensibles.
Poco después de la muerte de Navalny en febrero, el presidente estadounidense Joe Biden declaró que Putin en última instancia era el responsable, pero no acusó al presidente ruso de haber ordenado la muerte.
En ese entonces, Biden dijo que Estados Unidos no sabía exactamente qué le ocurrió a Navalny, pero que “no hay duda” que su muerte “fue consecuencia de lo que hicieron Putin y sus matones”.
Navalny, el opositor más conocido de Rusia y el crítico más persistente de Putin, falleció a los 47 años el 16 de febrero en una remota colonia penal sobre el Círculo Ártico, cuando cumplía una condena de 19 años por acusaciones de extremismo. Navalny rechazó las acusaciones, tildándolas de maniobra política.
Navalny estaba preso desde enero de 2021, cuando regresó a Rusia desde Alemania, donde se recuperaba de un intento de envenenarlo con una sustancia tóxica que atribuyó al Kremlin.
Las autoridades rusas han dicho solamente que Navalny murió de causas naturales y niegan haber estado involucradas en el intento de envenenarlo y en su muerte.
En marzo, un mes después de la muerte de Navalny, Putin ganó la reelección por abrumadora mayoría, en unos comicios cuyos resultados nunca estuvieron en duda.
El Wall Street Journal fue el primero en reportar sobre la evaluación de la inteligencia estadounidense.