Sudáfrica recuerda comicios del 27 de abril de 1994 en otro año electoral que podría ser crucial
CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Los sudafricanos celebran su “Día de la Libertad” cada 27 de abril, cuando recuerdan las cruciales primeras elecciones democráticas del país en 1994, que anunciaron el final oficial de la segregación racial y la opresión del apartheid.
El sábado se cumplen 30 años de aquellos comicios históricos en los que millones de sudafricanos negros, jóvenes y mayores, decidieron por primera ves su propio futuro, un derecho fundamental que les había sido negado por el gobierno de la minoría blanca.
En la primera elección abierta a toda la población, el partido del Congreso Nacional Africano, ilegal hasta entonces, ganó por una mayoría abrumadora y su líder, Nelson Mandela, se convirtió en el primer presidente negro de la historia del país cuatro años después de su salida de prisión.
A continuación, lo que necesita saber acerca del emblemático momento y de una Sudáfrica que vuelve a cambiar después de tres décadas.
Las elecciones de 1994 fueron la culminación de un proceso que había comenzado cuatro años antes, cuando F.W. de Klerk, el último presidente de la época de la segregación racial, sorprendió al mundo y a su país al anunciar la legalización del CNA y de otros partidos contrarios al apartheid.
Mandela, el rostro de la lucha contra el movimiento de segregación, salió de la cárcel nueve días después e inició el camino para convertirse en el primer líder negro de Sudáfrica.
El país necesitó años de preparación y la violencia política lo tuvo en vilo en los meses y semanas previos a las elecciones. Pero la votación, que se extendió durante cuatro días — entre el 26 y el 29 de abril — para dar cabida al gran número de electores, se celebró con éxito.
La nación, que había estado aislada y sancionada por la comunidad internacional durante décadas debido al apartheid, se transformó en una democracia de pleno derecho.
En aquella ocasión votaron casi 20 millones de sudafricanos de todas las razas, frente a los 3 millones de blancos que lo hicieron en las últimas generales del apartheid, en 1989.
La icónica imagen aérea del fotógrafo de The Associated Press Denis Farrell en la que se veía a la gente esperando pacientemente durante horas en largas filas que serpenteaban por los campos próximos a una escuela en la conocida localidad de Soweto, cerca de Johannesburgo, reflejó la determinación de millones de sudafricanos negros por ser tenidos finalmente en cuenta. La fotografía fue nominada a un premio Pulitzer.
“Los héroes sudafricanos son leyenda a lo largo de generaciones", dijo Mandela en su discurso tras la victoria. “Pero son ustedes, el pueblo, quienes son nuestros verdaderos héroes”.
La victoria del CNA supuso el desmantelamiento definitivo de la segregación racial y la redacción de una nueva Constitución que se convirtió en la ley suprema del país. La Carta Magna garantizaba igualdad para toda la población, con independencia de su raza, religión o sexualidad.
El apartheid, que comenzó en 1948 y duró casi medio siglo, había oprimido a la población no blanca por medio de una serie de leyes basadas en la raza. No solo no les permitían votar, sino que controlaban dónde vivía la población negra, a dónde podían ir un día cualquier, qué trabajos podrían realizar y con quién podían contraer matrimonio.
El actual presidente del país, Cyril Ramaphosa — protegido de Mandela — encabezará el sábado la conmemoración del 30mo Día de la Libertad en los Edificios de la Unión en Pretoria, la sede del gobierno.
El Congreso Nacional Africano gobierna el país desde 1994 y, aunque se sigue reconociendo su papel crucial en la liberación de los sudafricanos, ya no se le venera de la misma forma que tras aquellos primeros comicios llenos de esperanza.
La Sudáfrica de 2024 tiene profundos problemas socioeconómicos, ninguno más flagrante que la pobreza generalizada y severa que sigue afectando abrumadoramente a la mayoría negra. La tasa oficial de desempleo es del 32%, la más alta del mundo, que supera el 60% entre los jóvenes de 15 a 24 años.
Millones de sudafricanos siguen viviendo en municipios abandonados y empobrecidos y en asentamientos informales en la periferia de las ciudades, en lo que muchos consideran una traición a los héroes a los que se refería Mandela. El país sigue estando considerado uno de los más desiguales del mundo.
Ahora se culpa en gran medida al CNA de la falta de avances para mejorar las vidas de gran parte de la población, aunque el daño causado por las décadas de segregación racial no sea fáciles de revertir.
El 30mo aniversario de los comicios de 1994 se celebra con otras elecciones que podrían ser decisivas como telón de fondo. Sudáfrica celebrará sus séptimas elecciones generales desde el final del apartheid el 29 de mayo, y las encuestas de opinión y los analistas predicen que el CNA perderá su mayoría parlamentaria en un nuevo hito histórico.
Se espera que siga siendo la formación mayoritaria y podría tener que entablar complicadas coaliciones con partidos más pequeños que seguir formando parte del gobierno, pero la opinión predominante es que se espera que más sudafricanos se decanten, por primera vez en unas generales en democracia, por otras opciones.
La población guarda todavía el recuerdo de Mandela y de la esquiva libertad y prosperidad de las que hablaba en 1994. Pero la mayoría parecen dispuestos ahora a mirar más allá del CNA para obtenerlas.