Exdirector de tabloide testifica en corte de NY sobre plan para proteger a Trump
NUEVA YORK (AP) — Cuando Donald Trump se postulaba para la presidencia en 2016, su viejo amigo y entonces director del tabloide National Enquirer recogía historias potencialmente dañinas sobre el candidato y pagaba decenas de miles de dólares para mantenerlas fuera de la vista pública.
Pero cuando se trató de las sórdidas afirmaciones de la actriz porno Stormy Daniels, David Pecker dijo que se mantuvo firme.
“No voy a pagar por esta historia”, dijo al jurado el jueves durante el juicio contra Trump por alterar registros financieros de pagos para ocultar información perjudicial, mientras contaba su versión de una conversación que sostuvo con el exabogado de Trump, Michael Cohen. El intercambio giraba en torno al plan de impedir revelaciones públicas que, de acuerdo con la fiscalía, equivalía a una interferencia en la contienda presidencial.
Pecker ya había hecho pagos por 180.000 dólares para encubrir otras historias relacionadas con Trump cuando surgieron las declaraciones de Daniels. “Desde el principio no quise involucrarme en esto”.
El testimonio de Pecker fue una pieza fundamental para la teoría de la fiscalía de que su alianza fue una manera de influir ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016. Los fiscales buscan elevar la gravedad del primer juicio en la historia contra un expresidente de Estados Unidos y el primero de cuatro casos penales contra Trump que va ante un jurado.
Pero el juicio por pagos para evitar la revelación de historias perjudiciales fue sólo uno de los asuntos legales de importancia que enfrentó el candidato presidencial republicano el jueves.
La Corte Suprema de Estados Unidos escuchó argumentos sobre si Trump debería ser inmune a ser procesado en un caso federal que gira en torno a sus esfuerzos por revertir su derrota electoral de 2020 ante Joe Biden. Luce probable que los jueces del máximo tribunal rechacen su solicitud de inmunidad.
En otros problemas legales, el caso por pagos indebidos también incluye la inminente decisión sobre si el expresidente violó una una orden de silencio y deba ser declarado culpable de desacato. Algunos de sus antiguos abogados y allegados fueron acusados formalmente por su participación en un presunto plan relacionado con las elecciones de 2020 en Arizona. Y un juez de Nueva York rechazó una solicitud de un nuevo juicio en un caso de difamación en el que se determinó que Trump debe pagar 83,3 millones de dólares por daños y perjuicios.
Pero Trump tiene un largo historial de salir ileso de situaciones complicadas —e incluso de volverse aún más popular. Los argumentos del máximo tribunal abren la puerta a la posibilidad de que se beneficie de un prolongado aplazamiento en el juicio, posiblemente hasta después de las elecciones de noviembre.
También fue una inusual confluencia política, en la que Trump comenzó la jornada con un acto de campaña en una obra de Manhattan antes de dirigirse al tribunal, mientras la Corte Suprema escuchaba cuestiones relacionadas con 2020.
El resultado del caso de la Corte Suprema tendrá implicaciones duraderas para futuros presidentes, porque los magistrados responderán a una pregunta nunca antes formulada de si un presidente goza de inmunidad frente a un proceso penal por actos cometidos durante su mandato y hasta qué grado.
Trump había pedido ausentarse este día de su juicio en Nueva York para poder asistir a la sesión especial del tribunal superior, pero su solicitud fue denegada por el juez Juan M. Merchan, quien preside el juicio contra el exmandatario por 34 delitos graves de falsificación de registros financieros en relación con los pagos destinados a evitar la revelación de historias perjudiciales.
“Creo que la Corte Suprema tiene ante sí un argumento muy importante hoy”, dijo Trump al ingresar a la sala. “Yo debería estar allí”.
En vez de eso, se sentó a la mesa de los acusados en una sala de la corte de Manhattan junto a sus abogados, escuchando atentamente a su viejo amigo testificar cómo él y su publicación aprovecharon la difusión de rumores para convertirlos en historias llamativas que mancharon a los oponentes de Trump y, de manera igualmente crucial, aprovecharon sus conexiones para suprimir noticias poco favorecedoras.