Expresidente colombiano Ernesto Samper pide a Ecuador que entregue a Jorge Glas a México
BOGOTÁ (AP) — La ruptura diplomática entre México y Ecuador podría alargarse hasta que el gobierno de Daniel Noboa decida entregar al exvicepresidente Jorge Glas, quien fue arrestado por las fuerzas de seguridad ecuatorianas cuando se refugiaba en la embajada mexicana, dijo el jueves el expresidente colombiano Ernesto Samper, que ha servido de puente entre el capturado y líderes de la región.
“El único final feliz que veo es que haya una petición de excusas de parte de Ecuador aceptada por México. Que Ecuador acepte la decisión de los organismos internacionales sobre este hecho lamentable, que se comprometa a que no vuelva a suceder y que devuelva Glas”, añadió Samper en entrevista con The Associated Press.
Fue el mismo Glas quien pidió a la comunidad internacional interceder en su caso a través de cartas que llegaron a manos de Samper la semana pasada y que iban dirigidas a los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Andrés Manuel López Obrador, de México.
“Estoy en la peor prisión de Ecuador y en huelga de hambre. Ayúdeme. Aquí hay una persecución brutal contra todos los progresistas”, se lee en una de las misivas de Glas, a quien México le concedió asilo político unas horas antes de que la policía allanara la embajada el 5 de abril.
Samper, quien gobernó Colombia entre 1994 y 1998, aseguró que no sabe cómo salieron las cartas de la cárcel de máxima seguridad en la que se encuentra Glas, luego de que una juez declarara ilegal su arresto, pero negara su libertad para que cumpla una condena pendiente por corrupción.
Las cartas escritas a lápiz que Samper recibió escaneadas fueron, según su versión, colgadas en el chat del Grupo de Puebla, que desde 2019 reúne a decenas de líderes latinoamericanos, entre ellos, a los expresidentes Rafael Correa, de Ecuador; José Mujica, de Uruguay y Alberto Fernández, de Argentina.
A raíz de las cartas, en las que Glas dice que está en huelga de hambre, el Grupo de Puebla pidió a Ecuador que permita que una misión humanitaria verifique el estado de salud del detenido. Samper barajó que la misión la integre la Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras o un equipo enfocado en la defensa de derechos humanos.
Glas “está muy mal, las versiones que tenemos es desde intentos de suicidio hasta un desequilibrio emocional y físico muy profundo”, señaló Samper, quien dijo no tener contacto directo con el exvicepresidente ecuatoriano, sino a través de su abogada defensora.
Tras ser encarcelado, Glas fue remitido al hospital el 8 de abril por una descompensación luego de que se negó a ingerir alimentos, según la Secretaría Nacional de Atención a Privados de la Libertad de Ecuador. Sin embargo, su abogado defensor Andrés Villegas señaló que su cliente ingresó por una sobredosis de medicinas.
La irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la embajada mexicana ha sido cuestionada y rechazada por países de la región como Bolivia, Argentina, Venezuela, Colombia y Estados Unidos, así como por la Unión Europea.
Noboa, quien tiene como bandera de su gobierno luchar por la seguridad y en contra de la corrupción, ha dicho a medios que no se arrepiente de haber ordenado el allanamiento a la embajada mexicana porque considera que algunos gobiernos utilizan el refugio político para “lograr impunidad”.
“Ni aún en los momentos más duros de la Guerra Fría, a nadie se le ocurrió tomarse la embajada de Estados Unidos en Rusia. Es decir, es la primera vez que hay una ruptura de fondo de una inmunidad diplomática”, reprochó Samper, quien considera que detrás del “secuestro” de Glas hay un intento de “persecución política” al expresidente Correa y al correísmo.
Glas fue vicepresidente de Correa entre 2013 y 2017 y desempeñó ese mismo cargo unos meses durante el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno (2017-2021). Se refugió en la embajada en diciembre en busca de asilo porque dijo que estaba siendo perseguido políticamente. Su decisión se produjo casi al mismo tiempo que las autoridades le ordenaron comparecer ante los fiscales para responder preguntas en una investigación de corrupción en su contra.