Presidente colombiano intenta ahuyentar idea de sus críticos de que busca quedarse en el poder
BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro intentó ahuyentar los miedos de quienes piensan que se va a quedar en el poder más de lo que lo permite la ley, al tiempo en que retó a sus detractores que se juntaron en una multitudinaria marcha y que, a su juicio, lo quieren sacar del cargo.
“Yo aquí no estaré más allá de agosto del 2026, pero el mandato popular me lleva a no estar ni un día menos”, aseguró Petro el martes desde X, antes Twitter.
Petro se convirtió en el 2022 en el primer mandatario de izquierda en Colombia, luego de vencer las resistencias que causaban su figura y las advertencias de sus contradictores de que Colombia “se podría volver una Venezuela”. Juró no expropiar bienes ni perpetuarse en el poder.
Sus declaraciones son la respuesta a las manifestaciones del domingo en las que más de 250.000 personas hicieron visible el descontento con sus políticas, especialmente con la idea de hacer un proceso constituyente y modificar el sistema de salud que rige en el país hace 30 años.
La consigna ”¡Fuera Petro!”, se repitió en las protestas de las principales ciudades del país como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga. Para Petro se trató de un nuevo intento de sectores de derecha y la capa más adinerada de la sociedad por desestabilizar su gobierno: “Este proceso ya inicio y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022”.
También apuntan a defenderse de señalamientos sobre presunta financiación irregular en la campaña presidencial que lo llevó al poder en 2022 y que está siendo investigada por el Congreso, por su condición de aforado, y el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Buscan y buscan y no han encontrado un peso. Se han inventado testigos de criptomonedas en hechos hasta risibles como comprar una avioneta cuando no he comprado ni un carro, ni un metro cuadrado de tierra”, indicó Petro.
El mandatario se refiere a recientes publicaciones de medios locales que indican que el CNE estaría investigando la compra de un avión, presuntos aportes de una empresa dedicada a las criptomonedas y el origen de un cheque por un millón de dólares y si el mismo habría servido para financiar la campaña electoral.
La Comisión legislativa de Investigación y Acusación, por su parte, está escuchando testigos para determinar si hubo aportes irregulares de campaña y si, en consecuencia, amerita una acusación formal que dé lugar a un juicio político.
Petro considera que sus detractores buscan tumbarlo a él y a su proyecto político, que tiene como pilares ambiciosas reformas sociales para cambiar estructuralmente la salud, el sistema de pensiones y la educación. Por eso, llamó a sus partidarios a acudir a las calles el primero de mayo, en el marco del día internacional de los trabajadores, y a defender sus políticas.
“Ya habló el odio, ahora que hable el amor... Este 1 de mayo que sea la gran caminata alegre de la gente que trabaja y estudia, que sueña y hace”, dijo Petro, quien planea hablar en una tarima y marchar como cualquier ciudadano de a pie.
Dentro del gobierno hay quienes han advertido que las marchas deben suscitar reflexión y provocar decisiones. El ministro del Interior, Fernando Velasco, dijo que pasar por encima del mensaje político que dejaron sería “una torpeza”. En el mismo sentido se pronunció Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de Presidencia y una de las más cercanas a Petro, quien consideró que debe haber “reflexión y autocrítica”.
Se espera que durante el próximo fin de semana, el presidente se reúna con sus ministros para analizar, entre otros temas, los pasos a seguir tras las marchas de la oposición.