Comisión legislativa de EEUU divulga órdenes judiciales de Brasil a Musk
RÍO DE JANEIRO (AP) — Una comisión legislativa de Estados Unidos dio a conocer órdenes confidenciales de un tribunal brasileño para suspender cuentas en la red social X, lo que ofrece un vistazo a las decisiones que han motivado quejas de la compañía y de su dueño Elon Musk de que es objeto de supuesta censura.
La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, publicó el miércoles un informe interno en el que reveló docenas de decisiones del juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, en las que le ordena a X suspender o eliminar aproximadamente 150 perfiles de usuario de su plataforma en años recientes.
El informe de 541 páginas es resultado de citaciones de la comisión dirigidas a X. En sus órdenes, De Moraes le había prohibido a la red social darlas a conocer.
“Para cumplir con sus obligaciones bajo las leyes de Estados Unidos, X Corp. le ha respondido a la comisión”, declaró la compañía en un comunicado divulgado en X el 15 de abril.
La revelación se produce en medio de una batalla entre Musk y De Moraes.
Musk se había comprometido a publicar las órdenes de De Moraes, las cuales equiparaba a censura. Su cruzada ha sido vitoreada por simpatizantes del expresidente derechista Jair Bolsonaro, que dicen ser blanco de una persecución política y han hallado causa en común con sus aliados ideológicos en Estados Unidos.
De Moraes ha supervisado una investigación de cinco años de las así llamadas “milicias digitales”, que presuntamente propagaron noticias falsas difamatorias y amenazas a jueces del Supremo Tribunal Federal. La indagación se amplió para incluir a los que incitaron a efectuar manifestaciones en todo el país, en un intento por anular la derrota electoral de Bolsonaro en 2022. Esas protestas culminaron el 8 de enero de 2023 en la capital de Brasil, cuando simpatizantes de Bolsonaro asaltaron edificios gubernamentales, incluido el máximo tribunal, en un intento por derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los críticos de De Moraes alegan que se ha extralimitado en sus facultades y no debería permitírsele prohibir unilateralmente cuentas en redes sociales, incluidas las de legisladores electos democráticamente. Pero la mayoría de los expertos jurídicos consideran que sus estrategias sí tienen fundamentos legales, y que además están justificadas por las circunstancias extraordinarias de riesgo para la democracia. Hacen notar que sus decisiones han sido respaldadas por sus colegas jueces o no han sido impugnadas.
Las órdenes secretas dadas a conocer por la comisión legislativa habían sido emitidas por el Supremo Tribunal Federal de Brasil y por su máxima corte electoral, la cual preside De Moraes actualmente.
Cuando la contactó The Associated Press, la oficina de prensa del Supremo Tribunal Federal declinó comentar sobre las posibles ramificaciones de su divulgación.
“Musk es un empresario muy innovador: innovó con los automóviles eléctricos, innovó con los cohetes y ahora inventó una nueva forma de no acatar una orden judicial, a través de un intermediario”, señaló Carlos Affonso, director del Instituto de Tecnología y Sociedad, un organismo sin fines de lucro. “Dijo que daría a conocer los documentos y halló a alguien que lo hiciera por él”.
Affonso, quien también es profesor de derechos civiles en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, indicó que las órdenes son legales, pero ameritan ser sometidas a debate, dado que a los usuarios no se les informó por qué fueron suspendidas sus cuentas ni si la plataforma tomó la acción o lo hizo a instancias de una corte. Además, las órdenes a X incluidas en el informe rara vez proporcionan una justificación.
La oficina de prensa del Supremo Tribunal Federal dijo en un comunicado el jueves por la tarde que las órdenes no contienen justificaciones, pero indicó que la compañía y las personas con cuentas suspendidas pueden obtener acceso a las decisiones de la corte si lo solicitan.
Aunque en repetidas ocasiones Musk ha criticado las órdenes de De Moraes, diciendo que suprimen los principios de “libre expresión” y equivalen a “censura enérgica”, la compañía de su propiedad ha accedido a solicitudes gubernamentales en diversas partes del mundo.
Por ejemplo, el año pasado, X bloqueó publicaciones críticas del presidente turco Recep Tayyip Erdogan y, en febrero, bloqueó cuentas y publicaciones en India a solicitud del gobierno de ese país.
“El gobierno indio ha emitido órdenes ejecutivas que requieren que X actúe sobre cuentas y publicaciones específicas, sujetas a posibles sanciones, incluidas multas y cárcel”, publicó la cuenta de asuntos globales de X el 21 de febrero. “En acatamiento a las órdenes, suspenderemos estas cuentas y publicaciones sólo en India; sin embargo, estamos en desacuerdo con estas acciones y sostenemos que la libertad de expresión debería extenderse a estas publicaciones”.
Brasil es un mercado crucial para X y otras redes sociales. Aproximadamente 40 millones de brasileños, cerca del 18% de la población, ingresan a X al menos una vez al mes, según el grupo de investigación de mercado eMarketer.
X ha acatado las órdenes de suspender cuentas bajo la amenaza de sufrir fuertes multas en caso de que no lo hiciere. Normalmente De Moraes requería que se obedeciera una orden en un plazo de dos horas, y estableció una multa diaria de 100.000 reales (20.000 dólares) por no cumplir.
Se desconoce si las 150 cuentas suspendidas representan la totalidad de las que De Moraes ordenó que se suspendieran. Hasta el informe de la comisión, se desconocía si el total era equivalente a un puñado, algunas docenas o más. Algunas de las cuentas suspendidas incluidas en el informe ya han sido reactivadas.
El 6 de abril, Musk recurrió a X para desafiar a De Moraes, cuestionando por qué estaba “exigiendo tanta censura en Brasil”. Al día siguiente, el magnate de la tecnología dijo que dejaría de cumplir con las órdenes judiciales para bloquear cuentas y que De Moraes debería renunciar o someterse a un juicio político. Previendo que X pudiese ser cerrada en Brasil, le recomendó a los brasileños que usaran una red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés) para conservar su acceso.
De Moraes incluyó rápidamente a Musk en la investigación en marcha sobre las milicias digitales, y lanzó una pesquisa por separado en torno a si Musk se involucró en obstrucción, asociación delictuosa e incitación. El 13 de abril, el representante legal de X en Brasil le escribió a De Moraes que acataría todas las órdenes judiciales, según la carta, a la que la AP tuvo acceso.
Affonso dijo que el hecho de que la comisión haya dado a conocer las órdenes de De Moraes no está tanto dirigida a Brasil, sino al gobierno del presidente estadounidense Joe Biden. El informe menciona a Brasil “como una clara advertencia a los estadounidenses acerca de las amenazas que representa la censura gubernamental aquí en el país”.
Términos como “censura” y “libre expresión” se han convertido en gritos de guerra para conservadores estadounidenses desde cuando menos las elecciones presidenciales de 2016, frustrados al ver a comentaristas de derecha y a altos funcionarios republicanos ser expulsados de Facebook y Twitter —en su versión previa a Musk— por infringir las reglas.
“La razón por la que la extrema derecha lo necesita (a Musk) es porque necesitan una plataforma, necesitan un sitio para promocionarse. E Elon Musk necesita a los políticos de extrema derecha porque mantendrán a su plataforma protegida de las normativas”, dijo David Nemer, nacido en Brasil y profesor de la Universidad de Virginia que estudia las redes sociales.
En Estados Unidos, la libre expresión es un derecho constitucional mucho más permisivo que en otros países, incluido Brasil. De todas formas, el hecho de que el informe fuese dado a conocer pareció revitalizar a Bolsonaro y a sus simpatizantes de extrema derecha.
El miércoles por la noche, poco después de que se dieran a conocer las órdenes judiciales, Bolsonaro concluyó un discurso en un evento público pidiendo una ronda de aplausos en honor de Musk.
Su audiencia accedió con entusiasmo.
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La periodista de la AP Barbara Ortutay contribuyó desde San Francisco.