Jueza de Ecuador dice que captura de Glas en embajada es ilegal, pero sigue en prisión por otro caso
QUITO (AP) — La justicia ecuatoriana declaró el viernes que la detención del exvicepresidente Jorge Glas en la embajada de México fue ilegal, pero dispuso que siga en la cárcel para que cumpla una condena pendiente por casos de corrupción.
Una semana después de la controvertida incursión policial en la embajada mexicana en Quito, la jueza Mónica Heredia dijo que quedó evidenciada la vulneración de la libertad personal de Glas “por ser su detención ilegal formalmente y arbitraria”, y señaló que “correspondería la inmediata libertad de la persona afectada".
Según su explicación, la detención no cumplió con las formalidades de comunicar previamente a las autoridades pertinentes la decisión de allanamiento a la sede diplomática de México.
La irrupción de la policía en la embajada mexicana derivó en una crisis con el gobierno de ese país, que rompió relaciones con Ecuador. La comunidad internacional condenó y cuestionó ese allanamiento.
Pese al pronunciamiento judicial, el tribunal decidió que Glas, condenado en dos casos de corrupción y con una investigación abierta, permanezca en la cárcel. “No es procedente conceder libertad al ciudadano al existir en su contra otra orden de prisión de libertad distinta” a la que motivó el pedido de habeas corpus, se afirma en el fallo. Glas estuvo presente vía telemática en la lectura de la decisión.
La defensa del exvicepresidente había presentado ese recurso para pedir que fuera puesto en libertad. Un habeas corpus busca restituir la libertad de una persona cuando su detención se considera ilegal o arbitraria.
El exvicepresidente tiene pendiente cumplir el total de la pena de prisión de ocho años dispuesta por sentencias de la Corte Nacional en dos casos de corrupción, pero además es investigado en otro caso por malversación de fondos públicos en las obras de reconstrucción de dos provincias tras un terremoto en 2016.
Poco después, otro tribunal de justicia acogió un pedido de la fiscalía en el mismo caso de la reconstrucción de las dos provincias y dictó orden de prisión para Walter Solís, ex ministro de Transporte del gobierno de Rafael Correa. Solís recibió de México el estatus de refugiado desde el 2021, aunque pesan sobre él dos sentencias por casos de corrupción.
Para otros cinco procesados se dictaron medidas cautelares, como la presentación periódica ante las autoridades y la prohibición de salir del país.
Glas, que se refugió en la embajada mexicana desde mediados de diciembre para evitar la acción de la justicia en este último caso, permanece en una cárcel de máxima seguridad de la ciudad portuaria de Guayaquil, donde ha dicho que se encuentra en huelga de hambre.
Uno de los abogados de la defensa de Glas, Marcelo Orellana, dijo en declaraciones a periodistas que “esto es una victoria” porque se ha reconocido que la detención fue ilegal y arbitraria. “Hoy la justicia ecuatoriana repara, limpia la cara por el accionar arbitrario en contra de un exvicepresidente”, declaró.
Indicó también que se presentarán nuevos recursos judiciales para insistir en la libertad de su defendido, y porque además “tenía un estatus de asilo que le otorgó el Estado mexicano”.
Desde el jueves por la noche hasta casi el amanecer del viernes, se cumplió una primera audiencia para resolver el recurso de habeas corpus, donde se expusieron informes, testimonios y alegatos, tanto de la defensa de Glas como de los involucrados en la detención.
Por vía telemática desde la prisión, el exfuncionario relató cómo fue detenido y aseveró que los efectivos policiales lo maltrataron y le propinaron patadas y rodillazos. Glas insistió en que es víctima de una persecución política y negó haber cometido los delitos por los que está sentenciado, así como por los que es investigado.
La defensa del exvicepresidente sostuvo que la aprehensión fue “ilegal” porque no respetó normas internacionales sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y el asilo concedido horas antes por el gobierno mexicano.
La secretaria jurídica de la presidencia, Mishele Mancheno, negó las agresiones que Glas dice haber sufrido, y justificó la captura aduciendo que “el asilo irregular no impide que se cumpla una orden de detención”. Insistió en que el exvicepresidente tiene sentencias por delitos comunes, con lo cual “no ha existido ninguna actuación fuera del ordenamiento jurídico”.
Las tensiones con México empezaron con unas declaraciones del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en las cuales puso en duda el resultado de las elecciones presidenciales ecuatorianas que ganó el presidente Daniel Noboa, y habló sobre la posible influencia que habría tenido en los resultados el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio pocos días antes de la primera vuelta.
La incursión policial a la embajada de México desencadenó la ruptura de las relaciones bilaterales, un reproche mundial a Ecuador y la condena de la Organización de los Estados Americanos.
México denunció a Ecuador el jueves ante la Corte Internacional de Justicia, solicitando su suspensión de Naciones Unidas. Hasta el momento el gobierno ecuatoriano no ha emitido ningún comentario.