Amplio triunfo opositor en elecciones parlamentarias surcoreanas es un revés para el presidente Yoon
SEÚL, Corea del Sur (AP) — Los partidos liberales de oposición surcoreanos parecían enfilarse a una cómoda victoria en las elecciones parlamentarias del miércoles, según indicaban los conteos, un resultado que podría reducir la capacidad de maniobra del presidente Yoon Suk Yeol en los últimos tres años de su gobierno conservador.
Después de que se contabilizaran la mayoría de los votos, la principal fuerza de oposición, el Partido Democrático, y su partido satélite parecen haber ganado un total de 175 de los 300 escaños de la Asamblea Nacional. Se prevé que otro pequeño partido liberal de oposición se lleve 12 bancas bajo un sistema de representación proporcional, según los conteos de la prensa surcoreana.
El oficialista Partido del Poder Popular y su partido satélite habrían ganado 109 escaños, de acuerdo con las proyecciones.
Los resultados oficiales finales se esperan para el jueves.
Si bien el resultado significa que las fuerzas liberales de oposición ampliarían su control del Parlamento, posiblemente ello sea insuficiente para obtener la supermayoría de 200 bancas que les daría poderes legislativos para aprobar iniciativas vetadas por el presidente e incluso iniciar un proceso de destitución en su contra.
Las elecciones del miércoles eran vistas ampliamente como un voto de confianza a medio mandato para Yoon, un ex fiscal general que asumió el cargo en 2022 para un periodo único de cinco años.
Yoon ha realizado intensas gestiones para impulsar la cooperación con Estados Unidos y Japón como una forma de abordar una combinación de complejos desafíos económicos y de seguridad. Pero el mandatario ha estado lidiando con bajos índices de aprobación a nivel nacional y con un Parlamento de mayoría opositora que ha limitado sus principales plataformas políticas.
Sin importar el resultado, Yoon permanecerá en el poder y sus principales políticas exteriores probablemente continuarán sin cambios. Pero la fuerte derrota electoral del partido gobernante podría significar un traspié a la agenda nacional del mandatario, dejándolo frente a una intensa ofensiva política de sus adversarios liberales.
