Trabajadores chinos explotados cerca de Milán producían bolsos de Giorgio Armani, dice la policía
MILÁN (AP) — Trabajadores chinos explotados en Italia por un subcontratista no autorizado fabricaban bolsos y accesorios para la casa de modas Giorgio Armani, en una serie de abusos en la cadena de suministro que la empresa de producción interna no supervisó adecuadamente, dijo el viernes la policía italiana.
La casa de modas negó que GA Operations, que produce atuendos, accesorios y decoración doméstica para las marcas del Giorgio Armani Group, hubiera cometido algún delito.
“La empresa siempre ha tenido medidas de control y prevención para minimizar los abusos en la cadena de suministro”, se lee en un comunicado de Armani. “GA Operations colaborará con la máxima transparencia con los organismos competentes para aclarar su postura sobre el tema”.
Según la policía, GA Operations negoció con un subcontratista que, a su vez, contrató a subcontratistas chinos no autorizados que empleaban obreros por debajo de la mesa, algunos de los cuales estaban en Italia sin autorización. Presuntamente, pasaron por alto las normas de salud y seguridad, además de las reglas que gobiernan los horarios de trabajo, las pausas y los días de descanso.
La policía informó que esto formaba parte de un sistema de caporalato, que es la intermediación y explotación ilegal de trabajadores, frecuentemente relacionada con el sector agrícola. Cuatro propietarios chinos de fábricas enfrentan investigaciones penales separadas por su participación.
Mientras tanto, GA Operations no está siendo investigada, pero ha sido puesta bajo administración judicial durante un plazo de hasta un año como parte de un procedimiento para garantizar las operaciones legales, dijo el teniente coronel de los Carabinieri Loris Baldassarre.
En un diagrama publicado por la policía se indica que el subcontratista chino recibía un pago de 93 euros (100 dólares) por un bolso que la casa de modas vendía por unos 1.800 euros (cerca de 1.950 dólares). El subcontratista autorizado, actuando como intermediario pero sin capacidades reales de producción, recibía un pago de 250 euros por el mismo bolso, recibiendo una tajada de 157 euros por cada pieza, indicó la policía.
“Este sistema (en el que) la fábrica China produce la mercancía, reduciendo los costos de mano de obra al recurrir a trabajadores no registrados e ilegales, permite maximizar las ganancias”, dijo la policía en un comunicado.