Restricciones más estrictas al aborto en Florida podrían presionar a clínicas en otros lugares
El viaje en auto a Bristol, Virginia, desde Jacksonville, Florida, toma más de ocho horas. Desde Orlando, más de 10 horas, y desde Miami, cerca de 14 horas. A pesar de esa distancia, el Centro de Salud de la Mujer de Bristol se está preparando para la llegada de mujeres de Florida cuando entren en vigor mayores restricciones al aborto el mes que viene en dicho estado.
Para muchas personas que, de otro modo, habrían abortado en Florida, la clínica del suroeste de Virginia se convertirá en la opción práctica más cercana, como ya lo es para una parte del sur de Estados Unidos tras un cambio en la política de Florida que se prevé repercuta mucho más allá de las fronteras del estado.
“La mayoría de las pacientes que atendemos provienen de estados con prohibiciones”, dijo Karolina Ogorek, directora administrativa de la clínica. “Creo que Florida se convertirá en otro de los estados a los que atendemos”.
El lunes, la Corte Suprema de Florida ratificó la prohibición del aborto en el estado después de las 15 semanas de gestación. Ese paso permite que el 1 de mayo entre en vigor otra prohibición más estricta, que hace ilegal el aborto en el estado a partir de las seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres se den cuenta de que están embarazadas. La medida incluye excepciones para los embarazos causados por violación, incesto o trata de seres humanos, o que pongan en peligro la vida o la salud física de la mujer, y para las anomalías fetales mortales.
En un fallo por separado pero estrechamente relacionado, el tribunal también permitió realizar un referéndum que dejará que los votantes del estado decidan en noviembre si quieren una enmienda a la Constitución del estado que permita el aborto hasta antes de que el feto sea viable (cuando puede sobrevivir fuera de la matriz).
Stephanie Loraine Piñeiro, directora ejecutiva de Florida Access Network, un organismo que ayuda a pagar los servicios médicos de interrupción del embarazo a las mujeres de Florida, dijo que la ley, unida a un periodo de espera de 24 horas para abortar, supondrá en la práctica una “prohibición total”.
Además, conseguir un proveedor en otro lugar, dijo, elevará el costo promedio del aborto —incluidos el transporte, el alojamiento, las comidas, el cuidado de los niños y los honorarios de la clínica— a unos 4.000 dólares, aproximadamente el doble de lo que cuesta ahora. Esto le pondrá presión a organizaciones como la suya, que a menudo agota su presupuesto mucho antes de lo programado, ya que ahora tendrá que ayudar a que las personas obtengan atención médica en otros lugares.
Eso podría afectar grandemente a las personas que no pueden ausentarse del trabajo, costearse el viaje, organizar el cuidado de los niños o no disponen de documentación para viajar, señaló Piñeiro.
“Las personas más marginadas van a seguir sin tener acceso”, afirmó.
Según sus previsiones, algunas de las clínicas del estado cerrarán por falta de pacientes.
En la actualidad, la distancia promedio a un centro que practique abortos para los residentes de Florida es de 32 kilómetros (20 millas), dijo Caitlin Myers, profesora de economía del Middlebury College de Vermont que estudia el impacto de las restricciones al aborto. Pero cuando entre en vigor la nueva prohibición, la distancia media a un centro que ofrezca abortos después de las seis primeras semanas de embarazo será de 940 kilómetros (584 millas).
Y luego de recorrer esa distancia las pacientes sólo llegan a Carolina del Norte, donde se requieren dos visitas en persona con 72 horas de diferencia para poder abortar, y sólo durante las 12 primeras semanas de gestación en la mayoría de los casos.
Hasta Virginia hay que recorrer otros 160 kilómetros (100 millas).
En algunas zonas ya hay que recorrer largos trayectos en coche hasta los proveedores de abortos más cercanos: ocho horas desde San Antonio, Texas, hasta Santa Teresa, Nuevo México, por ejemplo, y nueve desde Nueva Orleans hasta Carbondale, Illinois, o desde Houston hasta Wichita, Kansas. Pero la geografía hará que el sur de Florida sea el lugar más poblado de Estados Unidos que esté más lejos del acceso presencial al aborto después de las primeras seis semanas.
Georgia y Carolina del Sur, que tienen prohibiciones que comienzan después de las seis semanas, y Ohio, que tuvo una prohibición similar durante un tiempo, han registrado aproximadamente la mitad de abortos con estas políticas en vigor. Algunas personas logran obtener un aborto más cerca de casa en las primeras semanas de embarazo en lugar de tener que desplazarse.
La nueva prohibición no sólo afectará a los residentes de Florida.
“Florida es un estado realmente importante para el acceso al aborto en el sur, y ha sido un estado que ha experimentado un aumento de personas procedentes de Georgia y Alabama, Mississippi, Luisiana que viajan fuera de esos estados, evitando las prohibiciones casi totales o de seis semanas”, dijo Myers.
De los 84.000 abortos que se realizaron en Florida el año pasado, unos 7.700 fueron para personas que viven fuera del estado. Ahora la mayoría de esas pacientes también viajarán más lejos para abortar.
El número total de abortos en el país se ha mantenido más o menos estable desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el fallo del caso Roe vs. Wade y puso fin al derecho al aborto en todo el país en 2022. Pero ciertas circunstancias han cambiado.
Muchos más abortos se realizan mediante píldoras en lugar de cirugía, con un amplio aumento de la emisión de recetas a través de citas médicas virtuales, incluso a pacientes en estados con prohibiciones de parte de proveedores en donde las leyes tratan de proteger dichas recetas. Pero podría haber cuestionamientos legales sobre si esas protecciones son válidas. Y la Corte Suprema federal ya está estudiando la posibilidad de revocar la aprobación de uno de los dos fármacos que suelen usarse en combinación para el aborto farmacológico.
Los centros de Planned Parenthood de Florida se han estado preparando para la entrada en vigor de la restricción más estricta. Laura Goodhue, directora ejecutiva de la Alianza de Afiliados de Planned Parenthood de Florida, dijo que han implementado análisis de sangre rápidos para determinar el embarazo con mayor anticipación, han incrementado los programas de educación y anticoncepción, y han intensificado las gestiones para ayudar a las personas a viajar a otros lugares para abortar.
“Hacemos lo que podemos”, dijo. “Pero, como hemos visto en otros estados, esto seguirá teniendo un impacto devastador en nuestro sistema de salud pública”.
Desde que los estados empezaron a aplicar las prohibiciones tras el fallo de 2022, la clínica de Bristol ha añadido citas por las tardes, los sábados y algunos domingos, y se ha adaptado a la idea de que sus pacientes podrían llegar tarde debido a atascos de tráfico en lugares tan lejanos como Atlanta.
“Para que vengan a Virginia, hay que planificar muchas cosas”, explica Ogorek. “No se trata sólo de tomarse unas horas libres en el trabajo y conducir 20 minutos”.